Por Luisa
Pernalete, 18/04/2012
Desde
hace unas semanas me ha sorprendido la aparición de unas pintas en paredes
de diversos lugares en Ciudad Guayana: “Frente
Müller Rojas – Soldados de la patria”, dicen las mismas. El
primero lo vi en Puerto Ordaz, en la Avenida Atlántico, pero a la semana ya
había unos cuantos por otras avenidas, entre esas, la Manuel Piar, en San
Félix.
Ante
esas pintas, una se pregunta ¿quiénes
son esos “soldados”? ¿Quién los organiza? ¿Quién los entrena? ¿Quién los
financia? ¿Estarán armados? Y sobre todo, me preguntó ¿para cuál guerra se preparan? ¿Contra
quién es esa guerra?
Según el
diccionario, soldado es: “El que
sirve en la milicia. Partidario o defensor de algo”.
Si vemos
la palabra milicia, en el diccionario leemos: “Ejercicio o profesión
militar”. Y si vamos a militar: “relativo a la milicia o a la guerra ”. O
sea, todo apunta a personas que se están organizando para una guerra o para
enfrentar a algún “enemigo”. Dejando a un lado el diccionario, cuando se
piensa en soldado uno lo relaciona también con una línea de mando vertical
–nada de discusiones para llegar a consenso-, lo relaciona con armas de
fuego … en fin: nada de chistes, la cosa es seria.
Claro
que estoy preocupada, pues en esta ciudad y en este país lo que menos
necesitamos es más armas, ya hay demasiadas. Incluso se ha nombrado una Comisión
Presidencial para el Desarme, de manera que aparentemente el alto gobierno
quiere desarmar a la población. ¿Quién
la está armando por otro lado? Si recordamos lo que la
misma Comisión mencionada ha dicho: la mayoría de los homicidios en
Venezuela se cometen con armas de fuego. Entonces no entiendo nada. ¿Unas
armas son malas y otras son buenas? Lo cierto es que todas buscan matar,
eliminar al otro.
En el
pasado Encuentro de Organizaciones
Sociales, realizado en marzo en Ciudad Guayana, Juan
Campos, coordinador de la Oficina de Derechos Humanos de la Diócesis, decía
a los asistentes que lo que necesitábamos no eran armas sino libros,
cuadernos, profesores de matemática –que no hay- liceos para los
adolescentes que deben trasladarse kilómetros lejos de su casa, buenas y
dignas universidades, no soldados armados.
Yo añado
recreadores para que los niños y adolescentes no terminen en las bandas
delictivas ante tanto tiempo libre ocioso. Añado músicos y artistas que
potencien las habilidades de los niños, niñas y adolescentes de sectores
populares, que terminan con su talento en canchas que son centros de
distribución de drogas. No armas, hay que decirlo muchas veces a ver si
alguien nos escucha.
Coincido
con Juan, no son grupos armados lo que necesitamos, ninguna guerra es buena
y ya la “guerra asimétrica” la tenemos declarada desde hace varios años:
gente inocente, desarmada, frente a mucha gente armada que tienen balas,
que se “pierden” y que matan a cualquiera que va a comprar pan, o que se
interponen entre los escolares cuando van a clase.
No sé si
el Frente Müller Rojas existe sólo en las pintas. En ese caso valdría
preguntar a quién desean asustar o alertar. Tampoco sé si existe en otras
ciudades del país. Mientras, yo insisto en educar para la paz y no para
guerra.
Fuente:
http://sicsemanal.wordpress.com/2012/04/18/para-que-guerra-se-preparan/#more-2098
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