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jueves, 31 de enero de 2013

Apuntes para una lucha no violenta



Por Luis Manuel Aguana, 27/01/2013

Nunca fui estudiante de tomar muchos apuntes. Cuando la cátedra se ponía difícil prefería ir directamente a los textos de bibliografía, de donde el profesor sacaba la materia que daba. Cuando se trataba de material de cierta complejidad tomaba notas acerca de las diversas fuentes para poder orientarme, cruzando las ideas. Por eso cuando algún compañero que faltaba a clases me pedía los apuntes, no le servía de nada lo que le daba porque más bien aquello parecía un crucigrama inentendible.

Eso es lo que siempre he hecho, nunca he dejado de estudiar. Las clases de nuevas materias son permanentes en la vida y ahora estoy tomando notas en una nueva para mí: la lucha No Violenta. Pero en esta oportunidad espero que el material si sea entendible porque al parecer hay muchísima gente que falto a clases o peor aún, no saben ni siquiera que hay que asistir a clases.

En efecto, cuando usted no sabe de algo y quiere enterarse para hacerlo bien tiene que pasar por un proceso de aprendizaje. Yo no me atrevería a construir un puente sin haber pasado por 5 años de aprendizaje universitario en ingeniería civil. Indudablemente, si me atrevo a hacerlo, el puente se caería y lo peor sería ponerme a llorar porque al volverlo a intentar se vuelva a caer. Se tiene que aprender. ¿Y de quien? De quienes lo saben hacer.

Por eso me ha extrañado que quienes hemos emprendido la lucha No Violenta, la resistencia civil en contra de este régimen, hayamos hecho tan poco esfuerzo por aprender a hacerlo. Y no es que yo me las esté dando que sí lo sé y les pretenda dar aquí una clase sin saber. “Solo sé que no sé nada”, Sócrates dixit. Este es el primer paso.

No puedes salir a la calle para que te den palos a ciegas porque tú disientes del régimen, sin pensar. Y no estoy diciendo que cuando haya una situación que amerite una protesta, esta no se haga. Lo que estoy diciendo es que ésta se haga y se quede allí, y todo lo que se sufrió con tanto esfuerzo, incluso de vidas humanas, se pierda en un vacio porque nadie se tomó la molestia de concertar esfuerzos para que eso tuviera un norte hacia un objetivo que lleve a que lo que origino esa protesta no se vuelva a presentar.

Tales ha sido los fracasos continuos desde el 11A que ya la gente está cansada de salir a las calles a protestar. Dicen ¿para qué? Y el régimen muerto de la risa haciendo creer que son mayoría porque a nosotros se nos enfrió el guarapo,  Y NO ES ASI. Deponer el ánimo de lucha es el primer paso de la entrega del país.

El último golpe desgarrador fue el 7-O. Una oposición movilizada a nivel nacional, un gobierno que no podía llenar ni una plaza de pueblo sin pagar autobuses, sale derrotada porque su candidato se entrega sin pedir al menos que se cuenten las Constancias de Verificación Ciudadana. Y entonces se le hace creer a los venezolanos, con la ayuda de la oposición entregada, que las cifras de este CNE cubano son ciertas y se convence a la población que somos minoría. ¿Qué vaina es esa?

¡SOMOS MAYORIA! Y todavía el candidato que tuvimos cree que esos votos son de él sin pasearse por el pequeñísimo detalle que la mayoría de los venezolanos NO DESEAMOS UN REGIMEN CUBANO EN VENEZUELA. Y que todos salimos a las calles en su campaña política para apoyar a cualquiera que pacíficamente y con los votos, estaba llamado a cambiar el estado de cosas en nuestro nombre. Si hubiera sido el portero de la MUD hubiera sacado exactamente el mismo número de votos y hubiera movilizado a la misma gente.

Entonces el primer apunte de la clase es que el requisito fundamental para una protesta no violenta es la creencia sin ASOMO DE DUDAS, QUE SOMOS MAYORIA QUIENES NO DESEAMOS UN GOBIERNO CUBANO NI LA INTERVENCION CUBANA EN VENEZUELA; Y QUE ESA MAYORIA NO SE REFLEJÓ EN LAS URNAS PORQUE EL GOBIERNO HIZO FRAUDE.

¿Y porque hablo de resistencia no violenta ahora y no antes, aun cuando tuvimos un 11A? Porque como muchos venezolanos me creí el cuento bien elaborado de la oposición “formal” de que podríamos pacíficamente, en una siguiente y siguiente elección, salir de un gobierno malo. Que si bien era cierto que había una abyecta entrega del Presidente al “mar de la felicidad” cubano, tarde o temprano saldríamos electoralmente de él. Pero al ir profundizando el tema electoral, ya es para muchos evidente que esa salida nos la ha vetado el régimen.

Y si a una mayoría no le es permitido expresarse por los medios pacíficos y constitucionales acerca del gobierno que desean porque un régimen entregado a un país extranjero secuestró ese medio de expresión fundamental que es el voto, entonces su salida es protestar masivamente, desconociendo el régimen, legislación o autoridad que está contrariando los valores, principios y garantías democráticos o menoscabando los derechos humanos (Elecciones Auténticas) tal y como señala el Art. 350 de la Constitución, teniendo el DEBER de colaborar para el restablecimiento de su efectiva vigencia, tal y como indica el Art 333 constitucional.

Esto nos lleva indefectiblemente a aquellos quienes vemos que esto ya es abierta y declaradamente una intervención extranjera en Venezuela, y que no cesará porque tienen el control del sistema electoral, al inicio de una protesta cívica, no violenta y continuada que implique la colaboración organizada de esa mayoría, hasta que se restituya el Estado de Derecho en Venezuela y se expulsen pacíficamente a los invasores.

Debemos comenzar por revisar las experiencias que ya hemos vivido en Venezuela. Es por eso que es importante consultar el recuerdo de nuestros héroes vivos que combatieron la dictadura de Perez Jimenez y que colaboraron para llegar a esa liberación el 23 de Enero de 1958. Pero también debemos ir más allá. Tenemos que estudiar detenidamente las experiencias internacionales recientes de la Primavera Árabe, los casos de Serbia, Ucrania, Irán, Siria, Túnez y Egipto, solo por mencionar algunos, cuyas sociedades han manifestado en las calles y han podido salir del sometimiento de un régimen que castra las libertades.

Sin embargo ahora nuestro caso se ha complicado. Ya el problema dejó de ser Chávez. Ahora se trata del sometimiento de nuestro país a un gobierno extranjero dictatorial con la complicidad de factores locales que han permitido una invasión abierta al país. Eso es un problema inédito en el mundo, que necesariamente deberá convocar a nuestras mentes más lúcidas para poder abordarlo con éxito. Es por eso que debemos estudiar mucho y actuar al mismo tiempo.
Para esta primera clase, por lo pronto, les paso estos apuntes para que empecemos el estudio inicial, con dos referencias bibliográficas que son de indispensable revisión y lectura. La primera es un video documental de 52 minutos que usted debe ver de cabo a rabo para que aterrice acerca de quienes han abordado este problema a nivel mundial y como se debe y se puede organizar una resistencia inteligente en contra de este régimen autoritario (verlo en https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=dHezFksIM68#). No es un tutorial. Es la historia del uso y aplicación de las ideas de Gene Sharp, del Instituto Einstein de Boston y su obra “De la Dictadura a la Democracia”, y cuya práctica el video describe desde 1989 en Birmania hasta el año 2011 en Egipto y la Primavera Árabe. Es por eso que no podemos salir a la calle como loquitos para que nos mate el régimen sin antes organizarnos adecuadamente.

Es interesante ver que en el minuto 29:36 del video aparece un Chávez vigoroso desacreditando públicamente el trabajo del Instituto Einstein, prueba evidente del terror que les causa un movimiento organizado de la gente en resistencia activa no violenta.

La segunda referencia es la propia obra principal de Sharp, “De la Dictadura a la Democracia”, que he subido en la previsión de que lo puedan encontrar con seguridad (bajar desde https://docs.google.com/file/d/0B6yI0gUROWzDLW9MeWxlVWtqQ2s/edit). Es importante que lean la obra y la internalicen, en especial aquellos grupos que deseen hacer resistencia activa no violenta.

Por ahora no comentaré la obra de Sharp y su posible aplicación al caso venezolano. Eso lo comenzaré a hacer en próximas notas. Por ahora solo haré aquí referencia a una parte del video que me llamó la atención porque su concepto forma parte de lo básico que debemos entender. Es la Lección 6: No Te Rindas. Mientras no nos rindamos, NUNCA seremos derrotados. ¡A organizarnos pues!


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