Victor Amaya y Rocío Colomer 18 de octubre de 2020
@victoramaya y Rocío Colomer
«Henrique Capriles y yo estamos ahora más cerca al
rechazar ambos el fraude del 6 de diciembre y pedir elecciones libres», asegura
el presidente interino en una entrevista con LA RAZÓN
El
frente común contra el régimen chavista liderado por Juan Guaidó se agrietó con
la inciativa de Hernique Capriles, dos veces candidato presidencial, de abrir
una negociación con el madurismo. Durante una entrevista telemática con LA
RAZÓN, Guaidó prefiere evitar la confrontación con su antiguo aliado y resaltar
lo que les une. Casi dos años después de su proclamación como presidente interino,
su gran activo sigue siendo el reconocimiento de más de 50 países entre los que
está Estados Unidos y España. Y lo sabe.
-¿Es cierto lo que afirmó Borrell de que fue el G4 el
que solicitó que su oficina buscara negociar con Maduro posponer elecciones?
-Nuestra exigencia está muy clara: elecciones
presidenciales y parlamentarias libres, con las condiciones que hemos descrito
y que saben Borrell, la Unión Europea, la OEA, el Grupo de Lima, Estados
Unidos, y los países aliados. Las condiciones son árbitro independiente,
derecho a elegir y ser elegido, los partidos en manos de sus dirigentes,
observación internacional y cronograma de elecciones. Eso fue lo que hablamos
con el Alto Comisionado de la UE y hemos hablado con todos para lograr esas
condiciones. Eso es distinto a un proceso de mediación, que lo tuvimos con
Noruega. Borrell dijo que no había negociación o mediación con el régimen de
Maduro. Creo que es un tema de semántica, o de contextualización, pero eso fue
lo que hemos hablado con las distintas instancias, incluida la Unión Europea, a
lo que agrego que de esa visita de los enviados europeos nos enteramos 24 horas
antes.
-Borrell sí hablo de diálogo y lo dio por cerrado,
aunque admitió que volvería a intentarlo. ¿Hay que mantener el canal de
negociación abierto con el régimen?
-El régimen ha demostrado aversión, soberbia, incluso
odio hacia mecanismos de resolución de conflictos. La dictadura cerró la puerta
en Noruega al levantarse corriendo de ese proceso, y no es distinto a lo que
hizo ahora: le cerró la puerta en la cara a la posibilidad de un proceso justo,
creíble y verificable, que brindara garantías no solo a la oposición sino a
todos los sectores. Ahora la dictadura persigue también al Partido Comunista y
a las diferentes formaciones que se desprenden de la coalición del régimen.
-¿Temen que a partir de enero con el final del período
del actual Parlamento, el reconocimiento internacional a la Asamblea Nacional y
a su Gobierno interino se pierda?
-El Grupo de Lima, la Unión Europea, Estados Unidos,
Israel, Marruecos, Corea del Sur o Japón, etc, ya se han pronunciado a favor de
mantener el reconocimiento al gobierno encargado y el Parlamento hasta renovar
los poderes de manera legítima mediante una elección presidencial y
parlamentaria.
-¿Quién será el presidente de la Asamblea Nacional que
reconozca Maduro el año que viene?
-La farsa que pretende la dictadura es más parecido a
unas primarias del partido oficialista PSUV, veremos allí una pugna interna del
poder, que parece más de mafias que democrática.
-¿El 5 de enero habrá sesión para renovar la directiva
del parlamento o para renovarlo a usted en la presidencia de esa Asamblea
Nacional extendida? ¿Cómo harán con los diputados que han manifestado no
acompañar esa continuidad del mandato de la Asamblea?
-Eso es un debate en curso. En los próximos días
fijaremos posición formalmente de cómo va a ser el mecanismo de defensa
institucional. No se trata de defender un espacio sino a la República, y a los
ciudadanos que nos dieron un mandato de cambio político, de transición, de
proteger los activos en el exterior y tener una interlocución válida con
organismos multilaterales y los países en la región. No va haber vacío de
poder, ni vamos a dejar desvalida ni desprotegida a la República.
-¿Venezuela está a punto de entrar en una completa
desinstitucionalización, como alertó Borrell?
-Venezuela hoy es un país en guerra. A lo mejor no se
ven las bombas, pero se destruyó el Estado de derecho, dejaron que entraran
grupos irregulares para saquear nuestro oro, hay 75% de contracción del PIB,
5,1 millones de refugiados, 7,1 millones de personas en emergencia humanitaria
compleja, no hay acceso a bienes ni servicios. No estoy narrando Siria, sino a
Venezuela. Somos un país que sufre las consecuencias de una guerra de la
dictadura contra los ciudadanos. La defensa institucional de lo que queda de
República recae en el Parlamento y así seguirá siendo, con reconocimiento del
mundo.
-¿Teme que Venezuela se convierta en un régimen largo
como el castrista? o ¿se transforme en conflicto congelado?
-Eso va a depender de qué tan audaces seamos, los venezolanos
y el mundo. Hoy hay delitos de lesa humanidad en curso en Venezuela, y aquí
inician las reflexiones: ¿de qué sirve la Carta Interamericana de los Derechos
Humanos? ¿De qué sirve el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca? ¿De
qué sirve la Responsabilidad de Proteger? La única forma de que la dictadura
prevalezca es que el entorno nacional e internacional se acostumbre a eso. Y lo
hemos visto en el pasado en Cuba. Los venezolanos no nos hemos acostumbrados.
Estamos viendo gran cantidad de protestas en las últimas semanas. Venezuela no
es solo una crisis para los venezolanos, sino para el mundo. Esto pone a prueba
todas las herramientas del mundo civilizado para atender una emergencia como la
que estamos atravesando los venezolanos.
-Sobre eso, usted hizo un llamado a las delegaciones
de varios países en las Naciones Unidas entorno a la Responsabilidad de
Proteger. ¿Qué respuestas ha obtenido?
-Todo esto tiene sus tiempos, mucho más lentos de lo
que quisiéramos los venezolanos. Ya hay un régimen actuante señalado por
delitos de lesa humanidad. ¿Cuál es el siguiente paso? Ese es nuestro gran
llamamiento a las delegaciones en la ONU. H
-¿La decisión de la Justicia británica de anular el
fallo de entregarle el oro, podría ser una señal de que su reconocimiento
comienza a debilitarse?
-Nos habría encantado una decisión en firme, pero el
oro está protegido pues no está en manos de la dictadura. Lo que hay es una
consulta al Gobierno británico de a quién reconoce de jure y de facto.
-El Tribunal británico ha pedido estudiar a los dos
gobiernos venezolanos para dirimir quien se quedará el oro. ¿Cuáles son sus
argumentos ante la justicia británica?
-Simplemente lo que ya ha dicho Reino Unido, el primer
ministro Boris Johnson y el canciller Dominic Raab, que es el reconocimiento al
proceso político. Ellos han sido muy enfáticos y les agradezco todo el respaldo
diplomático y político, incluso en la protección de estos activos que son los
venezolanos. No tenemos dudas que nos reconocen.
-¿Cómo será la consulta popular que preparan en
Venezuela? ¿Cómo organizarla en plena pandemia?
-Vamos a hacerla de manera presencial. Estamos
evaluando un mecanismo mixto. Nos preocupa por supuesto la pandemia, porque
tiene el sistema de salud más precario en el continente, con 33% de tasa de
mortalidad de personal de salud por coronavirus.
-¿Por qué los políticos no acompaña las protestas
populares en los pueblos pequeños del país?
-Con los maestros hubo una muy buena articulación con
los parlamentarios. Pero tiene que ver con la capacidad de convocatoria, básicamente,
y el respeto por la seguridad y la salud de nuestra gente. Los maestros nos
dieron una gran enseñanza de que es posible protestar en pandemia. Hay un
dilema: protegerse del covid y al mismo tiempo salir de la dictadura. La
protesta es elemento central.
-¿Es posible hoy articular esa protesta social para
impulsar un cambio político?
-Toda expresión popular de rechazo, protesta,
movilización y ejercicio democrático suma a la posibilidad de una transición.
Lo contrario es sumisión, opresión, costumbre y muerte. Cada vez que se exprese
en rechazo a un régimen totalitario, por sus derechos y necesidades, es un
grano de arena en la dirección correcta. La transición se logra al articular
todos los factores.
-¿Ha hablado con Henrique Capriles desde que el excandidato
calificó su interinato como “gobierno de internet”?
-No he conversado recientemente, desde hace unas dos o
tres semanas, con Henrique, lo haré en cualquier momento como lo hago con María
Corina (Machado), con los líderes de los partidos. A mí me llama la atención de
cómo se resaltan las diferencias pero no tanto los acuerdos. Cuando Henrique
hizo su comentario, aunque ahora ya no va a participar en el fraude, había 47
partidos rechazando ese fraude. Haremos los esfuerzos para conversar con todos.
Pero es momento de resaltar los acuerdos en medio de una dictadura.
-¿Le avisó previamente Henrique Capriles de que iba a
iniciar una negociación con Maduro para la liberación de un centenar de presos
políticos?
-No tenía ninguna información de ningún esfuerzo
individual de conversación con la dictadura.
-¿Se puede pensar en una reunificación de fuerzas
opositoras después de calificativos tan duros entre unos y otros?
-En Venezuela hay una sólida coalición política. Yo no
ando con adjetivaciones ni generalizaciones que hacen mucho daño a la causa
democrática. Desde la Presidencia Encargada no hubo ningún tipo de
señalamiento.
-Capriles con sus palabras él mismo dio por rotas sus
relaciones con el gobierno interino. ¿Esa actuación contribuye a fortalecer al
régimen?
-Los trapitos sucios se lavan en casa, y el debate se
dio en las instancias donde deben darse, como en las direcciones de los
partidos políticos, y se tomó una decisión en conjunto de no participar en un
fraude, y hubo un dirigente que no estuvo de acuerdo; no le pongamos nombre.
-Pero el nombre es importante. Capriles no es un
dirigente más...
-Yo creo en las instituciones, los partidos políticos,
la Asamblea Nacional. Todos tenemos un peso político y de representación. Lo
importante es que esa posición se acerca hoy a rechazar el fraude. Creo que la
mejor forma de expresar las diferencias es en los espacios que corresponden.
-¿Se puede atraer a Henrique Capriles a su órbita?
-Por la vía de los hechos está mucho más cerca,
rechazando el fraude, exigiendo elecciones libres. Ahora, políticamente hay
espacio para todos, siempre y cuando compartamos objetivos, haya respeto a las
instancias de tomas de decisiones y se participe para avanzar en conjunto.
-¿Llegaremos a 2021 sin Guaidó en Miraflores?
-Eso va a depender de lo que podamos hacer los
próximos días. Maduro vende como un éxito que él está un día más en Miraflores,
cuando no puede poner agua ni luz, no controla el territorio, no ejerce
soberanía. Nuestra insistencia es lograr la transición.
-¿Hay interlocución con el sector militar? ¿Los
llamados han tenido algún tipo de efecto?
-Hay interlocución con todos los sectores y vamos a
insistir. No hay transición en Venezuela en contra de la Fuerza Armada. Puede
haber sin ella, pero no en contra.
-¿Y con ella es posible?
-Yo no descarto ninguna opción en Venezuela, desde una
transición ordenada que genere gobernabilidad y nos lleve a una elección
presidencial y parlamentaria, hasta la máxima presión internacional.
-¿Con Cuba, Pakistán, China y Rusia en el Consejo de
DDHH de Naciones Unidas disminuye el impacto de los informes de Bachelet y de
la Misión de Determinación de Hechos sobre Venezuela?
-Los mecanismos de selección de los países que
conforman el Consejo de DDHH de la ONU son distintos a los informes que de allí
emanan. Cuba ingresó al Consejo y en algún momento habrá que revisar el acceso
de países a ciertos comités. Llama a la reflexión de los venezolanos y de los
defensores de derechos humanos que Cuba acceda a una silla en ese espacio, y
mucho más Venezuela donde el gobierno está señalado directamente de violar
derechos humanos.
-En el último informe de la Misión de Determinación de
Hechos de la ONU se insta a abrir un proceso contra Maduro en la Corte Penal
Internacional. ¿Debe avanzarse en esta vía?
-Es lo lógico, lo conducente. Existen delitos de lesa
humanidad e Venezuela y hay que hacer justicia. ¿Cuánto tiempo tarda? Sabemos
que es muy lento, mucho más de lo que requerimos.
-Estados Unidos es un país determinante por su
política hacia Venezuela. En estos momentos estamos en la recta de la campaña
electoral ¿si gana Joe Biden les preocupa que se reduzca la presión hacia el
régimen chavista?
-Venezuela ha sido un tema de política interna en
varios países, por lo grave y delicado de la situación y por la cantidad de
migrantes. Pero la política exterior de Estados Unidos ha sido muy clara con el
respaldo de la Administración Trump a la causa de la democracia y la libertad
venezolana, pero también ha sido bipartidista. Hay un tema adicional: Maduro no
tiene un problema solo con la Casa Blanca, sino con la Justicia americana
porque tiene un proceso abierto por narcotráfico, y en Estados Unidos hay
independencia de poderes. No nos preocupa en absoluto un cambio de política
exterior en los Estados Unidos. Debo agradecer el determinado apoyo de la
Administración Trump. Respetamos el proceso interno de Estados Unidos.
-Y respecto a Cuba, ¿qué les parecería que Biden
retomase el proceso de normalización con el régimen castrista? ¿Cómo afectaría
a Venezuela?
-Va a ser una decisión de la política exterior de
quien resulte electo. Pero la política hacia Venezuela tenemos absoluta
confianza del respeto al proceso que se ha venido llevando, el agradecimiento a
la Administración Trump y el respaldo bipartidista. Con respecto a Cuba, no
sabría decirte.
-¿Le preocupa que en España haya partido como Podemos
que apoyen al régimen chavista?
-Nos preocupa que en cualquier parte del mundo alguien
apoye al régimen chavista, porque esto no es un tema de ideologías sino de
asesinatos y de torturas. Cualquiera que relativice el dolor humano y la
violación de derechos humanos, o apoya una ideología sino a delincuentes. No
alzar la voz contra la comisión de delitos de lesa humanidad, es ser cómplice.
-Con la salida del embajador español, ¿peligra la
situación de Leopoldo López?
-De ninguna manera.
-Será sustituido por el embajador español en Cuba,
¿cree que es un gesto hacia el régimen por parte del Gobierno español?
-No sabría decirlo. España ha estado, en general,
consciente de la crisis, rechaza y desconoce el proceso de diciembre. No creo
que haya ningún tipo de gesto a la dictadura.
-Ha dicho que agradece la política de la
Administración Trump hacia Venezuela. ¿Tiene la misma opinión sobre la política
española respecto a Venezuela o echa algo en falta?
-No han cambiado su postura desde el 23 de enero de
2019. Han sido muy claros y enfáticos. Esperamos y estamos seguros que así se
va a mantener en pro de la lucha por la democracia en Venezuela.
Tomado de: https://www.larazon.es/internacional/20201018/cgws55nv7jguxguinztculzowu.html
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