Por El Ucabista
Los resultados de la
Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2019-2020 señalan que la pobreza multidimensional
afecta a 64,8% de los hogares, un incremento de 13,8% entre 2018 y 2019. El
informe completo está disponible en www.proyectoencovi.com
El Instituto de
Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la Universidad Católica Andrés
Bello (UCAB) presentó la más reciente actualización de la Encuesta Nacional de
Condiciones de Vida (ENCOVI), levantada entre noviembre de 2019 y marzo de
2020, con una cobertura ampliada de la muestra a 16.920 hogares a nivel
nacional. No obstante, la consulta sobre 13 temas solo pudo completarse en
9.932 casos, porque el campo debió suspenderse a mediados de marzo a causa de
la cuarentena.
Los datos de la
encuesta 2019-2020 indican que Venezuela ha adquirido condiciones más propias
de países de Centroamérica, el Caribe y África en materia de pobreza y
desnutrición. Venezuela se ubica como el país más pobre y el segundo más
desigual de América Latina (coeficiente Gini 51,0) detrás de Brasil; pero
cuando se juntan las variables inestabilidad política, PIB y pobreza extrema,
Venezuela aparece en el segundo lugar de una lista de 12 países –que encabeza
Nigeria y termina con Irán– seguida de Chad, Congo y Zimbabue.
“Para cerrar la brecha
de la pobreza extrema harían falta 5 mil millones de dólares al año para
financiar un programa focalizado de transferencias, a razón de 2 dólares
diarios para 6,5 millones de hogares venezolanos”, afirmó el director del
Proyecto Pobreza de la UCAB, sociólogo Luis Pedro España.
Este martes 7 de julio,
en una presentación telemática, España y la directora del IIES-UCAB, la doctora
Anitza Freitez, ofrecieron abundantes detalles de los resultados de la ENCOVI,
que este año incorporó también estudios relativos a los efectos de la
emigración internacional de venezolanos y el impacto de las medidas derivadas
de la pandemia COVID-19 sobre el ingreso y el empleo. En esta edición se
sustituyeron los cuestionarios en papel y se empleó un sistema informático
utilizado por los organismos multilaterales para levantamiento y análisis de
data.
El rector de la UCAB,
reverendo padre Francisco José Virtuoso, s.j., en la presentación del evento
–que fue seguida por representantes del cuerpo diplomático– resaltó el esfuerzo
que representa la ejecución de esta encuesta y alertó sobre la gravedad de los
indicadores.
“Lamentablemente, no
somos portadores de buenas noticias, la situación clama al cielo y exige
cambios”. El rector indicó que los datos revelan “la destrucción
acumulada en la calidad de vida de los últimos cinco años”. Virtuoso llamó
a las universidades, academias, sociedad civil y toda la ciudadanía
a “convertir este drama en exigencia de cambio con propuestas serias y
realistas; no podemos conformarnos con sobrevivir, con ver partir a nuestros jóvenes”.
Este estudio se viene
haciendo sistemáticamente desde 2014. Los expositores agradecieron
especialmente a los 130 encuestadores que trabajaron en campo y debieron
sortear muchísimas dificultades.
Nutrición y pobreza:
africanización del país
Luis Pedro España fue
enfático al aseverar que “nunca había existido en Venezuela este nivel de
pobreza”. De acuerdo con el informe, 96% de los hogares encuestados
presenta pobreza de ingreso, 54% califica en el renglón de pobreza reciente y
41% en pobreza crónica. La pobreza multidimensional (relacionada con
indicadores como educación, estándar de vida, empleo, servicios públicos y
vivienda) afecta a 64,8% de los hogares y creció 13,8% entre 2018 y 2019.
“Es evidente que el
gran responsable del escandaloso aumento de la pobreza ha tenido que ver con la
destrucción de la economía venezolana y la única posibilidad de empezar a
remontar la curva es con crecimiento económico y generación de empleo, que
incorpore a las mujeres, que es uno de los antídotos de la pobreza. Tenemos problemas
en la educación, tenemos retos alimentarios importantes y una población
vulnerable que no estamos atendiendo porque solo reciben bonos y cajas CLAP”.
Según la ENCOVI
2019-2020, apenas 3% de los hogares venezolanos no tiene ningún tipo de
inseguridad alimentaria, mientras que 74% presenta inseguridad alimentaria
moderada y severa. En 1 de cada 4 hogares “concurren la angustia por la falta
de alimentos con la disminución de los recursos para cubrir la cantidad y la
calidad de la dieta”. Esto, producto de una inflación anualizada de 3.356% a
marzo y un ingreso promedio diario de 0,72 dólares. La caída del PIB entre 2013
y 2019 se calcula en 70%.
“Los niveles
nutricionales de los niños menores de 5 años se comparan con los de los países
más pobres del mundo”, dijo Luis Pedro España. Un 30% (639 mil) de los
infantes menores de 5 años presenta desnutrición crónica (por talla o estatura)
y 8% (166 mil) presenta desnutrición global por indicador peso/edad. En el caso
de la desnutrición crónica, el profesor España dijo que los datos “no se
comparan con el continente, ni siquiera con Haití. Nos parecemos más bien a
África, a Nigeria o Camerún, ojalá no lleguemos al caso de Zambia”. Sobre
este mismo tema, 28% de los niños menores de 5 años está en riesgo de desnutrición
crónica y 21% en riesgo de desnutrición global. “Venezuela es el país de
Suramérica que tiene la desnutrición global peso/edad más alto. Estamos cerca
de Haití y de Guatemala, que es el país con peores indicadores de la
región”, agregó el investigador.
Producto de las
restricciones a la movilidad impuestas desde mediados de marzo por el Decreto
de Estado de Alarma ante la COVID-19 y la falta de gasolina, la pérdida de
empleo aumentó en 6.9 puntos porcentuales a nivel nacional. Asimismo, hasta 43%
de los hogares reportó imposibilidad de trabajar o pérdida de ingresos. En el
caso de los hogares más pobres, estos efectos alcanzaron al 52,6%. Un 70% de
los hogares señaló a la cuarentena como causa del encarecimiento de los
alimentos.
Envejece la población,
se reduce número de habitantes y cae la esperanza de vida
En materia demográfica,
área que fue explicada en detalle por la profesora Anitza Freitez, los
hallazgos principales incluyen el aumento del envejecimiento de la población
(pasó de 10% a 12% el porcentaje de habitantes mayores de 60 años) y la
feminización de la jefatura de los hogares (72,7%), además de la reducción de
casi 4 millones del número total de habitantes del país –un millón de personas
por año entre 2017 y 2019– producto de la migración, la disminución de la
natalidad y el aumento de la mortalidad en todas las edades.
En el caso de la
mortalidad infantil, Freitez dijo que el INE había estimado una tasa para esta
fecha de 12 por cada mil habitantes. Sin embargo, la ENCOVI registró una cifra
de 26 por mil, diferencia de 14 puntos que ubica el registro en niveles
similares a los de 1985-1990. “Los nacidos entre 2015 y 2020 vivirán 3,7
años menos a lo previsto en las proyecciones oficiales”.
Sobre la diáspora, el
estudio precisa que 19% de los hogares reporta que al menos uno de sus
integrantes emigró a otro país en el período 2014-2019, lo que equivale a
1.616.000 hogares. De los que partieron recientemente, la mitad (48%) está
entre los 15 y 29 años. 82,8% de quienes abandonaron el país alegaron motivos
laborales y apenas 1,3% mencionó razones políticas. Colombia, Perú y Chile, en
ese orden, son los países que concentran la mayor cantidad de venezolanos. 96%
de los emigrados (54% hombres) no ha regresado.
“La emigración post
pandemia reducirá su intensidad, pero no se detendrá, mientras los potenciales
migrantes perciban que su sobrevivencia no está garantizada en Venezuela y que
los países vecinos pueden sortear mejor esta crisis”, mencionó Freitez.
Empleo y dependencia
del Estado
El nivel de
participación económica de Venezuela es de 56%, el más bajo de América Latina
en todas las edades (15 a 60). Del 44% de la población inactiva, la mitad alega
que atiende responsabilidades en el hogar. Entre 2014 y 2019, el porcentaje de
trabajadores por cuenta propia subió de 31% a 45%, mientras el de asalariados
se redujo de 62% a 46% Ha sido en servicios y comercio donde la población ha
encontrado alguna forma de emplearse. Más de 80% trabaja en esta área.
Los pobres dependen
cada vez más de los bonos transferencias no laborales (pensiones, remesas,
transferencias públicas y transferencias privadas) y los pagos hechos por
programas del Estado representan 25,3% del ingreso familiar total. Según la
ENCOVI, a partir de 2018 se duplicó el peso de ese tipo de aportes respecto del
total del ingreso, que oscilan entre 1 y 5 dólares. Sin embargo, el estudio
determina que las transferencias estatales solo han reducido en 1,5% la pobreza
extrema.
En el caso del subsidio
de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción a través de las
bolsas/cajas CLAP, la encuesta revela que 5% de los que se encuentran en
pobreza extrema no reciben los alimentos, mientras que 22% de los no pobres o
no pobres extremos sí las recibe. En 2019 la cobertura de quienes reciben las cajas
CLAP subió al 92% (88% en 2018). El subsidio implícito entre el valor real y lo
que los beneficiarios pagan es de 10,3 dólares, precisa el estudio. Sin
embargo, las cajas CLAP no tienen periodicidad definida, según indicó 46% de
los hogares encuestados.
