ELIDES J. ROJAS L miércoles 29 de octubre de 2014
@ejrl
Así por encimita los ricos de siempre
siguen siendo ricos o más ricos, solo que la gran mayoría se fue del país y
montó sus domicilios, negocios y cuarteles generales en el exterior,
preferiblemente en el imperio. Los pobres de siempre están más pobres que nunca
solo que se sienten bien queridos y tomados en cuenta, pero salvo muy contadas
excepciones siguen bregando en el mismo cerro y con las mismas calamidades de
siempre. Aquí, luego de casi 16 años de revolución dizque socialista se puede
decir que el único sector que de verdad ha llevado leña de la buena es la
llamada clase media, un amplio sector de la sociedad trabajadora y pujante que
en los últimos años transita por dos vertientes claramente identificadas: o
literalmente huyen de Venezuela o descienden como en tobogán pasado por aceite
rumbo a la pobreza. Haciendo expresa aclaratoria de que en el camino surgió una
nueva oligarquía cívico militar y otra clase media de base oficialista.
Desde que comenzó este llamado proceso
revolucionario el gobierno, muy efectivo en eso de crear instituciones
paralelas y en empujar la propaganda por encima de la realidad, creó cosas como
la Clase Media en Positivo o la Clase Media Socialista, cuyo objetivo
fundamental fue y es generar una corriente de opinión favorable a las
ejecutorias oficialistas y su impacto beneficioso para un sector de Venezuela
clave para el desarrollo, la educación como fuente de crecimiento y el bienestar
basado en el trabajo; pero que en realidad sería el objetivo fundamental de los
misiles socialistas lanzados desde las altas esferas del proyecto. Y lo han
logrado. La clase media es un remedo de lo que fue y el impacto de su merma se
nota directamente en la economía del país y en los elementos que caracterizan
la vida en sociedad por estos días en lo que la ruina aflora sin ninguna pena
por todos los rincones del país.
¿Dónde pegaron los misiles del
Socialismo del Siglo XXI contra esa clase que es una especie de carne de
hamburguesa metida entre la clase alta y la baja, por mencionarlo de la manera
más superficial posible? Pues, muy sencillo. En su esencia. En su médula. En su
forma de ser. En su razón de ser. Veamos el fenómeno destructivo sin ánimo de
entrar en la materia de especialistas en economía o sociología. Simple
observación.
El trabajo profesional de la clase media
está desapareciendo. La gerencia y la alta gerencia ya no tienen espacio en un
país que vive de piratería en piratería y en medio de una economía falsa.
¿Quién gerencia sobre proyectos en un país que no se sabe si habrá mañana? Lo
mismo ocurre con los profesionales en general. Da lo mismo ser un competente
experto que un pirata consumado. No hay estímulo ni tampoco interesa. Todo lo
mantiene el Estado. Hasta el sector privado está vivo solo por las migas del gobierno. De allí deriva todo lo
demás. El que quiera crecer y mantener algún nivel de calidad de vida y
especialmente algún claro horizonte de buen futuro mejor se va del país hacia
escenarios tipo Colombia o Chile para hablar de la región y no entrar en
palabras mayores. Por eso Venezuela está perdiendo a lo mejor de su gente. El
gobierno disparó a la seguridad, a la calidad de vida, a la salud. Destruyó el
poder adquisitivo. Nadie honesto que
dependa de su salario carcomido podrá comprar vivienda o vehículo. Tampoco
podrá ir de vacaciones al exterior. La educación privada es un objetivo militar
desde hace tiempo y está a punto de quebrarla también. O la arruinan o la
toman.
Ya no hay clase media sustentable. Y si
la hay es clase media en negativo. Pura pérdida y retroceso. Sin duda, el
gobierno ha hecho un gran trabajo.
ELIDES J. ROJAS L.
@ejrl
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