Por OlgaK,
06/06/2013
Lo
confieso.
Soy
delincuente.
Voy al
mercado y compro todo lo que veo aunque en el momento no lo necesite. Ese es mi
modus operandi. Me acuso. Tengo una despensa que me da un rango de más de una
semana de suministros secos. Me declaro culpable de consumir verduras, frutas y
de pretender guisar todos los días.
Me
declaro autor material e intelectual del delito de hacer cuanta maniobra sea
necesaria para bien alimentar a mi familia y de saltar cuanto obstáculo se
interponga a mi criminal objetivo.
¡Caiga
sobre mí el peso de la ley!.
Pero no
estoy sola. Somos individuos e individuas –Maduro dixit- de alta peligrosidad
para el asuntillo ese de Misión Patria Segura porque somos millones de
forajidos dedicados al mismo tipo de delito, estamos sueltos y somos cómplices
los unos de los otros.
Hecha
la confesión, ahora viene lo preocupante: no esperen el más mínimo propósito de
enmienda.
Delinquí,
delinco y delinquiré. Igual harán mis cómplices.
Advierto
a las autoridades competentes (bue…es lo de competentes es un decir…) que
siendo tantos los malhechores y malhechoras “asociados para delinquir” –delito
descrito en la ley- tienen entre manos un serio problema que dificultará aun
más su tarea para controlarnos: cuanto más joven la delincuente, más audaz.
Cuanto más vieja, más zamarra. Calculen ahora madre e hija asociadas y la cosa
se pierde de vista.
A ver
cómo nos fichan a tod@s en los automercados?
Quiero
ver con estos ojitos cómo deciden cuanta leche corresponde a una familia de 6
miembros o cuanta harina se le permite consumir a una señora sola que se
mantiene haciendo tortas por encargo. Báilenme ese trompo! Hablando de tortas,
menuda torta están poniendo…y eso que no hay harina.
Pero
cada quien a lo suyo, Uds. su torta…y yo mi delito.
Que
será agravado. Se los prometo.
Cuando
mi pulgar en el captahuella del automercado diga que ya compré , vean a ver
cómo hacen para registrar y añadir a mi ficha, la huella de mi dedito medio, el
mismo con el que desde ya les estoy pintando una paloma…eso sí…bien manicurada,
que no es cosa de perder el glamour.
Quiero
ver al gobierno ocupándose uno a uno, de nosotros delincuentes viles que
queremos alimentar a nuestras proles. ¡Menuda temeridad antirevolucionaria la
nuestra!.
Pónganme
presa pues…Confesa soy…
Pero
les ofrezco un trato, al fin y al cabo, dialogando nos podemos entender:
Dejaré
de delinquir cuando oiga al próximo secuestrador diciendo, mientras se mete
momentáneamente el hierro en el cinto, “un momentico, déjame pasar por la
captahuella”.
Dejaré
de delinquir cuando ladrones y asesinos, roben y maten sólo una vez a la semana
cuando a ellos le apliquen –como a mí- su cartilla electrónica de racionamiento
criminal.
Dejaré
de delinquir cuando los muertos dejen de votar , porque, quejeso?
Piénsenlo…el
trato es bueno. Imagínense cómo se reducirán los otros delitos.
Pero
ahora queridos cómplices… shhh…shhh…hablando bajito aquí entre nos.
No
creo que debamos preocuparnos porque nos detengan.
Luisa
Ortega Díaz dijo que está investigando, eso sí, con muuuuucho ahínco, delitos
de 1958, lo cual pone-mínimo- 55 años hasta que nos alcance la investigación.
Digo yo…
Viviremos…
y delinquiremos!
Olga K
@olgak26
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