¿Y dónde quedó ese discurso de reconocer
al Pueblo como protagonista?
Nosotros vecinos y electores del
Municipio Baruta, expresamos nuestro enérgico rechazo a la convocatoria de un
proceso Constituyente, que independientemente de su denominación, comunal o no,
el momento y la finalidad que persigue, según el anuncio del Presidente Nicolás
Maduro, resulta una estrategia fraudulenta e inmoral que violenta y burla el
principio constitucional de la soberanía popular.
El artículo 333 de la Constitución
Nacional de la República Bolivariana de Venezuela nos obliga a defender su
vigencia y el 350 nos garantiza el derecho a la desobediencia civil, ambos
artículos, hoy se encuentra y se complementan en esta tarea cívica que el
tiempo histórico nos impone.
La soberanía reside en el pueblo quien
la ejerce en los términos que dice la Constitución, la RedOrgBaruta, expresa
ese ejercicio a través de la promoción y defensa de la participación ciudadana
y hoy, más que nunca, reclamamos y reivindicamos que esa participación,
conforme al numeral 1 del artículo 21, tiene que ser garantizada sin
discriminación política.
Con la misma vehemencia y fuerza con la
que en el 2010, nosotros vecinos organizados de Baruta, nos pronunciamos con
respecto a las Leyes del Poder Popular, también aprobadas de manera
fraudulenta, inmoral y a espaldas del pueblo que en el 2007 dijo NO a una
reforma constitucional que en esencia pretendió transformar el diseño institucional
del Estado, hoy volvemos a elevar nuestra voz de protesta frente a un gobierno
que ha promovido la ruptura del hilo constitucional.
La llamada a una Constituyente en estos
momentos no es otra cosa que una demostración de debilidad y acorralamiento de
un gobierno que aparenta tener el control político, pero que sólo tiene la
represión como política, porque se ha quedado sólo. Aquí no hay espacio para
otro debate que no sea el permitir la ayuda humanitaria, el reconocimiento a la
Asamblea Nacional, la convocatoria a procesos electorales con la suficiente
transparencia y garantías debidas y por último, el cambio del modelo político,
económico y social.
El socialismo se quedó sin pueblo, se
quedó sin Constitución como hoja de ruta y sólo se acompaña en ese intento por
imponer un modelo político ajeno a nuestra tradición republicana, con la Sala
Constitucional, el Defensor del Pueblo y con una Fuerza Armada Nacional
Bolivariana, que estamos muy seguros, que está allí más por lealtad a un Presidente legalmente electo, que por lealtad
a Nicolás Maduro Moros y al proyecto comunista.
La historia de este régimen, nos
advierte que esta propuesta de Constituyente no funcionará, esta llamada
revolución, a lo largo de estos años, en sus aventuras de crear un nuevo modelo
no ha tenido éxitos, sólo fracasos:
En el año 2005 el gobierno intentó desde
el Municipio Torres, impulsar una Constituyente Municipal a nivel nacional, y
no funcionó. Luego en el año 2010 legalizaron, de manera inmoral y fraudulenta
las Comunas y luego en el 2013 impulsaron el Plan Comuna o Nada, herencia que
recibió Maduro del difunto luego que Chávez reconociera su fracaso,
argumentando que en el tema comunal estaba sólo en el desierto. Aquellos
intentos también fracasaron.
En una Venezuela que ya no tiene los
recursos económicos que en el pasado disfrutó, sin la fuerza y carisma político
de un personaje como lo fue el difunto Hugo Chávez y con una sociedad que
experimenta la peor crisis alimentaria y de salud pública que jamás pudo
imaginar vivir, el gobierno, ese mismo que no ha podido sacar de circulación
los billetes de cien bolívares y que no ha podido satisfacer las necesidades
alimentarias via CLAPs, mucho menos va a poder convocar al país a una
Constituyente.
La Constituyente convocada, llámese o
no, Constituyente Comunal, es un problema político, ético y moral, que pone en
evidencia la poca disposición de diálogo y la incapacidad manifiesta de
enfrentar los retos y desafíos de la Venezuela actual, cuyos problemas han sido
causados precisamente por la ceguera y terquedad de quienes han pretendido
imponer el Plan de la Patria 2013-2019.
Llamamos a la necesaria UNIDAD de
partidos a una DEFENSA NACIONAL DEL ORDEN CONSTITUCIONAL y a una DEFENSA
NACIONAL DE LA DIGNIDAD DEL VENEZOLANO decente que quiere un país donde vivir
en paz, armonía y en donde el desarrollo tenga espacio.
Llamamos a no dejar la calle, a mantener
con fuerza la protesta cívica y no violenta, a no perder la esperanza y a no
dejar que nos roben el coraje para retomar el camino de la Democracia.
Como RED nos asumimos defensores del
derecho a la participación y defenderemos con fuerza nuestra cualidad de
ciudadanos y electores. No nos dejaremos robar el país.
En Baruta a los dos días del mes
de mayo de 2017
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