Por Gabriel Gaspar
Cayó Kabul, los talibanes volvieron al poder,
pero la derrota también impactará el ámbito internacional. ¿Cuán seguros se
sienten hoy los aliados de Estados Unidos en el mundo?, ¿la OTAN que pensará?,
¿Ucrania?, ¿Corea del Sur?, ¿Japón? Y, especialmente, ¿cómo impactará todo esto
a nuestra región?
Las críticas recién
empiezan, la urgencia es salvar a los militares occidentales y a sus
colaboradores afganos más cercanos. Pero es indudable que la administración
Biden pagará severos costos. Ya vemos los primeros signos: los sectores
ultranacionalistas le reclaman debilidad e improvisación al gobierno demócrata
—olvidando que fue Trump quien empezó tratos con los talibanes—, y los rusos y
chinos hicieron lo mismo hace semanas y meses. El tema se transformará en uno
de los principales puntos de la agenda doméstica y electoral.
Para empezar, este
desenlace era previsible. Ya desde tiempos de Trump los norteamericanos habían
anunciado su retiro. Lo que sorprendió fue la rapidez con la que se desmoronó
el gobierno prooccidental y el desbande de su ejército. Con ello, en vez de una
retirada ordenada asistimos a una estampida de occidentales que aún no
concluye.
La victoria talibana no
es vital en el cuadro global, pero sí acarrea importantes consecuencias para su
región más inmediata, en especial para India, Pakistán, Irán, China más Rusia,
y sus aliados limítrofes con los afganos (tayikos y uzbecos).
Pero la potencia que
resiente en especial este colapso es Estados Unidos. Por cierto, los
antecedentes auguran un fatídico futuro para las mujeres afganas, que se suma a
la desmedrada situación que soportan las mujeres en otros países musulmanes y
en especial, al secuestro y esclavitud al que bandas terroristas someten a
niñas y jóvenes en regiones de África.
En ese contexto, la
principal repercusión de la caída de Kabul será en Estados Unidos.
De Saigón a Kabul, las
derrotas de EE.UU.
En mayo de 1975 cayó
Saigón. Los mayores recordamos los helicópteros abandonando abarrotados la
embajada estadounidense y a los miles de refugiados a bordo de todo tipo de
embarcación. La primera gran derrota militar de la potencia occidental en su
historia. La sociedad norteamericana fustigó duramente a sus dirigentes, mas de
50,000 jóvenes muertos a miles de kilómetros, muchos más lisiados para toda la
vida, un colosal gasto militar y un gigantesco arsenal abandonado a las tropas
norvietnamitas.
La derrota agravó la
posición del presidente Richard Nixon que ya venía con viento en contra por el
escándalo de espionaje al partido demócrata.
Nixon corrió la suerte
de Saigón. En la durísima crítica interna se fue imponiendo la máxima de nunca
más intervenir en guerras lejanas. El futuro vería a Estados Unidos usando su
diplomacia, su economía, la cooperación militar e incluso su poder blando, como
fue la política de los derechos humanos del presidente Carter. Por supuesto, la
CIA y demás agencias de Inteligencia aumentaron sus acciones encubiertas. Todo
cabía, menos enviar tropas. Hasta que Al Qaeda atacó a Estados Unidos el 11-S.
La reacción nacionalista fue gigantesca y demandó castigo a los culpables, y fue entonces que Estados Unidos volvió a intervenir, esta vez en Asia Central, en Iraq y Afganistán. La historia es conocida, y terminó hace pocos días, otra vez con helicópteros y un angustioso puente aéreo.
Gulliver en América
Latina
A pesar de las
imágenes, Estados Unidos sigue siendo la primera potencia militar y económica
del mundo y en la región eso se nota aún más. Un solo dato: el poderío
estratégico del Comando Sur es superior a la totalidad del potencial de todas
las FF.AA. latinoamericanas, suponiendo que actuasen de manera combinada. Qué
decir de la economía.
¿Y qué sucede en América Latina? Estamos
en tiempo de pandemia y recesión económica, lo cual retroalimenta la temporada
de protestas y movilizaciones que sacuden desde hace un par de años a
diferentes países del continente. En esta coyuntura, sobresalen algunos gestos
que desafían directamente a la potencia del norte.
Veamos. En El Salvador,
el presidente Bukele, que goza de un amplio apoyo, pretende abandonar al dólar
y manifiesta su simpatía por Pekín. En Haití, el desastre es sistémico y,
además de terremotos y temporales, también se dan magnicidios con mercenarios
colombianos contratados por una empresa radicada en Miami. Y en Cuba y
Nicaragua las autoridades no acusan recibo de los mensajes de Washington.
Sudamérica no canta mal
las rancheras y en varios países asistimos a diversos procesos nacionales que
ponen en entredicho la hegemonía de Estados Unidos.
La OEA muestra sus
límites para servir de espacio de diálogo, mientras Unasur colapsó y Prosur
nunca nació. ¿Puede la potencia parapetarse en la región mientras pasa el mal
rato afgano? Gran pregunta.
Las dos potencias
subregionales, Brasil y México se encuentran en momentos diferentes. Os
brasileiros están muito ocupados en su interna. Poco espacio de maniobra.
En cambio, México ha activado su diplomacia: se ha hecho cargo de la Celac y,
sobre todo, sirve de sede a una nueva ronda de negociación entre el gobierno de
Maduro y la oposición.
Si miramos la historia
reciente, tras la derrota en Vietnam, los americanos oscilaron en América
Latina de forma diversa, como paladines de los derechos humanos con Carter,
hasta los duros días de Reagan y la contrainsurgencia en Centroamérica. Se
puede opinar sobre cuál le fue mas fructífera, pero nadie puede negar que
después de la derrota en el sudeste asiático, los americanos intensificaron su
presencia en el continente.
Agreguemos que la
debilidad de la que los conservadores acusan hoy a Biden tiene en Florida uno
de sus principales bastiones, y muchas veces Miami ha pautado la política de
Washington respecto a América Latina. ¿Ocurrirá lo mismo ahora con la caída de
Kabul?
Gabriel Gaspar es cientista
político. Ha sido profesor en el Instituto de Estudios Internacionales de la
Universidad de Chile, en la Academia Diplomática Andrés Bello y en la UAM y
UNAM (México). Ex Subsecretario de Guerra del Ministerio de Defensa de Chile y
exembajador.
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con la divulgación de información crítica y veraz sobre América Latina.
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02-09-21
https://talcualdigital.com/kabul-ee-uu-y-america-latina-por-gabriel-gaspar/
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