Para Isabel Pereira, el cambio del excanciller a ministro de Comunas tiene dos lecturas: desarrollar desde allí, con recursos que les niegan a alcaldías y gobernaciones, la próxima campaña electoral; y lo más peligroso, “implantar el estado comunal”, esa suerte de “Frankeinstein” del gobierno de Maduro y para lo cual estaría en Venezuela el cubano Orlando Borrego.
La socióloga, profesora universitaria y perteneciente a la directiva de Cedice, no duda en calificar a Hugo Chávez como el “gran destructor” del país, que además “le dejó a ese pobre señor Maduro” esta crisis, “un paquete explosivo que le reventó en la cara”
–El Presidente anuncia un sacudón y, entre otras novedades, le asigna a Elías Jaua la tarea de implantar las comunas ¿qué importancia tiene esta figura para que Jaua haya abandonado la Cancillería? ¿Para qué sirven las comunas?
–A mi me asusta Jaua con el poder que se le ha asignado con las comunas, porque por primera vez vemos concentrado en una sola persona la línea política en un ministerio. Jaua pertenece al ala dura de este gobierno. Esto define el poder político de una manera totalitaria. Su presencia tiene dos razones: preparar todo el proceso electoral tomando los recursos que son de las alcaldía y gobernaciones para su campaña en las próximas elecciones. Esa es su tarea electoral. Pero también está ahí para terminar de crear el estado comunal, que sería lo más terrible que podría sucederle a Venezuela. Las comunas son –como ellos mismos las definen– “espacios socialistas del Gobierno”, donde lo que priva es la propiedad colectiva. Un ente donde se inscriben todas las organizaciones comunitarias y allí no queda nada por fuera: consejo comunal, consejo de planificación. Es una estructura integrada con todos los poderes: económico, tiene un parlamento, un banco, etc. En mi opinión es el Frankestein del estado socialista en Venezuela.
–¿Y por qué tanto temor a Elías Jaua?
–Porque es el más radical y actúa asesorado por el cubano Orlando Borrego, quien viene de La Habana a montar el mismo experimento que los soviéticos montaron en Cuba, y que derivó en los Comités de Defensa de la Revolución (CDR). Borrego vino a construir ese Frankestein que yo lo visualizo en Elías Jaua. Por eso es que notas que poco les interesa la crisis económica como tal, porque están concentrados en el control político ¿Y cómo se ejecuta ese control político? A través de 4 leyes: la ley del poder comunal, para crear comunas en todo el territorio nacional; la ley de planificación, ejecutada bajo la perspectiva socialista; ley de la economía comunal, que privilegiará a las asociaciones productivas socialistas, y serán las que van a recibir los créditos; y la ley de contraloría comunal, para ellos mismos pagarán y se darán el vuelto.
–Pero ¿por qué pocos dirigentes de oposición ven este asunto con la gravedad con la que usted lo observa?
–No sé. Hay que sentarse a analizar lo que nos está pasando, porque detrás viene toda esa destrucción como una mole, arrasando con lo que queda de instituciones democráticas. En Cuba hay gente que se está estrenando para eso. Y de aquí mandan de todas partes del país a los jóvenes más dinámicos para que se estrenen en la isla. Porque esta gente del gobierno no tiene una mirada histórica. Ni siquiera han medido el fracaso de esa experiencia en los antiguos países comunistas. La comuna realmente es utilizar una unidad político-administrativa- territorial como instrumento ideológico con el fin de montar el socialismo, la propiedad colectiva, ente otros mamotretos para su fin.
–Pero ¿será que esa gente no va al mercado, no viajan en un metro atiborrado de gente, no suben cerros y ven que ´hay hay mucha pobreza?
–Ellos viven de espalda a la realidad. ¿Cuánto le importa al gobierno la inflación o la escasez? ¿Por qué anuncian un sacudón y no toman ninguna medida que resuelva los problemas básicos de la gente? A ellos no les interesa. Todo eso que uno aspira en esta época de la humanidad, a este gobierno no le importa.
–¿Y qué papel cumple Maduro en todo esto?
–Ya él fue adoctrinado hace tiempo. Cumple órdenes de Raúl Castro. Esto de las comunas es someter a Venezuela al dominio total cubano. Es poner a Venezuela a los pies de Cuba y al gobierno de Raúl Castro. Esto es un delito contra la patria al crear esta ley del poder popular de las comunas, porque viola la Constitución y entrega nuestra soberanía.
–¿No le parece que exageran cuando alertan el peligro de las comunas, al punto de advertir que hasta puede desaparecer la familia?
–No es exageración. Porque las atribuciones que tiene la familia, como es velar por la formación de sus miembros y ejercer control del desarrollo de las futuras generaciones, todo eso pasará a manos del Estado. Eso no es nuevo. Pasó con el periodo nazi y pasó en países comunistas: el individuo desaparece, ya tú no eres una persona, eres miembro de una colectividad. Cuando uno lee sobre la ley de las comunas, ahí no se nombra al individuo ni a la familia para nada. La propiedad desaparece, es sometida a la propiedad colectiva, porque es la que recibirá financiamiento para el desarrollo social. Tendrá preferencia para todas las planificaciones de desarrollos, es lo que ellos llaman economía comunal.
–El vicepresidente de soberanía alimentaria, Iván Gil, asegura que los venezolanos están mejor alimentados, y que la escasez está asociada al contrabando. ¿Por qué una empresa como Polar desviaría sus productos hacia Colombia si aquí los necesitan?
–Ese es el trabajo de conciencia del gobierno. Ellos no les importa mentir descaradamente. Ese ministro es mentiroso y farsante. Hablan para el mundo, pero aquí los venezolanos sufrimos una escasez de dimensiones inimaginables ¿Cómo es posible que no haya leche para los lactantes? No hay. Eso sucede. Y si no hay leche para los lactantes, qué se puede esperar de una población futura. Es cierto que la FAO se ha pronunciado y ha dicho que aquí no existe desabastecimiento. Lógico: ellos se basan en informes que les da el gobierno y estos, ya lo sabemos, son falsos. Cómo es posible que este gobierno diga esa gran mentira, cuando se ve en la calle las colas y hasta peleas entre consumidores a las puertas de los supermercados para conseguir un producto. Bueno, mi conclusión es que la FAO no vive aquí, y no ven esta realidad.
–Los gobiernos populistas tienen una ventaja: nunca le dicen no a la gente, todo se lo dan de gratis. Muchos de los apartamentos de la Misión Vivienda son regalados; los alimentos de Mercal y los Abastos Bicentenarios son baratos y en los hospitales teóricamente los servicios son gratuitos ¿Por qué entonces negarse a respaldar un gobierno como el de Maduro?
–Porque ellos lo que hacen es quitar todo el poder a los ciudadanos para que no cumplan su proyecto de vida, para que se desarrollen, eduquen, se formen y sean ellos los que decidan qué tipo de vida van a tener. El ciudadano quiere trabajar para, con esfuerzo, hacer de su vida lo que quiera, sea mecánico, ingeniero, beisbolista, están en plena libertad de hacerlo. Ellos no. Ellos rompen la relación entre logros y esfuerzos, y es por eso que el individuo desaparece en las sociedades populistas. Entonces pasas a depender absolutamente del Estado y en donde está tú esfuerzo para desarrollarte como un ser humano mejor. Deja de crecer como ser humano. En el fondo lo que están atacando ellos es el desarrollo moral y espiritual del ser humano. Rompen la relación entre logro y esfuerzos, tal y como lo explico en mi libro La quiebra moral del país.
–Hay todo un escándalo por el Padrenuestro dedicado a Chávez. Pero ¿no es esta una manera de agradecerle al ductor de la revolución?
–Todo lo que estamos viviendo en Venezuela es el legado de Chávez, un hombre que dividió al país, cuando llamó a los opositores vendepatrias, escuálidos y convirtió a la mitad de la población en enemigo potencial de su proyecto. Intentó montar la lucha de clases y menos mal que no lo logró. Nunca los venezolanos hemos sido enemigos de nadie. Pero lo que estamos viviendo es su legado. La destrucción del aparato productivo es consecuencia de las de sus políticas económicas, estatizando, confiscando, expropiando la propiedad privada; que inclusive impidió el desarrollo de nuestras empresas en el exterior y nos puso a depender solamente de los ingresos petroleros. Otro desastre fue su política cambiara, que ha hecho hoy que los venezolanos estemos presos, que se nos dificulta viajar; que infinidades de empresa han cerrado por la inseguridad jurídica que él instaló o por las falta de divisas para invertir. En honor a la verdad, parte de lo que estamos viviendo hoy y lo que recibió ese pobre hombre llamado Nicolás Maduro fue un paquete explosivo que le estalló en las manos. El presidente. Chávez es el culpable de la destrucción del país. Maduro recibe esa destrucción y no tiene la capacidad ni el conocimiento de lo que va hacer. Tendría que convocar al país para romper con todo eso y eso no va a pasar nunca.
LLAMADO A LA OPOSICIÓN
En su más reciente libro La quiebra de un país, la profesora Isabel Pereira es muy clara al asegurar: "Los venezolanos hemos tolerado que el Estado nos domine, nos controle, decida por nosotros. Hemos desechado la pluralidad. Hemos cambiado la responsabilidad del Estado por la simple gestión y el reparto. ¿Podríamos aspirar a través del diálogo a la construcción de un Estado diferente, al servicio de todos, capaz de desdoblarse en forma distintas de poder, en los municipios, en las regiones, y en todo lugar donde los ciudadanos tengan plena libertad de elegir a quien los gobierne y esto sea respetado".
http://www.talcualdigital.com/Nota/visor.aspx?id=107738
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