Enrique Serbeto 07 de octubre de 2020
@EnriqueSerbeto
En
un áspero debate en la Eurocámara, el alto representante de la política
exterior de la UE recibe críticas por el fallido intento de hacer cambiar de
opinión a la dictadura
El alto representante para la política exterior
europea, Josep Borrell, ha justificado su decisión de enviar una delegación oficial a Venezuela el
mes pasado diciendo que pensaba que existía «un resquicio de posibilidad» de
que pudiera lograr que el régimen aplazase las elecciones legislativas
previstas para el 6 de diciembre. En una bronca discusión en el Parlamento
Europeo, Borrell ha tenido que defenderse de las críticas que ha suscitado
esa gestión que, aunque sirvió para mantener contactos con otros actores de la
vida política venezolana, incluyendo los representantes de las fuerzas
democráticas, no ha podido negar que estaba dirigida esencialmente a tratar de
hacer cambiar de opinión a la dictadura. «Desgraciadamente no hemos tenido
éxito, pero he hecho lo que tenía que hacer y volvería a hacerlo», insistió.
Los distintos oradores del Grupo Popular o de los
liberales de «Renew Europe» (donde está el partido español Ciudadanos) no
escatimaron críticas a la hora de señalar que después del reconocimiento
de Juan Guaidó como presidente encarhado, el régimen de Nicolás
Maduro carece de legitimidad para convocar o dfesconvocar elecciones.
La popular Dolors Montserrat le
recordó que una semana antes del viaje las Naciones Unidas publicaron un
informe en el que acusan a la dictadura venezolana de crímenes contra la
humanidad, Jordi Cañas de Ciudadanos le recordó que el papel de la Unión
Europea debe ser precisamente proteger a la Asamblea Nacional del peligro que
va a correr cuando el régimen lleve a cabo esas elecciones ilegítimas y por
parte de Vox Hermann Tertsch subrayó que en el origen de la
sospecha está la presencia de Podemos en el seno del Gobierno español y en el
almuerzo que celebraron poco antes de este viaje el propio Borrell y el
presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sin tener en cuenta que en
Venezuela «no se pueden celebrar elecciones con Maduro en el poder».
Rifirrafe con Tajani y Dita Charanzova
Las intervenciones más destacadas, sin embargo,
correspondieron al italiano Antonio Tajani, que mantuvo un
rifirrafe directo con Borrell, en el que ambos se echaron en cara su
comportamiento a pesar de que ambos son expresidentes del Palamento Europeo, y
la checa Dita Charanzova (Renew). Tajani puso en duda el
carácter moral del viaje y de «sus intentos de negociar con un régimen culpable
de crímenes contra la humanidad», mientras que la checa le recordó que el
Parlamento reconoce a Juan Guaidó como presidente y que «no puede haber un
gobierno de transición con presencia de Maduro».
Por su parte, Leopoldo López, padre del
opositor refigiado en la residencia del embajador de España en Caracas,
insistió en que Borrell «no puede avalar un fraude ni ahora ni dentro de seis
meses», en referencia al aplazamiento que supuestamente quería obtener con su
gestión, y le preguntó si «la Venezuela democrática puede o no contar con el
apoyo de la Unión Europea».
Todos los eurodiputados socialistas o de extrema
izquierda defendieron a Borrell y sus gestiones. Manu Pineda,
dirigente comunista, llegó a decir que en Venezuela «desde hace 20 años hay
elecciones libres y democráticas».
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico