Por Adolfo Taylhardat,
09/08/2014
La lista de articulistas vetados por el "consejo consultivo"
de la nueva administración de El Universal parece crecer día a día. Carlos
Blanco, Fernando Ochoa Antich, Adolfo Salgueiro, Per Kurowski, Agustín Blanco
Muñoz, Nestor Luis Álvarez, Orlan Brito, Paulina Gamus, Marta Colomina, Luis
Izquiel, Eddie Ramirez, Maria Denisse Faniano, Andrés Volpe, Unai Amenábar,
Dámaso Giménez, Oscar Hernández, Axel Capriles, Orlando Ochoa, Miguel Santos, José
Domingo Blanco (Mingo), Ismael García, Cipriano Heredia, Raima, José Luis
Cordeiro, Ruth Capriles, Noel Álvarez, Gerardo Fernández, Miguel Angel Santos y
quien escribe, Adolfo Taylhardat, integramos la lista de quienes hemos sido
objeto de censura por escribir artículos críticos del régimen. Es posible que
se me haya pasado por alto algún nombre y pido excusas. También Nitu Perez
Osuna, en un gesto de solidaridad, renunció a su columna en el diario.
En la comunicación
que me enviaron para notificarme que había sido censurado me decían: "Le
pedimos por favor envíe un artículo que no contenga adjetivos
calificativos". A esto respondió acertadamente Carlos Blanco:
"Es como para
asombrarse. Una parte sustancial de la lengua es el adjetivo. La buena prosa no
prescribe su abuso y hasta hay diestros que apelan sólo a los sustantivos;
pero, intentar suprimir el carácter “brutal” de la represión, la condición
“descarada” del robo, lo “impune” de la corrupción, y similares, es censura
inaceptable. Se puede tener buena o mala prosa y ésta puede ser una razón para
que un editor reconvenga, lo que no se puede admitir es que los adjetivos
calificativos que se refieran al régimen o a sus funcionarios sean los que
motiven una dimensión más depurada del castellano".
En la misma
comunicación, me informaron que el "consejo consultivo" decidió que
no se publicarán "más artículos relacionados con la venta del
periódico". Una medida de censura como esa nunca se había visto en
Venezuela.
En un intento de justificar
lo injustificable El Universal publicó un editorial que no convence en absoluto.
Dice que la conducta del diario obedece a su "apego tanto al Código de
Ética, al "Manual de Estilo" y al manual de tratamiento
informativo" del diario.
Cabe preguntar,
¿por qué esas normativas han comenzado a aplicarse precisamente cuando ocurre
el cambio de propietarios?
El Editorial agrega que se han presentado inconvenientes en la sección
de opinión "a partir de la entrada en vigencia de nuevas normas para
el tratamiento de los artículos que implica retomar el Manual de Estilo y... rescatar
el equilibrio necesario" … Si los
contenidos (de los articulos) violan el código de ética, el periódico se
abstiene de publicar el texto"... "En la nueva etapa" ... hemos advertido muestras palpables de tales
violaciones, por lo cual el periódico declinó las publicaciones que no
responden al código ético establecido " ...
En resumen,
censura pura y simple. Es triste constatar que El Universal haya perdido su
objetividad, su independencia y su apego a la libertad de opinión
El martes pasado
(04/07) vi el programa Conclusiones, de CNN que, estuvo dedicado precisamente
al tema de la venta del periódico y participó como invitado Elides Rojas, Jefe
de Redacción de El Universal. Rojas demostró una gran habilidad para contestar,
sin responder, las preguntas que le hizo el entrevistador Rafael Romo. Esto no
es crítica. Tengo hacia Rojas un elevado respeto y aprecio. Considero que es
uno de los periodistas venezolanos mas valiosos y destacados. En la entrevista Rojas
desplegó con maestria su dialéctica para evitar emitir un juicio que pudiera
disgustar a sus nuevos patronos.
El climax de la
entrevista fué cuando le preguntaron quienes son los nuevos dueños de El
Universal. Su respuesta fue tajante:
"no sé, nadie en el
periódico sabe quiénes fueron los compradores”
De manera que el tema de la operación mediante la cual El Universal pasó
a manos de unos propietarios fantasmas, más que objeto de censura se ha convertido
en un taboo que lejos de aplacar la curiosidad, estimula las interrogantes y
las especulaciones.
El cambio en la
política editorial es de por si un indicio. El hecho de que los articulistas
que criticamos al régimen hayamos sido vetados, censurados u obligados a
renunciar, inevitablemente conduce a sospechar que el diario es una presa más
que ha caido en las garras del castro-chavo-madurismo, igual que los periódicos
El Mundo y Últimas Noticias y Globovisión.
Los petrodólares y
los dineros robados mediante la corrupción sirven para todo. Entre otras cosas
para destinar miles de millones de dólares a la compra de medios para
acallarlos y/o convertirlos en instrumentos de propaganda de la robolución o para
comprar emisoras de radio o financiar "estaciones comunitarias" dedicadas
a lavarle el cerebro a los incautos.
Pero en Venezuela
los secretos no duran mucho. Tarde o temprano son desvelados. A mis lectores
que tengan interés en el tema les sugiero que Con el "buscador" de su
preferencia
Adolfo Taylhardat
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