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miércoles, 21 de diciembre de 2016

Un sindicalismo unido por @froilanbarrios


Por Froilán Barrios


Los trabajadores venezolanos vivimos la peor situación laboral que hayamos conocido en cualquier periodo político, desde el siglo XX hasta nuestros días, el trabajo actividad humana  que garantiza la integridad personal, progreso social, a través de un salario justo y condiciones decentes logradas a través de contrataciones colectivas, ha perdido totalmente su valor. Producto de las políticas de un régimen que ha decidió desconocer todas las conquistas y reivindicaciones logradas tras casi un siglo de luchas obreras.

Esta postración sindical la ha logrado el Estado venezolano a partir de una política de fragmentación acelerada desde 2003, acentuada por el régimen autoritario al intervenir descaradamente con el DLOTTT la libertad sindical. El resultado, pobreza generalizada que supera el 80% de la población condenada al hambre y la desnutrición, salario sin poder adquisitivo y desintegración de los sindicatos. La cual se acentúa con el nuevo cono monetario propuesto por el Gobierno Nacional, donde se impone la dolarización de los precios de los productos y por ningún lado es reconocida la destrucción del salario y el poder adquisitivo.

Por tanto la necesidad imperiosa de la unidad laboral, es una tarea urgente para todo el sindicalismo venezolano. Ante este cuadro dramático es fundamental  el relanzamiento de la CTV, como central histórica de los trabajadores venezolanos, ante la acefalía por el exilio de su presidente, muerte del secretario general y de miembros del Comité Ejecutivo, en un contexto donde se supere la actual dispersión, expresada en la existencia de 7 centrales sindicales.


Esta decisión requiere la autonomía absoluta frente al Estado, partidos políticos y empleadores privados, de allí la importancia de la reciente iniciativa de convocar el VII congreso extraordinario de la CTV, evento a promover a partir del convenio 87 de la OIT que consagra la libertad sindical, sin condicionarlo a la decisión del CNE de enero 2005, donde ilegaliza las elecciones generales de la central. Como sabemos esa resolución fue rechazada y condenada por la OIT y el sindicalismo internacional.  

Igualmente es fundamental eliminar toda intromisión estatal, como la representada por un sector del actual comité ejecutivo de la CTV, al introducir una medida cautelar ante el TSJ, aprobada por cierto en tiempo récord por la Sala Electoral, como era de esperar, suspendiendo la realización del evento. Grave en su objetivo ya que coloca el destino de la CTV en manos del Gobierno.

Es el momento de poner las cosas en su sitio. En función de restablecer la institución cetevista y no darle la oportunidad al gobierno de intervenir y manipular, como lo ha hecho con las disputas internas de los partidos de la oposición, lo cual sería un duro golpe para todos los trabajadores venezolanos.

Para ello es necesario privilegiar la acción sindical ante la dramática situación de miseria y precarización laboral que afecta a los trabajadores, donde es urgente el resurgimiento de un sindicalismo organizado y fuerte, que no solo frene a un régimen neoliberal, sino también capaz de reconquistar la democracia.

21-12-16

http://www.el-nacional.com/noticias/columnista/sindicalismo-unido_68301


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