Por Radar de Los Barrios, 20/05/2012
A) ¿PORQUE NOS IMPORTA A LAS PERSONAS DECENTES LO QUE PASA EN LAS CÁRCELES?
Para los ciudadanos decentes, que somos la inmensa mayoría de los habitantes de los sectores populares y de todo el país, mantenernos informados de lo que ocurre en las cárceles y presionar para que esa situación mejore es una actitud y conducta que debemos asumir EN DEFENSA PROPIA. No es un asunto de simple “solidaridad” con los familiares de los presos, o con los mismos privados de libertad. Para los ciudadanos honestos la crisis penitenciaria es literalmente un asunto DE VIDA O MUERTE, por una sencilla razón: Mientras las cárceles venezolanas sean universidades del crimen, las calles por las que transitamos serán cada vez más peligrosas; Mientras que en las cárceles venezolanas los “pranes” y sus socios de las mafias corruptas cívico-militares sometan a la población penitenciaria a un régimen de terror, de vejación permanente y de crueldad sin límites, nuestras calles seguirán siendo tomadas por delincuentes que habrán aprendido en la cárcel a actuar con crueldad contra sus víctimas, a producir terror en la ciudadanía. Por eso hoy en las calles venezolanas son desgraciadamente frecuentes crímenes atroces que hasta hace poco eran excepcionales.
Existe también una razón de principios: A los
venezolanos decentes nos importa los que pasa en las cárceles precisamente
porque somos decentes. Como decía Gandhi, una sociedad debe ser evaluada no por
cómo trata a sus ciudadanos ilustres, sino por el trato que le da a los más
humildes entre los humildes. Si comparamos las dignas condiciones en que estuvo
detenido el hoy Presidente Hugo Chávez por su responsabilidad criminal en el
sangriento golpe de Estado del 4 de febrero de 1992, con las infrahumanas
condiciones de reclusión en que hoy su gobierno tiene a los presos que
pre-agonizan en las cárceles venezolanas, veremos claramente que esta es una
vergüenza que debe denunciar y enfrentar todo venezolano decente, so pena de
convertirnos en cómplices por omisión.
B) ¿CUÁNTOS PRESOS HAY EN EL PAÍS? ¿PORQUÉ ESTÁN
PRESOS? ¿QUIENES SON? ¿EN QUE CONDICIONES VIVEN?
En la Venezuela de hoy se hacinan cuatro presos
donde debería haber sólo uno. Siete de cada diez presos podrían ser inocentes.
El perfil estadístico del preso común venezolano es: varón, joven y pobre. No
tienen atención médica, no tienen agua, hacen sus necesidades fisiológicas
sobre periódicos viejos que para ese fin le llevan sus familiares y están
sometidos a un régimen tiránico impuesto por los criminales más violentos (los
“pranes”), poder al cual están subordinadas incluso las autoridades
cívico-militares que deberían representar la autoridad del Estado.
En efecto, según cifras del Observatorio
Venezolano de Prisiones, para el año 2011 en Venezuela había ya 43.735 presos
de sexo masculino y 3.153 del sexo femenino, para un total de 46.888. Esto
implica un crecimiento explosivo de la población penitenciaria: Para el año
2008 se contaba con una población penal de 23.299 internos y en el año 2009
había 32.624, lo que representó un incremento de 140%. Desde el año 2008 hasta
el año 2011 la población penal se elevó en un 201,24%. De ese total, 31.629
internos se encuentran en carácter de procesados y sólo 13.551 personas están
sentenciadas, es decir, más de 31 mil seres humanos están sometidos al riesgo
mortal de estar en una cárcel venezolana sin que ningún tribunal de la
República haya establecido firmemente su culpabilidad en el delito del cual es
acusado y por el que está preso.
Culpables o inocentes, todos son en realidad reos
potenciales de una ilegal e inconstitucional pena de muerte, pues las cárceles
venezolanas son las más peligrosas del mundo: Aunque Brasil tiene ONCE VECES
MÁS PRESOS que Venezuela, presenta comparativamente CINCO VECES MENOS
ASESINATOS EN SUS CÁRCELES que los que ocurren aquí. Efectivamente, también
según cifras del Observatorio Venezolano de Prisiones, entre 1999 y el 2011 se
contabilizaron 5.066 muertes y 14.460 heridos en los diferentes centros penales
venezolanos. En el año 2011 se registraron 560 personas asesinadas en las
cárceles, lo que significa 124,4 homicidios por cada 10 mil presos. Con una
población penal de 513.802 internos, Brasil registró125 reclusos muertos en sus
cárceles durante todo el año 2011; Durante el mismo período hubo en Venezuela
560 homicidios en las cárceles de Hugo Chávez, aunque la población
penitenciaria aquí para ese momentos era inferior a las 47 mil personas.
C) ¿QUÉ DEBEMOS HACER LOS VENEZOLANOS ANTE EL DRAMA
PENITENCIARIO?
En primer lugar debemos tomar conciencia de que es
un problema nuestro, no un “drama ajeno”: ¡Mientras las cárceles venezolanas
estén como están actualmente, nuestros hogares, nuestros bienes y nuestras
vidas jamás estarán a salvo!
En segundo lugar debemos exigir TRANSPARENCIA en el
manejo de la información sobre la situación carcelaria: Es insólito que las
“autoridades penitenciarias” estén más pendientes de quitarles las cámaras a
los periodistas que de quitarles las armas a los “pranes”. Convertir en
Política de Estado la invisibilización del problema carcelario sólo contribuye
a garantizar anonimato e impunidad a las mafias cívico-militares que se lucran
con la miseria y la muerte de los presos y sus familiares.
En tercer lugar debemos entender que el actual
agravamiento de la crisis penitenciaria tiene una razón de fondo, que no admite
“paños tibios” ni “potes de humo”, sino que exige soluciones que también vayan
al fondo del problema: Tenemos una justicia “tipo Aponte Aponte”, donde los
jueces pueden ser delincuentes y eso sólo se “descubre” después que ese juez
delincuente rompe con el “proceso”.
La solución de fondo al drama penitenciario
venezolano pasa por tener en nuestro país un nuevo gobierno que cumpla y haga
cumplir la Constitución, que descentralice el manejo de las cárceles y coloque
su dirección en manos de personal civil calificado profesionalmente como
penitenciarista.
¡Ese, precisamente, es EL CAMINO!
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