Por
Ana Martínez, 22/01/2013
La educación es un Derecho Humano que está
contemplado en una serie de documentos y tratados internacionales suscrito como
refrendado por la Carta Magna nacional, pero el derecho a la enseñanza no es
sólo el hecho consumado de educar por hacerlo, sino que debe ser de calidad y
profundidad, ya que la masificación en muchas ocasiones va en detrimento de la
optimización de la misma.
En este momento la educación venezolana está
pasando por un mal momento, porque a pesar de la democratización de la
educación que hemos visto a través de las misiones sociales, también es un
hecho real, tangible, público, notorio y comunicacional que el sistema
educativo formal público venezolano ha ido de mal en peor.
Hoy existe un caótico déficit de profesores
de Matemática, Física y Química, en este momento las llamadas “tres marías”,
como le dicen o decían los muchachos de bachillerato a estas tres materias, no
están siendo impartidas en un número importante de planteles educativos lo que
radica en una mala preparación de los jóvenes en áreas indispensables para su
formación como parte su futuro, personal y el colectivo.
El Gobierno nacional en su afán de sumar
números y datos a su propósito de abultar las cifras de preparación educativa
ha puesto en marcha la decisión de colocarle a los muchachos que no han cursado
“las tres marías” el término “exonerado” como justificación ante la ausencia de
personal que dicte estas disciplinas del pensamiento primario, esto aunado a
que por ley no puede existir joven aplazado, por ende aunque el estudiante no
éste totalmente preparado lo pasan de nivel, se evidencia la pésima calidad de
educación que le estamos dando a las próximas generaciones.
Como madre, pero también dirigente social, me
preocupa en sobremanera que en este momento estemos construyendo un país con
bases de barro, porque a la medida que la educación no sea buena en esta misma
medida crece las posibilidades en retroceder como nación; estoy convencida que
en este momento se están violando los Derechos Humanos de miles de jóvenes
estudiantes, quienes están siendo víctimas de una muy mala formación.
Esta administración nacional no se ha
interesado en optimizar la educación, sino en socializarla y crear de ella un
instrumento de dominación político-ideológico lo cual vemos en muchos textos de
educación primaria y segundaria en la cual palpamos el interés de politizar la
enseñanza y endiosar míticamente episodios históricos que resaltan el “valor de
la revolución”.
Nos preguntamos ¿qué educación se le están
impartiendo a nuestros hijos?, ¿qué clase de sistema es este el cual no ve al
niño como un ser humano en formación, sino como una estrategia de politización,
reculturización, y de números que engrosan argumentos propagandísticos?,
nosotros como padres, y madres de familia no podemos seguir permitiendo que el
futuro de nuestros muchachos estén en riesgo y con ellos el porvenir de la
nación.
@ana_anaco
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