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sábado, 10 de octubre de 2020

Educación distante por @cecodap @fernanpereirav

 Por Fernando Pereira

María Tejada tiene 41 años y está domiciliada en el Municipio Libertador, parroquia San Pedro, urbanización Bello Monte, Conjunto Residencial Los Árboles. Está preocupada y contacta al Servicio de Atención Jurídica de Cecodap.

“No estoy del todo satisfecha con la educación que están recibiendo mis dos hijas de 3 y 8 años en un colegio privado ubicado en el municipio Chacao. Me considero estafada por las autoridades del colegio debido a que los profesores solo se han encargado de enviar guías, las cuales deben ser respondidas y enviadas por cada alumno en un tiempo y horario limitados sin garantizar el verdadero aprendizaje de sus alumnos.


No siempre tengo la capacidad de resolver y enviar las tareas a tiempo, ya que debo cumplir con las exigencias de mi trabajo como enfermera y no tengo tiempo libre para terminar las tareas de las niñas a tiempo y a su vez cumplir con las tareas del hogar. En segundo lugar, no tengo la capacidad de poder suplir el rol de los maestros en la vida de mis hijas. En tercer lugar, también he tenido problemas con el Internet y la luz.

Los llamo para saber si hay alguna normativa que rija la educación a distancia porque estoy muy desconcertada y, así como yo están otros representantes”.

Hemos cambiado el nombre de María respetando su deseo de confidencialidad.

¿Hay muchas madres en Venezuela que puedan pensar como María? ¿Son casos individuales?

Esta interrogante sirvió de catalizador para que Cecodap promoviera un estudio nacional al respecto con el apoyo técnico de Datánalisis. 72% de los venezolanos califica la educación a distancia con niños y adolescentes como deficiente o mala constituye el hallazgo central. Es un resultado que revela lo que está ocurriendo.

Al considerar el contexto relacionado a servicios públicos básicos y accesibilidad hay un efecto diferenciado. En regiones como oriente (59,1), los andes (58,8), centro occidente (57,1) y Zulia (54,2) hay una valoración de esta estrategia como deficitaria que supera la media global, o la observada en la región capital (38,9). Este resultado se relaciona a las suspensiones del servicio eléctrico prolongadas y a las fallas del servicio de Internet, especialmente en los estados del interior del país.

Aunado a esto, se encuentra la falta de lineamientos claros y uniformes por parte del Ministerio para la Educación que permitan desarrollar procesos de educación a distancia bajo criterios de calidad y especialmente adaptados en el contexto que impone la pandemia.

En el estudio se concluye: “Hemos observado que cada centro educativo estructura su propia estrategia, corriéndose el riesgo de que las mismas no estén adecuadamente contextualizadas a la realidad de los niños, niñas, adolescentes y sus familias. Esto resulta fundamental, puesto que no basta con impartir los contenidos tradicionales a través de otra plataforma, sino que la dinámica digital requiere adecuaciones programáticas que suponen cambios significativos a la planificación de las clases para lograr procesos pedagógicos que favorezcan aprendizajes significativos”.

Canales para la educación a distancia

Pese a que dos tercios de la población no posee acceso a Internet, para 87% de los participantes ésta se mantiene como la herramienta preferida para la educación a distancia. La televisión y la radio se ven sobrepasadas inclusive por formas analógicas como las guías impresas.

En lo relativo al acceso, el informe toma como referencia los datos de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel). El ente publicó recién su reporte de 2019, el cual indica que solamente 32 de cada 100 hogares tiene acceso a Internet residencial. Destaca que 79,97% de los usuarios de Internet acceden a través del consumo de datos celulares; sabiendo las limitaciones y condicionamientos que esta última modalidad puede tener para los requerimientos de la educación a distancia.

Es posible interpretar la preferencia del Internet sobre otros métodos de la mano de un componente aspiracional. El informe acota que “posiblemente la mayoría de las familias reconocen en internet la mejor herramienta para desarrollar procesos de educación a distancia, por lo que ese porcentaje no es sinónimo de acceso”.

Resulta llamativo para los investigadores que la segunda opción en preferencia sean las guías impresas con un 7,5%, una preferencia por encima de medios de comunicación tradicionales como la radio y la televisión. Los resultados evidencian una realidad: no se está utilizando el poder de penetración de la radio y televisión porque no hay contenidos diseñados orgánicamente para tal fin.

Regreso a clases en pandemia

83% de los participantes en el estudio manifiesta no estar de acuerdo con el reinicio de las clases en el mes de octubre de forma presencial o semipresencial.

Para los estratos socioeconómicos más bajos, la elección de no regresar a las aulas es mucho mayor. Al dividir la preferencia por zonas geográficas, el estudio arrojó que solo en la región capital el apoyo a la presencialidad aumenta.

¿Qué hacer en el próximo año escolar?

78% de los padres, madres o cuidadores participantes del estudio indica que debe utilizarse el inicio del año escolar 2020-2021 para reforzar y nivelar los contenidos impartidos en el año previo.

Para las familias de los estratos  socioeconómicos C y D, el nuevo periodo académico debe usarse para el refuerzo de los contenidos que pudieron verse afectados o no suficientemente consolidados en la finalización del año a distancia.

Por esta razón, entre las recomendaciones que enfatizamos  desde Cecodap, se encuentra la adaptación curricular para una educación a distancia y adaptada a un contexto de emergencia. En este ajuste, la organización aclara que se deben priorizar contenidos sobre la salud, autocuidado y salud mental y el fortalecimiento de habilidades sociales como la empatía, el respeto, y no discriminación.

Como podemos ver, María no está sola. Sus temores y dudas son compartidos en la inmensa mayoría de los hogares de Venezuela. Urge contar con una estrategia de información por parte de las autoridades educativas, así como desde los centros educativos hacia las familias para mitigar los efectos de la distancia y la incertidumbre. En medio de la pandemia urge una educación acerque a la gente o no aumente la distancia.

08-10-20

https://efectococuyo.com/opinion/educacion-a-distancia-educacion-distante/

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