Sobre las remesas,
ENCOVI detectó un registro bajo de este renglón (10% del total de hogares las
recibe), que quizás el encuestado identificó como “transferencias privadas”,
indica el análisis de datos. 1 de cada 5 hogares tiene al menos un miembro emigrado,
de ese grupo 30% obtiene estos ingresos de sus familiares. La percepción de
remesas se concentra en hogares jefaturados por mujeres y en situación de
pobreza (66%).
COVID-19 profundizará
desigualdad educativa
Anitza Freitez expresó
que, visto en el contexto regional, Venezuela tiene una cobertura educativa
cercana a la de El Salvador o Colombia, distante de Argentina y Chile. En el
caso de la educación media la meta “está lejos de cumplirse, más de la mitad de
la población más pobre no completa la secundaria, es decir, no consigue
completar los 12 años de escolaridad que son necesarios para superar la
pobreza”.
El riesgo de exclusión
se hace bastante mayor entre la población más pobre de 12 a 17 años, donde 27%
se encuentra en situación de rezago educativo severo. De los 7 millones 863 mil
niños, niñas y adolescentes entre los 3 y 17 años que están en el sistema
educativo, 40% falta a clases “algunas veces” por: servicio de agua (23%),
apagones (17%), falta comida en el hogar (16%), transporte (7%), faltan
docentes (18%).Un 60% nunca falta.
La cobertura educativa
cayó con más fuerza en población con edad entre 18 y 24 años. La asistencia
escolar entre jóvenes de esas edades pasó de 48% en 2016 a 25% en 2019. Solo
entre 2018 y 2019 se redujo 5%. Del grupo entre 18 y 24 años (3 millones 136
mil) no se educan unos 2 millones 282 mil jóvenes. “Todos los esfuerzos de
ampliar la masificación al acceso a la educación universitaria han perdido su
significado, esos beneficios no llegan a los sectores más pobres”, lamentó
Freitez. “La cobertura educativa tocó techo y presenta enormes retrocesos.
Es ineficiente e insostenible el intento de masificación del acceso a la
educación entre la población de 18 a 24 años de los estratos menos
favorecidos”.
Del total de estudiantes,
solo 15% asiste a una institución privada, producto de la reducción de los
ingresos del hogar. ENCOVI no encontró disparidad por sexo en el acceso a la
educación.
Sobre el Programa de
Alimentación Escolar (PAE) que está estipulado para los estudiantes de 3 a 17
años, llega a 2 de cada 3 escolarizados, pero 74% de los encuestados informó
que recibe solo el almuerzo. “El funcionamiento es muy irregular. Solo 28%
se beneficia del programa todos los días”. Freitez aclaró que la ENCOVI no
indagó sobre calidad de los alimentos.
La directora del
IIES-UCAB advirtió los efectos que la COVID-19 tendrá en la profundización de
las inequidades educativas. “Quedarán aún más rezagados quienes tienen
restricciones de acceso a nuevas tecnologías y adolecen en el hogar del clima
educativo apropiado”, advirtió
Tanto España como
Freitez coincidieron en resaltar el alcance de este estudio, el “más grande,
diverso y único en su tipo” que se hace actualmente en materia social en
Venezuela. “Son poco más de 9.000 hogares encuestados, pero eso representa
una muestra de más de 33.000 personas, tomando en consideración todas las
personas que viven en los hogares”, dijo España.
El informe completo de
ENCOVI 2019-2020 y todas las ediciones anteriores están disponibles, para consulta
gratuita, en el portal web: proyectoencovi.com
Ficha técnica ENCOVI
2019-2020:
Muestreo
probabilístico, estratificado bi-etápico (selección de UPM por cada dominio y
luego 10 hogares aleatoriamente). Recolección de datos en 2 etapas: i) listado
para la actualización de los segmentos censales; y, ii) la encuesta en los
hogares. Aumento del tamaño muestral. La muestra total incluyó 1.692 SC en todo
el país (con excepción de Amazonas y Delta Amacuro), elevándose a 16.920 el
total de hogares. Fueron entrevistados 9.932 debido a que en marzo se
interrumpió el campo por la COVID-19. Período de recolección: noviembre
2019-marzo 2020.
Fuente: https://elucabista.com/2020/07/07/encovi-ucab-venezuela-es-el-pais-mas-pobre-de-america-latina-y-el-perfil-nutricional-se-asemeja-a-paises-de-africa/
07-07-20
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico