Sebastiana Barráez 23 de octubre de 2020
Días
después de la Operación Amazonas, en las que el gigante sudamericano realizó
maniobras sin precedentes con más de 3.500 soldados, Caracas desplegó tropas en
el estado Bolívar sin aclarar el motivo de la presencia extranjera
Un grupo de rusos llegaron a territorio de la Gran
Sabana, estado Bolívar, en la frontera con Brasil el 9 de octubre 2020. Eso
ocurrió después de que Brasil desplegara, entre el 4 y el 23 de septiembre, la
Operación Amazonas, que incluyó el lanzamiento de cohetes con alcance de hasta
80 kilómetros, a través de los nuevos lanzacohetes múltiples Astros Mk6, de
fabricación local.
Habitantes de Maura, detrás del aeropuerto de Santa
Elena de Uairén, capital del municipio Gran Sabana, dijeron a Infobae que
escucharon las explosiones que causó lo que sería el arma disuasiva más
poderosa que el gigante militar probó en la zona fronteriza. La actividad, que
involucró a las ciudades Manacapuru, Moura y Novo Airao en Amazonas, habría
tenido un costo superior al millón de dólares y la participación de más de 3
mil 500 hombres, según informó entonces el diario O Globo.
Para ello Brasil empleó vehículos militares,
aeronaves, balsas, piezas de artillería, sistema de lanzamiento de cohetes
Astros, cañones, ametralladoras, obuses y morteros 60, 81 y 120 mm.
Militares venezolanos han asegurado en la población
venezolana que los brasileros violaron el territorio venezolano y con ello la
soberanía. Lo que sí sabe, por lo que dijeron autoridades del vecino país, es
que “se utilizaron diversos medios militares, como vehículos, aviones,
helicópteros, embarcaciones regionales, piezas de artillería, el sistema de
lanzamiento de cohetes Astros de la artillería del Ejército, cañones,
ametralladoras, morteros y camiones”.
Los rusos llegaron a Santa Elena vistiendo uniforme
del ejército venezolano. Los grupos de militares rusos y venezolanos se han
dedicado desde que llegaron al estado Bolívar a hacer ejercicios militares. “Se
la pasan disparando a los cerros, bueno eso es lo que yo he visto”, dice un
habitante de Maura.
“A pasear por el pueblo son muy misteriosos, pero aquí
todos saben quienes son, desde el día que llegaron al aeropuerto. Claro, eso ha
mucho miedo, porque uno no sabe en qué momento pueda pasar algo”.
Narra que “también llegó una comisión con funcionarios
de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), pero permanece
muy oculta. Parece que de verdad creen que habrá una invasión militar por esta
frontera”.
Los están esperando
La operación militar brasileña, que activó la
movilización de militares rusos a la frontera, recreó un escenario de guerra
entre dos países imaginarios, uno que invade y otro que expulsa a quienes los
invaden.
Militares que participaron en la operación organizada
por Brasil lo hicieron en la frontera terrestre con Venezuela y en la triple
frontera Brasil, Perú y Colombia.
Los militares extranjeros se instalaron en
la 5102 Escuadrón de Caballería Motorizado, conocido como Fuerte Escamoto,
que está en la vía hacia el aeropuerto. Ninguna autoridad local tiene
información de qué están haciendo en ese lugar
El sábado 17 de octubre habitantes de la Gran Sabana
vieron al grupo de militares, que identifican entre rusos y venezolanos,
haciendo ejercicios militares.
Oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana le
han asegurado a sus subalternos que, la visita del secretario de Estado
norteamericano, Mike Pompeo, al estado de Roraima, tuvo como objetivo
principal derrocar a Nicolás Maduro y que por ello se han tomado medidas de
protección al territorio, lo que justifica la presencia de los militares rusos.
Tensas relaciones
Las relaciones diplomáticas entre Brasil y Venezuela
no son precisamente cordiales. Tampoco es la primera vez que hay tensión entre
ambos países.
El primer teniente José Ángel Rodríguez Araña, quien
participó en la Operación Aurora, del 22 de diciembre 2019, que consistió en el
asalto a una unidad militar en el estado Bolívar, del cual se llevaron casi un
centenar de armas, le dice a Infobae que, en la huida, el grupo de militares
que lo acompañaron pasa a territorio de Brasil.
“Nos persiguieron, en motos y helicópteros, mientras
atravesábamos varias comunidades indígenas venezolanas, desde el 22 hasta el 25
de diciembre, hasta que llegamos a una pequeña comunidad indígena Matogrosso,
como a dos horas de la frontera de Santa Elena de Uairén. Hasta ahí nos
persiguieron”.
“Nos vimos obligados a utilizar el teléfono, con línea
Movilnet, para que nos fueran a rescatar y por eso nos ubicaron, entre el ojito
que divide a Brasil de Venezuela. Mandaron comisiones con francotiradores y
fuerzas especiales, montando alcabalas por toda la línea fronteriza. Eso fue el
primer día”.
“El segundo día pasaron para territorio de Brasil a
buscarnos; nosotros estábamos escondidos en una montaña viéndolos. Se pasaron
como dos kilómetros y en toda la ruta montaron vigías, alcabalas. A los
indígenas de Matogrosso los paraban, los devolvían, les hacían preguntas sobre
nosotros, pero esa comunidad no sabía nada porque nosotros estábamos escondidos
en la montaña”.
Explica que hacían dos llamadas por día para coordinar
el rescate, pero que se movían de lugar para no ser ubicados. “El día anterior
al rescate tuvimos que llamar varias veces y fue cuando llegó el helicóptero
del gobernador del estado Bolívar con personal venezolano; hicieron como cinco
viajes con francotiradores y fuerzas especiales”.
Al percatarse que era demasiado funcionario lo que
había llegado, relata Araña Rodríguez, decidieron cambiar de estrategia y se
dirigieron a la comunidad Matogrosso. “Les explicamos al capitán indígena lo
que estaba pasando y ellos nos entendieron. Nos dieron comida. En ese momento
uno de los indígenas nos avisó que el Ejército venezolano se acercaba al lugar.
Los indígenas nos escondieron en una choza”.
“El ejército venezolano llegó y secuestró al capitán
de esa comunidad de Brasil, amenazaron con cerrar la frontera de Venezuela con
Brasil por ese extremo. A esa comunidad le queda más cerca y accesible ir en
moto a comprar productos a Venezuela que dar la vuelta para Paracaima”.
“El capitán acepta entregarnos. El segundo capitán nos
advierte en que debemos irnos porque el capitán viene con el ejército
venezolano a entregarnos. Cuando estamos partiendo para adentrarnos a la
montaña otra vez, aparecen dos helicópteros brasileños, nos rescata y le hace
un barrido al ejército venezolano. Nos llevaron a Boa Vista”, finaliza diciendo
el primer teniente Rodríguez Araña.
De ese incidente hubo algunos cruces de declaraciones,
pero Venezuela siempre negó que eso hubiese ocurrido.
Ahora militares rusos y venezolanos están en
ejercicios militares en la frontera en espera de cualquier agresión proveniente
de Brasil.
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