Por José Gregorio Yépez
y Vanessa Davies
A Edgar Silva le tocó
recibir los cañonazos de líquido que lanzaban los vehículos de la represión de
“la Cuarta República” contra los abuelos que protestaban. Era el segundo
gobierno de Rafael Caldera y a los pensionados que exigían un ingreso mayor los
recibían con agua. Con la llegada del presidente Hugo Chávez, al Palacio de
Miraflores, los abuelos lograron llegar a la sede del Ejecutivo y ser
escuchados. Pero esos tiempos quedaron atrás.
“El presidente
fallecido Chávez nombró una comisión presidencial en la que resolvimos varios
temas y avanzamos” en áreas como la homologación de la pensión al salario
mínimo, comenta Silva en entrevista con contrapunto.com. No falta el contraste
con el ejecutivo actual. “Con Maduro ha sido todo un retroceso: No nos ha
recibido, nos coloca a la Guardia Nacional cada vez que intentamos ir a Miraflores”.
Vuelve la comparación:
“Cuando fuimos en 1999 a Miraflores, una marcha a Miraflores recién llegado el
presidente Chávez, nos recibieron con las puertas abiertas, nos reunimos con
él. Ahora Maduro nos coloca a la Guardia Nacional en las puertas del Seguro
Social para que la marcha no salga. Y si sale, no pasamos de Puente Llaguno:
atraviesan allí la policía, la Guardia Nacional, para no dejar pasar a unos
señores mayores que no tienen armamento de ningún tipo; lo que tienen es su
dignidad, que está siendo pisoteada”.
Silva hoy coordina el
comité de derechos humanos para la defensa de los pensionados, jubilados,
adultos mayores y personas con discapacidad. Mantiene su lucha: los pensionados
“necesitan un sistema de seguridad social que les dé bienestar, que les dé
salud, que les dé ingresos dignos, que les dé recreación, que les dé vida
espiritual y cultural”.
Un adulto mayor,
prosigue, “no solo requiere un ingreso importante, que mantenga el ritmo de
vida” y adquirir medicinas y alimentos. “Necesita más que eso; necesita
recreación, necesita cultura, necesita sistema de salud”. Es, en síntesis, “una
atención integral”.
Todos los sectores políticos están en deuda con los
pensionados venezolanos, señala @edgaryviejitos en entrevista con @contrapuntovzla https://t.co/bPV5f7MK5Y pic.twitter.com/xvOJpth0EF
— Contrapunto (@contrapuntovzla) July
6, 2020
El ingreso debe ser lo
que establece la Constitución: igual al costo de la canasta básica familiar,
que ya superó los 100 millones de bolívares. Por eso, advirtió, “un pensionado
con 400 mil bolívares está condenado a morirse. No puede comprar alimentos, no
puede comprar medicinas”.
Para mejorar el ingreso de los pensionados venezolanos
solo se necesita voluntad política de las autoridades, subraya el dirigente de
los jubilados Edgar Silva https://t.co/bPV5f7MK5Y pic.twitter.com/lKbHrMHkmT
— Contrapunto (@contrapuntovzla) July
6, 2020
Los 400 mil bolívares,
insiste, “no son pensiones; son ayudas económicas que les está dando el
gobierno a nuestros adultos mayores que se pensionaron” y que cotizaron en un
sistema de seguridad social que, mal que bien, funcionaba.
Según cifras oficiales
hay cerca de 5 millones de pensionados “que reciben esa ayuda” de 400 mil
bolívares, entre los que cotizaron y los que no cotizaron. Al menos un millón
de adultos mayores deben estar fuera, calcula Silva. “No tenemos cifras. Hay
opacidad en la información por parte del Instituto Venezolano de los Seguros
Sociales”. Anteriormente hasta se publicaban las listas; hoy no hay manera de
saber esa información.
La pensión debería ser
de 100 millones de bolívares: “Para eso estamos luchando”. Pero también se
podría llevar al costo de la canasta alimentaria: 50 millones de bolívares.
Lo de hoy ya ni
siquiera es una lucha por una pensión digna, enfatiza. “Es una lucha por
conseguir alimentos” y medicamentos.
Los bonos que otorga el
gobierno, afirma, “son bonos miserables, que no resuelven el problema del alto
costo de la vida”, y encima “no les llegan a todos los adultos mayores” porque
para recibirlos “deben someterse al sistema Patria, que es un sistema de
control” social y político. Para optar a la política social solo se debería
pedir la cédula de identidad, pero el gobierno de Maduro lo condiciona al
carnet de la patria, deplora. “Y con la amenaza de que si reclamas, si
protestas, te quitan la bolsa CLAP y te quitan los bonos.
Esos programas son
excluyentes y no resuelven el problema”.
La bolsa CLAP “cada día
trae menos productos, especialmente arroz, pasta, harina… pero ¿qué hacemos con
los vegetales? ¿Con las frutas?”. Además, se acaba en una semana, y con suerte
la entregan una vez al mes. “No es una solución. Son dádivas”.
Los adultos mayores en
Venezuela sufren las penurias conocidas. Los pensionados venezolanos en el
extranjero no están mejor: “Tienen cuatro años sin recibir la pensión. Una
deuda milmillonaria que tiene este gobierno de Maduro”. Hace dos años pasaba de
100 mil millones de bolívares. Son, recuerda Silva, “unos 15 mil pensionados
con convenio del IVSS con Uruguay, Chile, Ecuador, Portugal, Italia y España”.
A ellos se suman otros radicados en el exterior.
Al no poder vivir de la
pensión, el adulto mayor necesita depender de los hijos. “Con pena los adultos
mayores les tienen que pedir ayuda a sus hijos. Es una situación bastante
difícil”.
La Asamblea Nacional debe definir cómo se sostendrá
la seguridad social, explica Edgar Silva, @edgaryviejitos https://t.co/bPV5f7MK5Y pic.twitter.com/3QSgeX10zL
— Contrapunto (@contrapuntovzla) July
6, 2020
06-07-20
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico