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lunes, 21 de enero de 2013

Una idea sobre el Parlamentarismo de Calle como herramienta útil.


Carlos Romero Mendoza 19 de enero de 2013

Vía Twitter se anuncia un parlamentarismo de calle en el municipio Chacao, que aparentemente impulsa la diputada a la Asamblea Nacional Dinorah Figueras; independientemente si ella es o no representante de los ciudadanos electores de Chacao, resulta interesante la iniciativa de tomar el término de “Parlamentarismo de Calle” y demostrar que esa “marca” no es de uso exclusivo del oficialismo, como tampoco lo es el derecho a informar y debatir con los ciudadanos.

Imaginemos que cada diputado toma la osadía legítima de convocar a un Parlamentarismo de Calle en su natural circunscripción electoral, para debatir, dialogar, informar, reflexionar y escuchar a sus propios electores en relación al valor del 23 de enero de 1958 en nuestra historia, y en ese espacio informar sobre la agenda legislativa 2013, oír de los ciudadanos sus opiniones sobre la realidad actual y sus propuestas en materia legislativa.

Agreguemos a este ejercicio de imaginación, que ese Parlamentarismo de Calle se hace simultáneamente el mismo día 23 de enero en 24 ciudades del país y que luego se lleve la opinión de los ciudadanos de todas las regiones del país, a través de la representación parlamentaria al propio foro político de la Asamblea Nacional.

¿Es difícil algo así por parte de los diputados de oposición?, la inversión económica es inexistente prácticamente porque el diputado reside en su circunscripción electoral y además hablamos de reunir a vecinos de esa circunscripción electoral.  ¿Es que acaso el 23 de enero de 1958 sólo tiene valor para los caraqueños?.

El encuentro permanente entre el parlamentario y el ciudadano, es decir, entre el elegido y el elector, debería ser algo normal, pero no es así; aún cuando hoy ese contacto permanente se puede lograr más efectivamente gracias a las distintas herramientas tecnológicas que existen, y que por cierto, nunca podrán obviar la necesidad de un contacto regular más directo y personal.

La Constitución establece expresamente que el diputado es responsable sólo ante sus electores, por tal motivo, este principio es suficiente para justificar que haya permanente contacto entre diputados y sus electores. La Asamblea Nacional tiene constitucionalmente entre otras obligaciones, el velar por la autonomía y los intereses de los Estados, así como también, de organizar y promover la participación ciudadana, a tal fin, el rol del diputado encuentra otra justificación para mantenerse en contacto con el soberano, es decir de aquellos ciudadanos que residen en el pedacito de territorio que él o ella representan.

Reunirse en el marco del 23 de enero, reflexionar sobre el valor de la Democracia e informar sobre la actividad parlamentaria, es un ejercicio claro, directo y concreto de cómo opera y se complementa la democracia directa y la democracia representativa, y de qué forma ambas se complementan en la formación ciudadana que es necesaria para alimentar el espíritu de la democracia y darle mayor valor al significado de la descentralización y de las institucionalidad democrática.   Además, en la actualidad es una forma de promover que el ciudadano comprenda mejor la compleja realidad política del país.

Una propuesta como el Parlamentarismo de Calle en cada estado y promovida por diputados de la oposición como planteo en este escrito, puede y debería ser desarrollada en el marco de la UNIDAD, y contribuiría a construir un espíritu real de UNIDAD.  Giovanni Sartori, en varios de sus escritos afirma que las democracias carecen de viabilidad si sus ciudadanos no las comprenden, en este sentido, el Parlamentarismo de Calle, o la reunión regular entre los ciudadanos y sus representantes electos para el parlamento es una de las distintas modalidades que existen para comprender en la práctica el significado de la Democracia.

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