José Luis Farías 23 de marzo de 2014
@fariasjoseluis
Corto y
Picante:
La descomunal marcha en Caracas el
sábado 22 de marzo no debe desmeritar la inmensidad de las movilizaciones en
San Cristóbal, Valencia, Maracaibo, Barquisimeto, Mérida y otras grandes
ciudades del país el mismo día. Cualquiera de ellas fue considerablemente mayor
a la esmirriada caminata roja en Caracas en la cual se invirtieron cuantiosos
recursos sustraídos del Tesoro Nacional para tan mediocre resultado. Es justo
hacia esa penosa concurrencia oficialista, que despertó el humor negro de un
jodedor en twitter recomendándole que la próxima vez marcharan por la acera,
adonde debemos dirigir la mirada.
Los continuos gritos desesperados y
las amenazas de Maduro contra los empleados públicos del régimen han sido un
cóctel mortal contra su deseo de producir una marcha cuya asistencia y alegría
recuerde las antiguas "contramarchas" empujadas a punta de
"misiones" hace una década por el Galáctico. Nadie se cala su
malandreo.
Pero la clave para explicar el
inocultable fracaso de las convocatorias de Maduro está en su nefasta política
económica. El "presidente obrero" ha aprobado varias devaluaciones
que ya superan el 400% como parte de la aplicación de un mediocre
"paquete" cuya esencia "neoliberal" no la puede tapar
autodeclarándose "revolucionario y socialista". El "mega ajuste
neoliberal" es inocultable, eso lo saben todos los chavistas, incluidos
los uña en el rabo. Hasta la tan cacareada ley de "precios justos" ha
debido metérsela en el "paltó" al ser superada por la realidad de
aumentos de precios de hasta 150% en los mercales y pdvales. Las contramarchas
rojas revelan los efectos de la devalución. Son contramarchas devaluadas.
@fariasjoseluis
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico