José Luis Farías 14 de diciembre de 2020
@fariasjoseluis
La
otra cara:
No
sé si de modo consciente o inconsciente
Procuro
siempre el cuidado a mi diezmado espíritu
Y
me sustraigo ante tanta tragedia a nuestro alrededor
Nada
distinto a cuanto hacen los demás
Aquellos
que se evaden de las diarias calamidades
Nunca
he tenido estómago para lo abominable
No
me apena
Creo
que nadie, o muy pocos.
Apenas
me las arreglo para enterarme de ellos
Sin
que afecten en mucho mi ánimo.
Pero
hay días de días
Hoy
debo admitir que le huí de rompe
Fui
deliberado
Sentí
miedo a enterarme
Me
aleje de la infausta noticia
Hice
todo cuanto pude por no toparme con ella
Privilegié
por mis asuntos
Escapaba
de la consternación
Vi
de soslayo la nota
Fui
esquivo a la imagen
No
soportaba detenerme en aquellos restos humanos
Sí,
esos que llegaron flotando a las costas de Paria
Clamando
justicia
Todo
fue infructuoso
No
pude
Y
mejor así, apartarme me haría cobarde
Me
condenaría de una "al lago que arde de fuego y azufre" que anuncia el
Apocalipsis
La
imagen, vista de pasada, volvió a mi mente
Y
aquella nota que la acompañaba cinceló mi alma
"¡Tragedia
en Guiria! Hallan más de 10 cadáveres tras naufragio de embarcaciones".
Luego
supe fueron 19
19
de muchos más que ya suman al genocidio
Los
muertos por el naufragio del hambre impuesto por Nicolás
Guiria,
el lugar
Anclado
en la costa de la península de Paria
Parte
de la exuberante ¡Tierra de Gracia!
Esa
que mira hacia Trinidad
Ahora
hecha ¡Tierra de Desgracia!
Por
obra del hambre y la injusticia
Por
la mano del tirano
No
demandaba esfuerzo imaginar el resto de la noticia
Una
tragedia cantada
Un
drama a producirse en cualquier momento
Los
gritos de los últimos días presagiaban
funesto
desenlace
Cuanto
ocurre a diario en ese corredor marítimo
tras
el portazo xenófobo del cómplice de la vecina isla
Anunciaba
la fatalidad
Todos
aquellos que echados de su tierra por el hambre Todos cuantos se atreven a
cruzarlo
Podían
ser víctimas del infortunio
Caer
en el naufragio y la muerte
Estos
restos humanos que devolvió el mar a la tierra de donde partieron
Llegaron
como prueba del odio del alma miserable
De
quien desde aquí los empujó
Y
subrayan la bajeza vil
De
quien desde allá los regresó
Ni
uno ni otro podrán saborear el reposo de la paz ni escapar de la justicia
terrenal o divina
Las
víctimas, seres humildes, hombres, mujeres y niños
Fueron
por vida y encontraron la muerte
"Algunas
veces -dijo Montaigne- huir de la muerte hace que corramos hacia ella"
Nos
duelen hondo, muy hondo
Su
injusta partida nos desgarra el alma
Nos
mueve la ira
José
Luis Farías
@fariasjoseluis
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