Por Piero Trepiccione
El grupo de contacto
internacional promovido por la Unión Europea y un grupo de países de
América Latina nos llevó a Oslo. Y desde allí, se generaron las
condiciones para retomar el diálogo entre factores políticos internos de
Venezuela. luego se comenzó a aterrizar el formato, pero se le dio un tinte
tropical: Barbados, esa isla paradisiaca y mucho más cercana a las partes en
conflicto que obviamente, facilitará la logística de los próximos encuentros.
Una característica digna de alabar que no fue precisamente lo que destacó en
los pasados intentos de negociación ha sido el silencio de las partes. Hasta el
propio Elliot Abrams lo resaltó esta semana. Aunque es importante no
sobrevalorar ni sobreestimar esta nueva tratativa, entre la discrecionalidad
diplomática y el aval de Rusia y China, pudiera lograrse destrancar y
acelerar el tiempo políticopara ponerse a tono con el tiempo social que avanza
inexorablemente.
Si algo le está haciendo
falta a Barbados es la presencia del factor militar. Hay quienes frente a
una propuesta de esta naturaleza pudieran pegar un grito al cielo; no obstante,
si existe algo que caracteriza al mundo de la diplomacia internacional es su
excesivo pragmatismo.
Por ello, todas las partes
involucradas en el conflicto político venezolano, tanto las internas como las
externas, conocen de primera mano la importancia del sector militar en el
momento político actual que se vive en el país y su figura clave para llevar a
la realidad los potenciales acuerdos que se van a trabajar tras bastidores en
las próximas semanas. Una vocería propia del mundo militar venezolano que
pudiera estar representado en Barbados por el ministro de la defensa Vladimir
Padrino López, permitiría dar un paso adelante en lo que se refiere a la “real
politik” y agregaría un ingrediente de velocidad a la tradicional lentitud de
los tiempos políticos.
El país está urgido de
Barbados
La compleja situación
económica y social que embarga a millones de venezolanos le agrega una
presión extremadamente elevada al mundo de la política. Construir política
ha sido un tema cuyos tiempos muy rara vez coinciden con las necesidades reales
de la población. en esta oportunidad, los actores políticos sentados en
Barbados no tienen al tiempo como su aliado. Pretender alargar mucho más un proceso
de reinstitucionalización necesaria para abordar inmediatamente las severas
carencias que vive a diario la gente más vulnerable del país, puede llevarnos a
un gran estallido de ese volcán social sobre el cual estamos sentados.
Discreción y madurez política
Barbados
requiere madurez política y por encima de todo, mucho pragmatismo. De
esto debemos estar claros y atentos. Barbados necesita más actores necesarios
con peso real que puedan comunicar transparentemente y con credibilidad los
posibles acuerdos a los que se lleguen. Más allá del surrealismo político que
ha inundado las redes sociales del país en los últimos tiempos, el país demanda
una salida electoral seria avalada por toda la comunidad internacional.
Barbados podría ser. Aún
está lejos de serlo, hay que estar claros en ello para no generar falsas
expectativas a una población desesperada. Pero requiere la fuerza,
credibilidad y discreción de sus actores. Más allá de los mensajes
surrealistas que pequeños grupos emiten a diario creando desesperanza y
frustración, se hace necesario mantener el foco que alinee el tiempo político
con el tiempo social…
14-07-19
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