Identificadores faciales, rastreadores de voz, sistemas de escaneo biométricos, programas que interceptan correos electrónicos o drones con cámaras de vídeo de altísima definición.
Las tecnologías con las que actualmente cuentan los gobiernos para ejercer de Gran Hermano habrían sorprendido a George Orwell, autor de '1984', novela que planteó qué pasaría en una sociedad controlada en exceso por un gobierno dotado con avanzada tecnología de vigilancia.
El panorama que dibujaba aquella novela no era nada alentador, y según activistas consultados, tampoco lo es ahora que esos sofisticados dispositivos ya no son cosa de ciencia ficción.
Es más, son tan reales que fuentes del sector aseguran que su compra-venta genera unos US$5.000 millones al año.
Una industria "oculta"
Según explicó a BBC Mundo Eric King, investigador de Privacy International, organización que trata de proteger la privacidad de los usuarios en internet, países como Argentina cuentan con una tecnología conocida como Deep Pocket inspection, un sistema instalado en un proveedor de internet que permite a muchos gobiernos el interceptar cualquier correo electrónico o mensaje de Facebook.
Argentina, apuntó, sólo sería un ejemplo de la gran cantidad de países que tienen acceso a tecnologías similares.
"Es una industria oculta que no está para nada regulada. Cualquier compañía occidental puede vender equipos que permiten espiar todo aspecto de la vida de la gente: su email, teléfono, seguir sus contactos o conocer sus contraseñas".
Hay algunos ejemplos de tecnologías, que según King quitan el hipo.
Una de las más comunes consiste en virus troyanos que son enviados al celular del usuario o su computadora y que cuando se abren dan a los gobiernos acceso total a su aparato, hasta el punto que pueden encender su micrófono e incluso su cámara de vídeo integrada.
También existen cámaras con tal definición que al tomar una foto de una manifestación, las autoridades son capaces de identificar los rostros de todos y cada uno de los participantes.
Y en Estados Unidos, el congreso aprobó en febrero una ley para desplegar una flota de drones (aviones no tripulados) sobre territorio estadounidense, que estiman estará compuesta por unos 30.000 aparatos en 2020.
Estos drones están equipados con sensores y provistos de potentes cámaras de vídeo capaces de volar a 5.700 metros de altura y realizar labores de vigilancia tanto de día como de noche.
Quién se reparte el pastel
En 2011, la página Wikileaks filtró un informe sobre las 133 empresas que hoy acaparan la venta de "sistemas de vigilancia e interceptación de comunicaciones" y que incluye nombres como Nokia-Siemens, Qosmos, Nice, Verint, Hacking Team o Amesys.
Según se detalló, 36 de estas empresas están basadas en Estados Unidos, 18 en Reino Unido, 15 en Alemania, 11 en Israel y 8 en Italia.
De acuerdo a Privacy International, en el caso de Reino Unido, muchas de estas empresas están siendo adquiridas por BAE Systems, el cuarto mayor contratista militar del mundo.
Eficaces en la lucha contra el crimen
Las tecnologías de vigilancia han probado ser muy útiles en la lucha contra el crimen, actividades de grupos rebeldes y traficantes de droga en América Latina.
En el caso de Colombia, tal y como reconoció el propio presidente Juan Manuel Santos en su libro 'Jaque al Terror', sobre la captura y muerte del guerrillero Raúl Reyes en 2008, este tipo de "tecnología para interceptar comunicaciones y señales electrónicas" jugó un importante papel a la hora de ubicar al líder de las FARC en Ecuador.
Y en el caso de Argentina, un sistema de escaneado biométrico se introdujo recientemente como la gran solución para combatir el crimen en el país.
Desde el 1 de enero de 2012 todos los recién nacidos son escaneados con el sistema cubano SIBIOS, que registra imágenes de su rostro y huellas dactilares de pies y manos.
La presidenta Cristina Fernández subrayó que el principal objetivo de la medida es la lucha contra el tráfico de niños.
Seguridad versus Privacidad
Sin embargo, el registro se extendió a todos los ciudadanos, y de acuerdo a la propia mandataria, en un periodo de dos años 40 millones de argentinos figurarán en el Sistema de Identificación Biométrica del estado.
El caso argentino es "muy preocupante", aseguró a BBC Mundo Katitza Rodríguez, peruana y directora internacional para los derechos humanos de la Fundación Fronteras Electrónicas, dedicada a proteger la libertad de expresión en internet.
"Para nuestra alarma, la presidenta Fernández ha ido mucho más allá, al punto de vincular el sistema de registro facial obtenido a través de las cámaras de vigilancia en la vía pública con las imágenes obtenidas a través del sistema SIBIOS".
"Las cámaras callejeras de videovigilancia están hoy en todas partes, por lo que esta funcionalidad es particularmente peligrosa y tiene el potencial de llevar a un sistema de vigilancia política generalizada", puntualizó.
"Ya hemos visto que incluso en países supuestamente democráticos como Perú y Colombia, la tecnología de vigilancia ha sido abusada y utilizada para fines políticos".
La sombra del DAS
En el caso de Colombia, Rodríguez se refiere el escándalo desatado en 2009, cuando salió a la luz una operación de seguimiento masivo de las comunicaciones telefónicas y correos electrónicos de activistas, periodistas, políticos y magistrados por parte del entonces Departamento Administrativo de Seguridad (DAS).
Los hechos provocaron en última instancia la supresión del DAS y la condena de tres exmiembros de la agencia de inteligencia.
No obstante, según denunció un informe emitido por la ONU en 2011, "las acciones de espionaje ilegal persisten en el país", alegaciones que han sido rechazadas por el ejecutivo colombiano pero confirmadas por varias organizaciones activistas consultadas por BBC Mundo.
"Después del DAS no tenemos razones para pensar que estas prácticas se terminaron", afirma Anthony Dest, asistente del programa para Colombia de la Oficina de Washignton para América Latina (WOBA).
"Tenemos reportes de que mucha gente siente que la práctica sigue dándose todavía, pero esto es muy difícil de probar", admitió.
Por su parte Eric King, quien asegura que las autoridades colombianas "utilizan muchísimo" anunció que su organización se dispone a invitar a algunos socios en Colombia para discutir el asunto dentro de dos meses".
Según detalló una de las tecnologías que emplean las autoridades en sus presuntas escuchas serían los sistemas de reconocimiento de voz proporcionados por la empresa española Agnitio.
Esta tecnología, permite reconocer la voz del "objetivo" cuando éste realiza una llamada telefónica aunque sea desde un teléfono público o uno que no es el suyo.
BBCMundo contactó a las autoridades colombianas sobre estas denuncias sin obtener respuesta.
Mayor regulación
Teniendo en cuenta el alcance de las nuevas tecnologías de vigilancia, hay quienes reclaman que se regule la venta de estas "armas" en potencia.
Un punto de partida sería que "las empresas que venden tecnología de vigilancia no apoyen gobiernos que cometen violaciones contra los derechos humanos", explica Rodríguez.
"Deben establecerse estándares legales que respeten el debido proceso y acceso a los datos por parte del gobierno en ciertas circunstancias y personalizada a la persona que quiere vigila, no prácticas de manera masiva".
"La vigilancia es la excepción, la regla es la privacidad", agregó.
"La seguridad nacional es muy importante", aclara por su parte King, pero también es el asegurarse de que la gente esté segura frente al abuso de poder, lo que incluye al estado. Si no hacemos las preguntas correctas al gobierno, el poder que tendrá sobre nosotros será imparable".
"Siempre tenemos miedo de referirnos a 1984, pero estamos bastante cerca"
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