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viernes, 3 de julio de 2020

Para qué se milita en un partido político por @Daniel_Santolo



Por Daniel Santolo


Las organizaciones políticas forman parte de del sistema político, en los estados que lo permiten puede haber pluralidad de partidos, en otros podemos encontrar sistemas políticos de partido único, o de muy poca pluralidad por restricciones del propio sistema político gobernante, hay casos emblemáticos de países con partidos únicos o hegemónicos como lo son China, Corea del Norte y Cuba, partiendo desde estos países se da en el resto del mundo una variedad de sistemas de partidos con mayor o menor pluralidad.

En nuestro país se han venido desarrollando a lo largo de nuestra historia una gran cantidad de organizaciones políticas, algunas han perdurado a lo largo de los años, otras han desaparecido, pero también se han conformado nuevas organizaciones, algunas derivadas de las originarias, todas con fines e ideologías definidas, sobre todo las primeras que se conformaron tanto en las dictaduras como en las democracias.

Los objetivos de las organizaciones políticas son muchos, pero el de mayor peso es la búsqueda del poder político actuando democráticamente para ocupar espacios de poder, tanto regional como nacional.

Los partidos políticos son instituciones que se dan sus propias normas de funcionamiento y reglas internas, para la toma de decisiones, la mayoría de partidos funcionan al igual que las instituciones militares con líneas de mando claras y definidas, en algunos con mayor autoritarismo que en otros, mucho se debate sobre la necesidad de llevar a los partidos mayor democracia interna, esto siempre ha tenido una contraparte ya que son instituciones de afiliación voluntaria, puedes o no aceptar su normas internas, si no las compartes, tienes dos opciones, trabajas para cambiarlas desde adentro o te vas.

Lo mismo sucede con el compartir o no su ideología, si usted es de izquierda o de derecha, se afiliará a un partido que promueva su ideología, de lo contrario usted no militará en ese partido, es propio del sentido común.


Ahora, ¿de qué depende la fortaleza de un partido político?, en gran parte de su militancia, de sus bases sociales, de su conexión con las mayorías que deciden en las elecciones a quién se le otorgan esos cargos de representación popular, a todos los niveles. Políticos que han dejado huella en nuestra historia ocuparon diferentes cargos de representación popular, en 1944 Betancourt es electo Concejal por la Parroquia San Agustín de Caracas, Teodoro Petkoff varias veces diputado, y así como ellos muchos dirigentes políticos que se formaron en la lucha comunal pudieron acceder a cargos de elección popular, para desde allí, con la autoridad que le asignaba el cargo, seguir con sus luchas.

En la actualidad ciegamente algunas organizaciones políticas han dejado de lado la lucha por avanzar en la conquista de estos espacios, dejando a una militancia partidista sin sus escenarios naturales de combate, impidiendo su desarrollo político, ya que al no poder ejercer la política partidista desde estos espacios, debilitando abiertamente a las organizaciones democráticas. Lo mismo ha sucedido en gremio y sindicatos, que se han vistos impedidos de realizar sus elecciones para la escogencia de sus representantes, las que obtienen su legitimidad gracias al voto de sus afiliados.

Esta situación de abandono de los espacios naturales para la lucha política ha llevado a la casi desaparición de las diferentes organizaciones de base, entre ellas a los partidos, los que se han venido vaciando de dirigentes y militantes que no ven futuro en sus aspiraciones legítimas como políticos.

Así se perdieron casi las 2400 concejalías en todo el país, todos los consejos legislativos, estas últimas elecciones realizadas en el 2018, sin nombrar el abandono de las gobernaciones y alcaldías, espacios de poder que también habilitan a su militancia para seguir participando en la política práctica, todos ellos espacios para el debate y la lucha política democrática, espacios que si tomó el partido de gobierno, al igual que los consejos comunales y todas las instancias de participación popular, para desde allí seguir imponiendo el control su hegemonía política.

Todo esto se entregó a cambio de una supuesta salida de fuerza, un mantra inoficioso, ilusiones y narrativas estilo Hollywood, contribuyendo a la destrucción institucional de los partidos políticos y de su dirigencia media y de base, costara años retomar lo perdido, volver a levantar organizaciones políticas con contenido programático e ideológico, y llenas de entusiastas militantes, en donde se practique una verdadera democracia interna, y no sigan algunos pseudo líderes imponiendo su visión autoritaria, y peor aún, recibiendo lineamientos de potencias extranjeras para su devenir político, una llamada del departamento de estado de los EEUU puede más que mil palabras, de los militantes de base.

02-07-20





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