Economista David Friedman |
Por Carlos Vilchez Navamuel,
13/08/2014
David Friedman, profesor
universitario, escritor y economista estadounidense e hijo del Nobel, Milton
Friedman y autor del libro “La
maquinaria de la libertad” editada por primera vez hace 40 años y publicada en español por la Editorial Innisfree el año
pasado contestó en una entrevista lo siguiente: “Si el Estado tiene el
monopolio monetario, entonces se crean incentivos perversos que invitan a
manipular la moneda para generar inflación y así crear una falsa ilusión de
prosperidad”. http://www.libremercado.com/2013-01-27/david-friedman-el-dinero-no-debe-ser-un-monopolio-del-estado-1276480378/
En efecto, tiene razón el hijo de
Milton Friedman al decir que “Si el Estado tiene el monopolio monetario,
entonces se crean incentivos perversos”.
Estamos seguros que al hacer esta afirmación el escritor se refiere también a cualquier monopolio,
porque como se sabe estos corrompen las costumbres o el orden y estado habitual
de las cosas como veremos más adelante.
Wikipedia nos dice que “Para que
exista un monopolio, es necesario que en dicho mercado no existan productos
sustitutos, es decir, no existe ningún otro bien que pueda reemplazar el
producto determinado y, por lo tanto, es la única alternativa que tiene el
consumidor para comprar”.
Existe una diferencia importante
entre el monopolio privado y el público, en los monopolios privados los
inversionistas son los que arriesgan sus capitales, mientras que los monopolios
estatales nacen y deben de mantenerse de fondos públicos y por lo general los
intereses de quienes los administran -unos pocos- prevalecen, de allí que los
monopolios estatales son indudablemente más perversos que los primeros.
Los monopolios coartan además la libertad
y el derecho a escoger de las mayorías, producen gollerías y privilegios donde
el abuso, la corrupción y el despilfarro son el pan de cada día.
La perversión aparece también cuando
por ejemplo el Estado protege monopolios que venden productos caros, que dan
malos servicios y cuando mantienen planillas con gente que hace muy poco o no
hace nada como lo veremos a continuación con solo tres ejemplos.
En Costa Rica, RECOPE, la Refinadora Costarricense
de Petróleo, que se supone debe vender, distribuir y refinar, tiene cuatro años de no refinar
nada y mantiene la misma planilla, paga
altos salarios y nos vende malos productos. El CNP, Consejo Nacional de
Producción generó pérdidas por casi 1000
millones de colones al cerrar el 2013 y el actual gobierno pretende inyectarle
más dinero en vez de cerrarlo. El ICE,
como se recordará tenía el monopolio de la telefonía celular y su servicio no
solo era pésimo, sino que nos cobraba
alrededor de $100.oo (cien dólares) por una línea y teníamos que esperar meses
para obtenerla, hoy día con la competencia la línea no cuesta nada, el servicio
es inmediato y el usuario bajó el gasto.
La pregunta que sigue es la siguiente
¿Cuándo y cómo se corregirá toda esta perversión? La respuesta es simple,
liberemos los monopolios y obliguemos a las empresas estatales a trabajar más
eficientemente en beneficio de la mayoría y no de unos pocos.
Carlos Vilchez Navamuel
@carlosvilchezn
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