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lunes, 21 de enero de 2013

Pérez Jiménez y Hugo Chávez


Por Eddie Ramírez, 20/01/2013

¿Qué significaron en la vida política, económica y social de Venezuela estos personajes? ¿Qué tienen en común y qué diferencia a estos militares que coparon la vida nacional durante un largo período? A una distancia de 55 años del derrocamiento de Pérez Jiménez y a pocas semanas de la separación de Chávez del gobierno cabe reflexionar sobre estos autócratas y su influencia en el país.

Pérez Jiménez asumió un poder compartido el 24 de noviembre de 1948, cuando participó en el golpe de estado que derrocó al novelista Rómulo Gallegos. A partir del 13 de noviembre de 1950, debido al asesinato del coronel Carlos Delgado Chalbaud tomó todas las riendas del poder. Para ello contó con el apoyo de las Fuerzas Armadas y de muchos civiles de cierto estatus social que avalaron el fraude electoral para elegir una Asamblea Constituyente en diciembre de 1952, la cual lo designó “presidente constitucional”. El 23 de enero de 1958 fue derrocado por un movimiento cívico-militar, que fue posible construir gracias a un pacto de unidad entre los partidos AD, Copei, URD y el PCV. En ese movimiento participaron dirigentes políticos, empresarios, intelectuales, estudiantes, gremios profesionales, sindicalistas, la Iglesia y los militares. La Junta Patriótica tuvo un papel importante, uno de cuyos miembros, Enrique Aristiguieta, sigue activo en defensa de la democracia.

El gobierno de Pérez logró un gran crecimiento económico, incentivando al sector privado y promoviendo una excelente corriente migratoria de españoles, italianos, portugueses y de otras nacionalidades, que realizaron un aporte fundamental al país. Nunca se apoyó en el pueblo, sino en la clase alta y media-alta. Construyó muchas obras de infraestructura y modernizó Caracas. Descuidó la educación, cerró universidades, asesinó, torturó, encarceló y exilió a numerosos venezolanos por intermedio de la Seguridad Nacional. Fue descarado, procediendo sin necesitad de contar con jueces complacientes. Se autoexilió, fue extraditado y pasó cinco años preso por corrupción. No pudo ser juzgado por sus violaciones a los derechos humanos. Fue el primero de su promoción, sin ser particularmente brillante, pero sí un hombre con suerte para estar en el lugar y tiempo apropiados.

Chávez también intentó llegar al poder mediante un golpe de estado, pero fracasó y fue convencido por su entorno izquierdista y antipartido de explorar la vía electoral, en la que tuvo éxito. Se apoyó en un discurso dirigido a los pobres, intentando presentar la utopía del comunismo disfrazada como un nuevo socialismo. Los petrodólares le permitieron aplicar una política de dádivas a los de menos recursos y a gobiernos de la región para neutralizar acciones en organismos internacionales. Su política económica estuvo orientada a “destruir para luego construir”, por lo que el Estado se apoderó de fincas, industrias y empresas de servicios privadas. Deja al país en muy malas condiciones.

Secuestró a todos los poderes y organismos del Estado. Por tener que adaptarse al siglo XXI, su represión política fue más disimulada que la de Pérez, debiendo apelar a jueces y fiscales sumisos, pero su régimen también tiene en su haber asesinatos, torturas, presos, exiliados y censura selectiva a la libertad de expresión. Revirtió la tendencia migratoria y miles de inmigrantes regresaron a sus países y, algo inédito, los venezolanos iniciaron un éxodo masivo en búsqueda de paz, seguridad y mejores oportunidades. No fue un militar brillante, pero sí carismático y tiene en su haber el colocar el tema de la pobreza sobre el tapete, aunque con su anacrónica visión económica solo aplicó paños tibios a este problema.

Ambos fueron dictadores adaptados a sus épocas. Chávez fue más dañino para el país al destruir la propiedad privada, incentivar la división entre los venezolanos y propiciar la fuga de talento. Dos ejemplos de errores cometidos por todos nosotros por acción o por omisión. ¡Viva la unidad del 23 de enero y aprendamos la lección!

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!


Eddie Ramírez es miembro de Gente del Petróleo

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