Luis Manuel Esculpí 20 de septiembre de 2016
@lmesculpi
Con
alguna periodicidad tengo que acudir a oficinas de Corpocapital a realizar
diversos trámites. Esta vez la señorita que en anterior oportunidad cuando
llegué a cinco para las doce – no de la noche de un treinta y uno de diciembre-
me dijo: ” regrese a la tarde, porque ya va a ser mi hora de almuerzo” atendió
mi requerimiento con amabilidad inusual. Pensé que tal disposición se debía a
la posible asignación de una bolsa CLAP, subrepticiamente distribuidas en el
sótano la noche anterior; para empleados de algunas instituciones públicas.
Entre
tanto de manera intempestiva y casual ingresa a la oficina una señora bien
trajeada, contrasta la vestimenta con los zapatos de goma deportivos que calza,
pregunta en alta voz dónde queda el comando contra la guerra económica de la
regional Capital. Las personas que atienden al público no comprenden la
pregunta, entonces se dirige a otra empleada diciendo: “¿no te acuerdas de mí ?
Trabajamos juntas en el ministerio. Quiero denunciar que las bolsas del CLAP en
San Antonio de los Altos solo la distribuyen entre militantes del PSUV, yo no
soy militante pero estoy contra la guerra económica que nos tiene la derecha”.
Una
dama esperando ser atendida comenta con sorpresa: ” hay gente que aún se cree
el cuento de la guerra económica”…me retiro con la duda de si la señora de San
Antonio se ubica en el reducido porcentaje registrado en las encuestas que
asumen el discurso gubernamental o si su molestia la ocasiona la distribución
discriminatoria de las fulanas bolsas.
Al ser
atendido rápidamente y con amabilidad empezaba bien la mañana dedicada a
diligenciar tediosas solicitudes administrativas. A continuación me dirijo a la
sucursal del banco para intentar resolver un requerimiento que me permita
entrar a su página de Internet. Mientras aguardo para ser llamado me siento al
lado de un conocido, dueño de un prestigioso restaurant, después del
intercambio de saludos, comentó que según referencias dentro de las
dificultades que confrontan los negocios del ramo, su establecimiento ha
logrado conservar parcialmente su clientela tradicional. Responde relatando
todas las penurias que sufre para pagar nómina, conseguir productos e intentar
mantener un nivel de precios accesibles a su público tradicional. Enumera la
cantidad de locales semejantes que se han visto obligados a cerrar debido a la
crisis del sector.
Recordé
el caso del conocido restaurant mejicano ubicado en un centro comercial que ha
recurrido al trueque para intentar mantener la diversidad de su carta, ahora
está canjeando cuatro paquetes de harina pan por un plato mixto, hace días
solicitaban caraotas rojas. La economía del mal llamado socialismo del siglo
XXI en pleno desarrollo puso de moda esa forma prehistórica de intercambio.
Salgo
del banco voy por el segundo café de la mañana a encontrarme con un compañero
en una céntrico local del pasaje zingg, durante el trayecto observo muchos
locales cerrados, unos anuncian mudanza, otros se están vendiendo. El amigo me
espera a las puertas, comentó mis impresiones y me responde: “eso no es nada,
una gran cantidad de negocios en pleno centro de Caracas se encuentran en igual
situación”.
Las
vivencias en pocas horas de una mañana ilustran lo que en numerosas
conferencias, charlas y reuniones diagnostican nuestros economistas. Las
diversas facetas de la crisis se manifiestan permanente y cotidianamente.
Resultado del un modelo que ha fracasado estrepitosamente en todos los lugares
donde se ha pretendido implantar.
La
superación de la crisis económica y social solo es posible mediante el cambio
político. Esta semana será decisiva por la definición de la fecha y las
condiciones del referéndum. Esa es la alternativa constitucional más próxima
para producir el cambio que la mayoría reclama. Concentrar los esfuerzos en la
realización del revocatorio este año ha sido acertado. Hay que mantenerse
alertas y movilizados frente a las eventuales maniobras del gobierno a través
del CNE para obstaculizar nuestro objetivo. La perseverancia y la unidad
constituyen pilares fundamentales para cumplir nuestra misión. Ese es un
compromiso verdaderamente trascendente e histórico.
@lmesculpi
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