Laureano Márquez 25 de octubre de 2020
@laureanomar
- Este año no
existe, es solo una excusa para que venga el próximo.
- En algunos países,
el distanciamiento social es la parte positiva de la pandemia.
- Nunca imaginé
entrar a un banco enmascarado y salir con mi propio dinero.
- En Venezuela se
juntó la pandemia con el pandemónium.
- Ya hace mucho
tiempo que este régimen es su propio gobierno anterior.
- En la Venezuela
revolucionaria, el billete es el motor de la historia.
- Estamos viviendo
una desorganización muy bien organizada.
- En Venezuela
“exhorto” significa “ordeno”. En Argentina no sé.
- Si tanto se dijo
que éramos el tercer país más feliz del mundo, ¿Por qué la gente emigró a
sitios menos felices?
- Las
noticias ahora se saben incluso antes de que sucedan.
- Las comunicaciones
se aceleraron tanto que ya no comunican.
- Reducimos nuestro
pensamiento a 280 caracteres, pero no debemos acostumbramos a pensar
poquito.
- Publicamos
en la red nuestra vida privada, mientras exigimos leyes de protección
de datos.
- Chateamos con el
que está al otro lado del planeta y no saludamos al vecino.
- Nuestros pulgares
terminarán mutando, eso dicen los índices de tendinitis.
- La pareja tiende a
la fidelidad conyugal, no por convicción, sino porque ya no hay excusa
para estar inubicable.
- Todo puede ser
visto, todo fotografiado y enviado en directo. Cada hombre es una agencia
de noticias, pero la credibilidad es cada vez menor.
- Hay que
preguntarse de buena fe qué es la mala fe.
- Cuando uno tiene
que pensar demasiado lo que dice, dice poco lo que piensa.
- Apenas dejan el
poder, los gobernantes recobran la lucidez crítica.
- En los regímenes
autoritarios se jala con mayor intensidad, porque la adulación es el único
mecanismo de ascenso social.
- La mesura en la
jalada de mecate es fundamental: ni tan poco que no se sienta, ni tanto
que lastime.
- ¿Será que ellos
consideran que “iniciar una ofensiva” es ofender?
- Las ofensas son
tantas que ya uno ni se ofende, porque hay insultos que halagan.
- El humor
desenmascara y da cuenta de aquello que, estando a la vista de
todos, nadie observa.
- Las sentencias del
ingenio humorístico son inapelables, salvo que se aplique en la respuesta
similar ingenio.
- No son los
humoristas los que ridiculizan al poder: el poder hace el ridículo -que es
cosa muy distinta- y el humorista solo da buena cuenta de ello.
- En países como
el nuestro, ser humorista y ser cronista es casi lo mismo.
- El humorista vive
de la incongruencia, por eso se ocupa tanto de los gobernantes.
- El gobernante
siempre está en desventaja frente al humorista, es tanta su debilidad que
solo cuenta con la fuerza
- Quien reprime al
humor ya perdió, incluso aunque tenga razón, perdió.
- Moral y luz siguen
siendo nuestras primeras necesidades.
- En la democracia y
en los concursos, hay que consultar a la audiencia.
- Democracia no es
solo votar mucho, sino también una manera de vivir, votando mucho.
Tomado de: https://laureanomarquez.com/escritos/editorial-tal-cual/greguerias/
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