Prensa UNT 29 de agosto de 2014
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Un Nuevo Tiempo llevó a cabo el foro
“Tarjeta de racionamiento electrónica y el paquetazo rojo”, en el cual los
cinco ponentes acordaron rechazar contundentemente la instalación de este
sistema biométrico que solo pretende bloquear y limitar el poder adquisitivo
del venezolano, e intimidar con este invasivo sistema digital.
El Secretario General de UNT, Luis
Emilio Rondón se dedicó al enfoque constitucional que aplicaría a este sistema.
Enfatizó que la Constitución es de toda la sociedad, de todos los venezolanos y
por lo tanto se debe respetar el derecho y garantía de cada uno de los
ciudadanos. Rondón hizo alusión al preámbulo de la Constitución en el cual se
fundan un conjunto de normas para garantizar el libre acceso a los productos,
bienes y servicios; garantía que corresponde al estado.
Citó el artículo 114 de la
Constitución, que habla de los derechos económicos, en el cuál se establece que
“El ilícito económico, la especulación, el acaparamiento, la usura, la
cartelización y otros delitos, serán penados conforme a la ley”. A esto, el
Secretario General de la tolda azul, refutó: “Si alguien quiere establecer
algún elemento de policía sobre el funcionamiento del aparato económico tiene
que hacer una ley, porque nadie, ningún funcionario público, tiene la autoridad
para decir qué compra cada venezolano si no hay una ley que lo imponga”.
Rondón concluyó su intervención
sentenciando que el “gobierno quiere imponer un racionamiento al consumo propio
de las economías comunistas”. En tal sentido, el deber es ponerse detrás de una
política que vaya a la calle y que haga posible que las necesidades de la gente
se atiendan, “hemos decidido en Un Nuevo Tiempo salir a la calle a acompañar a
la gente con sus propuestas y con sus protestas”.
El evento, moderado por el Coordinador
Nacional de Participación Popular de UNT, Carlos Valero; y el Secretario
Juvenil Nacional de UNT, Gustavo Paniz; contó con intervenciones que abarcaron
ampliamente las consecuencias de la implantación del sistema biométrico.
El economista Jesús Casique abordó el
impacto económico que tendría la implantación de esta tarjeta de racionamiento
electrónica, indicando que en la medida que prevalezca la libertad económica, el
respeto a la propiedad privada, disciplina fiscal y monetaria, rápidamente un
país puede crecer en materia económica; “En materia petrolera, el gobierno ha
recibido 763 mil millones de dólares hasta septiembre del 2013; entre petróleo
y recaudación de impuestos el gobierno ha recibido alrededor de 1.4 billones de
dólares. No se justifica estos niveles de endeudamientos, no se justifican
todos los problemas que estamos atravesando los venezolanos, estableciendo
estas medidas económicas”.
Por su parte, la Concejal del
municipio Sucre por Un Nuevo Tiempo, Rosiris Toro, expuso los padecimientos que
sufren las familias venezolanas al enfrentarse a estos racionamientos que
todavía no han sido controlados por este sistema biométrico: “A las 4:30 de la
mañana, antes de abrir el mercal, ya hay más de trescientos cincuenta personas
en cola; imagínense ustedes con la tarjeta de racionamiento electrónica”. La
Concejal manifestó con contundencia su rechazo a la postura que busca implantar
este sistema.
El comunicador social y ancla en el
canal web VerTV.com, Kico Bautista, señaló que, a pesar de la censura
aplastante del gobierno a los pocos medios que quedan, y del dominio que los
mismos tienen en la mayoría de los canales del país; cada vez más los
venezolanos se suman a la tecnología y la redes sociales, por lo tanto hay que
cultivar y mantener la relación horizontal con la gente en las mismas, abrir
espacios de comunicación e información a partir de ellas; “el valor fundamental
de la comunicación es la honestidad (…) tenemos que convertir las redes en
nuestras herramientas de supervivencia”.
Finalmente, el ingeniero industrial,
David Morán, tocó los aspectos técnicos y las limitaciones de este
racionamiento electrónico. Morán señala que Nicolás Maduro, al declarar la inminente
implantación del sistema biométrico, expuso que el uso del mismo sería para
detener el contrabando; a lo que Morán pregunta “¿cómo este sistema va a
determinar qué es contrabando?”, aludiendo al hecho de que ya los venezolanos
viven en un racionamiento indirecto y que el sistema, en teoría solo necesita
la huella de la persona que haría la compra.
Morán asegura que el margen de error
de este captahuellas que planean instalar es menor dependiendo del costo del
sistema; sin embargo, “hasta el sistema más costoso tiene un margen de error,
por muy mínimo que sea.” Lo cual, al aplicarlo al modelo de adquisición de
alimentos que quiere implantar Nicolás Maduro, ocasionaría que un porcentaje
llamativo de personas tuviera problemas al momento de intentar hacer sus
compras a través de la tarjeta de racionamiento electrónica. Esto sin contar
los errores de “falsos positivos o falsos negativos” en los cuales se tiende a
ver las confusiones que tanto se reclaman en las jornadas electorales, como
poner la huella y que el sistema no te reconozca. Morán califica la tarjeta de
racionamiento electrónica como “una fantasía que no se atreven a reproducir ni
en Hollywood”.
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