Escrito por Ramón Guillermo Aveledo miércoles, 23 de
Enero de 2013
La unidad de los demócratas
venezolanos, de todos aquellos que quieren un cambio en paz hacia una
democracia más completa en lo político, económico y social, es un factor clave
en la racionalización de nuestra política. Todo el mundo sabe que sin esa
unidad sería mucho más difícil, una lucha que de por sí lo es, dado el
superávit de recursos y el déficit de escrúpulos de quienes están en el poder.
El primer problema de la falta de unidad es el de la credibilidad nacional e
internacional. Nadie serio piensa que si no son capaces de unirse los factores
que aspiran a un cambio, menos serían capaces de ganar y gobernar.
Por eso desde que existe, la Mesa de la Unidad Democrática cambió las cosas. La oposición dejó de ser simple oposición para convertirse en alternativa. Hay una política, una estrategia, un programa y una plataforma electoral. Fuimos juntos a las parlamentarias y, tras un proceso de primarias y acuerdos, también a las presidenciales y a las regionales.
El gobierno busca romper la Unidad. Que exista es el problema mayor para cumplir sus planes hegemónicos. Por eso ataca de modos abiertos y encubiertos. Intenta dividir y desmoralizar. Todos lo saben. Todos lo entienden.
La Mesa empezó como un foro de encuentro de movimientos políticos, supo convertirse en alianza electoral, y evoluciona hacia una coalición política. Coalición que debe relacionarse con todos los sectores sociales. Porque el pluralismo, natural en la sociedad y que toda vocación totalitaria aspira borrar, es esencial en la lucha por defender las libertades. Pluralismo son las diversas asociaciones, sindicatos, organizaciones empresariales, universidades, colegios profesionales.
La MUD es un logro de Venezuela y su vocación democrática. Un instrumento de lucha al servicio de todo el país. Ha tenido aciertos y logros. También, desde luego, cometido errores y mostrado carencias. Toda esa experiencia debe ser aprovechada.
La solución no es menos unidad, sino más unidad. Así se avanza. Deshacer lo hecho es retroceder. Destruir no ayuda.
Fortalecer la Mesa de la Unidad, mejorarla, ampliarla, abrir sus puertas. Unir más la Unidad. En la lucha constante, de todos los días.
Todo eso y mucha conciencia del compromiso. Esta no es política normal, de mero trámite. Esta es una lucha decisiva para que los venezolanos sigamos adelante, con paso seguro, hacia ese país que soñamos, donde todos podamos ejercer el derecho a vivir y progresar en paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico