Gabriela Ponte 15 de octubre de 2020
Human Rights Watch denuncia que deben cumplir la
cuarentena en lugares insalubres
Más de cinco millones de venezolanos han emigrado
forzosamente de su país escapando de la crisis política y ecónomica desde el
año 2014. La gran mayoría se asentó en países vecinos como Colombia, Ecuador y
Perú con el objetivo de encontrar una mejor calidad de vida, alejados de la
hiperinflación, la escasez de comida y medicamentos, la crisis de
la gasolina y de los servicios básicos. Pero la pandemia y el impacto económico
que ha dejado en la región ha causado el retorno voluntario de al menos 130.000
personas, según un informe publicado ayer por la ONG Human Rights Watch y la
Universidad John Hopkins.
Lo verdaderamente grave que describe este informe son
las condiciones de insalubridad a las que son sometidos los venezolanos cuando
regresan a su país. Las autoridades obligan a los retornados a guardar 14 días
de cuarentena en centros de salud con condiciones insalubres y
hacinados, con escaso acceso a alimentos, agua o atención médica. «A muchos
retornados se les ha exigido permanecer en centros de cuarentena durante varias
semanas adicionales a los 14 días recomendados por la OMS, debido a demoras en
las pruebas de diagnóstico de Covid-19 y a un protocolo de tests
innecesariamente complejo», denuncian ambas instituciones.
Se les exige permanecer en centros de cuarentena
conocidos como Puntos de Atención Social Integral o PASI en
condiciones deplorables por la falta de agua y electricidad y las habitaciones
están abarrotadas de personas. Por lo general están ubicados en los estados
fronterizos como Táchira, Apure, Zulia y Bolívar. El resto se encuentran en
Caracas, Aragua, Falcón, Guárico y Vargas.
Los testimonios, que ayudaron a elaborar el informe
respaldan la teoría de Human Rights Watch y la Universidad John Hopkins de que
es probable que los retornados contribuyan a expandir el virus en Venezuela.
«El hacinamiento hace que el distanciamiento social resulte imposible y se
agrave el riesgo de transmisión del coronavirus», señalaron. En palabras del
director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco: «Los
retornados venezolanos están expuestos a un riesgo mayor de Covid-19 en ambos
lados de la frontera».
La situación no es diferente del otro lado de la
frontera. En Colombia, hay decenas de miles de venezolanos que aguardan
autorización para poder cruzar hacia Venezuela por la decisión del Gobierno de
limitar la entrada diaria de sus nacionales. Desde el pasado 8 de junio, la
frontera venezolana solo abre los días lunes, miércoles y viernes y permite
la entrada máxima de 300 personas por los cruces oficiales.
Los que no lo consiguen se arriesgan a cruzar por las llamadas «trochas» (pasos
ilegales) que, además de ser peligrosas por la presencia de grupos
guerrilleros, les exponen a ser detenidos por las autoridades venezolanas.
Caracas ha confirmado 79.117 casos de Covid y
658 muertos. Cifras muy por debajo de las de sus vecinos: Colombia a punto
de llegar al millón (911.000), Brasil 5,1 millones de contagios, Ecuador
144.000 y Perú 849.000.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico