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domingo, 20 de mayo de 2012

LA INIMITABLE GERENCIA CHAVISTA


Por ELIDES J. ROJAS L. 20.05.2012

El chavismo tiene elementos de identidad impepinables. Son como las huellas digitales o una cicatriz. Uno de ellos es la forma de solucionar problemas, de atacar crisis. No son normales. Es fácil reconocer cuándo la mano chavista ha pasado por ahí. La visión de un chavista en términos gerenciales no es igual a la que establecen las mejores prácticas mundiales.

La gerencia chavista se identifica por cuatro elementos claves. Primero, el tamaño de la crisis siempre es más pequeño y manejable que al final de la aplicación de la fórmula chavista. Segundo, si la crisis no existía antes, entonces la crearán ellos mismos. Tercero, la operación normal no existe, siempre estarán en emergencia. Cuarto, en algún  momento habrá colapso. Esto último es lo que permite identificar, sin posibilidad de equivocarse, cuando un chavista estuvo por ahí. Y si son varios chavistas a la vez, en la misma mesa, tipo Gabinete Ejecutivo, en plan de gerentes o administradores lo mejor es buscar un refugio contra efectos nucleares. El resultado será candela.

Dice la doctrina que las teorías tienen su prueba de fe en la práctica. Veamos, pues.

El equipo liderado por micomandantepresidente asume el poder con un sistema judicial dañado, manejado por tribus y bastante corrupto. Los machetes del chavismo toman el toro por los cuernos e inventan la necesaria situación de emergencia para nombrar una especie de alto mando judicial que en muy poco tiempo creó una súper mafia que es capaz de arruinar a alguien o de meter preso de por vida a quien señalen desde el trono. Sacaron a los jueces capacitados y metieron a verdugos de rojo. Nadie cree hoy en día en la justicia venezolana. Ni siquiera en ámbitos civiles o mercantiles. Simplemente, con los Aponte Aponte y los Velásquez Alvaray del caso, la desbarataron, la liquidaron. Eso es gerencia chavista.

Los machetes rojos encontraron un sistema eléctrico nacional en crecimiento, adecuado, con un plan a largo plazo y sin mayores contratiempos. Pero, en muy poco tiempo aplicaron su infalible fórmula cubanizante. Crisis, alto mando eléctrico y a tomar decisiones. Plantas, planticas, plata mal invertida, gigantescos negocios con los cubanos, mentiras, racionamiento, compra de equipos de mala calidad. Todo en un solo saco. Como se puede sufrir a diario, ahí está la mano chavista en todo su esplendor.

Pdvsa, cuando llegaron los magos del chavismo, estaba considerada entre las empresas más eficientes y rentables del mundo. Chávez no ha nombrado un alto mando petrolero, pero puso a un gerente rojo rojito de la calidad de Rafael Ramírez al frente del ministerio y de la empresa a la vez. Listo. Mandado hecho. Hoy es una empresa embustera en sus números y gestión. Sin credibilidad, endeudada y terriblemente corrupta. Incapaz de surtir el mercado interno y lista para embojotarla y entregársela a los chinos. Manos chavista en todos los rincones.

Agroisleña, una gran empresa. Eficiente, rentable, empleadora y de comprobada utilidad para el campo y el agro venezolano. Chávez la expropia, la bautiza Agropatria y se la entrega a sus lobos insaciables. En poquísimo tiempo no sirve ni para un conuco, menos para un cultivo organopónico. Se robaron hasta las pocetas de casi todas las agencias. Pierden plata al punto de que el gobierno castrista lleva 600 millones de dólares metidos ahí, sin contar los que Loyo decidió cuidar personalmente. Mano chavista hasta en la yuca.

La muestra de gerencia chavista es generosa. Tanto que da para otras entregas. Por eso las encuestas no son creíbles. Y menos las que hace la propia gerencia chavista.

Twitter: @ejrl


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