Por Fernando Pereira
Un tema socialmente
sensible: los adolescentes en conflicto con la ley. De hecho fue lo que impulsó
la Reforma de la Ley Tutelar de Menores (1995) con un anteproyecto de Ley
introducido en Congreso por la fracción de COPEI que, a la postre,
desencadenaría el proceso de adecuación legal a los postulados de la Convención
Internacional de los Derechos del Niño. Este tuvo como resultado la
sanción Ley Orgánica para la Protección del Niño y Adolescente (LOPNA,
1998).
La nueva legislación
realiza un abordaje integral de los derechos humanos de la niñez; pero reconoce
en sus antecedentes la deuda existente con la población de adolescentes
privados de libertad.
Para su entrada en
vigencia en el 2000, uno de los escollos que la LOPNA debió sortear fue el
señalamiento de estar procesando a los adolescentes como adultos por la
incorporación del sistema de responsabilidad penal del adolescente en su
articulado. En 2015, se plantea una reforma de la ley referida al tema penal
para subsanar vacíos y omisiones de la ley.
La Red por los Derechos
Humanos de los Niños, Niñas y Adolescentes expresó en ese momento que “los adolescentes
que cometen delitos deben ser sometidos a medidas socioeducativas en función de
su responsabilidad, en una jurisdicción especializada; no avalamos la impunidad
pero sostenemos que el foco de la justicia juvenil debe estar en la
prevención de la delincuencia juvenil, pues el complejo fenómeno de la
violencia no se disminuye solo aplicando más años de privación de libertad.
Mucho más graves son las consecuencias que producen los altos índices de
impunidad reconocidos, en general, por distintas autoridades públicas”.
Una deuda social de
décadas que se mantiene a pesar de la elaboración de leyes y sus reformas; pues
persiste la falta de una política pública coherente, programas adecuados,
personal capacitado y presupuesto.
La Oficina de la
Representante Especial del Secretario General sobre Violencia contra los Niños
de la ONU acaba de presentar el informe: Los niños hablan sobre los efectos de la
privación de libertad: el caso de América Latina.
El documento pone el
acento sobre la vulnerabilidad de esta población. Corren un riesgo elevado
de sufrir violencia, entre otras cosas porque la opinión pública los considera
antisociales o delincuentes y porque imperan los enfoques basados en el castigo
físico y psicológico.
El informe recoge la
situación de los adolescentes privados de libertad y la de niños y adolescentes
cuyos padres o cuidadores están presos.
“Los adolescentes
privados de libertad o niños con padres encarcelados se encuentran entre los
más marginados del mundo, viven una vida marcada por la violencia y el miedo y
ven sus derechos pisoteados sistemáticamente. Los dos grupos de niños tienen algo
en común y es que sus vidas están condicionadas por la falta de un apoyo
parental adecuado y por la violencia, el miedo, la inseguridad y la exclusión
social. Por tanto, la privación de la libertad está ligada intrínsecamente al
ciclo de la violencia. El recurso a la violencia está presente en su
trayectoria vital, en sus familias, en el momento del arresto y durante toda la
reclusión. Los adolescentes privados de libertad experimentan un patrón de
normalización de la violencia en virtud del cual esta se convierte en un medio
de supervivencia. Por su parte, los hijos de reclusos viven bajo la amenaza
constante de la violencia y se ven expuestos a ella en mayor medida en el
hogar, en el colegio, en los centros de protección de menores, en la comunidad
y cuando acuden a la cárcel para visitar a sus familiares”.
El informe contempla
una serie de recomendaciones que se deberían poner en práctica. La deuda social
que tenemos con una población adolescente, una que ve cómo se diluyen sus
sueños tras el encierro, no se solventa con más promulgaciones de leyes.
Tampoco con reformas. Se necesita de un aparato coherente, de una alianza entre
instituciones para elaborar políticas públicas y programas adecuados. Sobre
todo, se necesita presupuesto: para la ejecución y para un personal dedicado al
trabajo con estos jóvenes.
02-07-20
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