Por Froilán Barrios
Ante la hiperinflación
estacionada en el último quinquenio que ha llevado al bolívar a sumergirse en
las penumbras del polvo cósmico, al tasarse 1 dólar a más de 4.000.000 de
bolívares, el régimen mortifica cuando anuncia para los próximos días que habrá
otra reconversión monetaria con la eliminación de 6 ceros.
Estos rumores indican
que de nuevo en agosto se prepara otra farsa contra la moneda nacional y un
ataque frontal contra el nivel de vida de la población. Debemos recordar que
hace 3 años atrás concretamente el 18 de agosto de 2018, el mandatario
usurpador de Miraflores impuso el bolívar soberano como la panacea de una
moneda todopoderosa, incluso autocalificándose como es su estilo, de ser un
experto comparable a premios Nobel de la Economía.
Henos aquí luego del
trienio de la infamia contra el bolívar y el ingreso del pueblo venezolano.
Arrancó con la cotización de 1 dólar a 60 bolívares y ½ petro que equivalía a
un salario mínimo mensual de 1.800 bs soberanos y a 30 petros nueva referencia
de anclaje monetaria desde 2018.
Por tanto, ¿cuánto
debería ser hoy el salario mínimo, en agosto de 2021, siguiendo las pautas del
inefable paquete madurista que lo estableció en 30 dólares mensuales? Con base
en la actual cotización sería superior a los 120 millones de bs.
Al compararlo con la
cotidiana realidad la tragedia es mayúscula ya que el concepto salario fue
sustituido por el régimen por el, ingreso, al imponer la modalidad de salario
mínimo más los bonos del carnet de la patria sin incidencia salarial. El
resultado el trabajador percibe en su ingreso mensual más de 75% en bonos y un
25% en salario.
En definitiva, todos
devaluados ya que ni unos ni otros son suficientes para obtener una canasta
alimentaria que ronda los 300 dólares al solo percibir cantidades cercanas a
los 15 dólares mensuales, que ha impuesto una economía de la sobrevivencia
basada en el trueque, originado en los productos que cada región suministra al
alcance de la mano.
De hecho, en el Estado
Bolívar es común intercambiar pepitas de oro por productos de la dieta diaria,
el pago de un servicio de transporte, la atención profesional, o en el caso de
regiones agrícolas el intercambio de hortalizas, verduras por productos
alimenticios vitales como la harina precocida, azúcar y carnes, cuando es
posible.
Nos situamos en el
retroceso de la historia al recurrir a una economía primitiva, conocida en la
etapa de la conquista y la colonia, ya que en el siglo XIX venezolano se dieron
los primeros pasos para eliminar la esclavitud, dotarse de una moneda nacional
y reglas económicas compartidas para un naciente mercado consolidado luego en
el siglo XX.
Todo se resume en la
incapacidad de la tiranía de gobernar al haber quebrado al país, creyendo
igualmente que al devaluar la moneda podrá maquillar nuestra desgracia
económica, y desparecer la tragedia nacional borrando ceros como si de un
pizarrón se tratara, aun cuando las consecuencias las padece en tono de súplica
la población venezolana.
04-08-21
https://www.elnacional.com/opinion/petros-pepitas-de-oro-y-salarios/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico