jueves, 10 de enero de 2013
La peligrosa lógica de lo ilógico
Editorial de Analitica.com, 09/01/2013
Lo lógico sería seguir los pasos que claramente marca la Constitución, es decir, declarar el 10 de enero lo obvio y además formalmente anunciado por el Vicepresidente, que el Presidente sigue enfermo al punto que no puede viajar a Caracas a asumir su nuevo mandato presidencial. Se encargaría por convocatoria del TSJ el presidente de la Asamblea Nacional, la cual a su vez concedería un nuevo permiso de ausencia temporal del mandatario por 90 días prorrogables por un lapso similar. Y el Presidente provisional Cabello nombraría a Nicolás Maduro Vicepresidente Ejecutivo. Cuando Chávez pueda pararse de la cama clínica de cuidados intensivos y regresar al país, pues viene, la Asamblea o el TSJ lo juramenta y el Presidente provisional le entrega el mando.
Pero algo agarrota y enreda a la dirigencia chavista y prefiere enredarse en interpretaciones forzadas de la Constitución, transforma ilícitamente el vencimiento de un período presidencial e inicio inmediato de otro en una prolongación inconstitucional y muy riesgosa. Las elecciones del 7 de octubre no fueron para prolongar un mandato, sino para otorgar otro.
Tal vez la lógica por debajo del ilógico enredo de estos días sea que a todos los conviene ganar tiempo. Hay que tener el carisma y la comprobada habilidad política y de manejo de las masas y de los medios que sin duda tiene Hugo Chávez, para enfrentarse a un gobierno que se prevé extremadamente complicado con una economía caótica y mal manejada, con la perspectiva de medidas económicas difíciles y de consecuencias altamente impopulares que, según los especialistas, no pueden dilatarse más.
Pero el temor y la falta de costumbre de tener y ejecutar iniciativas propias, angustian y hacen ver mal las perspectivas a quienes tienen la responsabilidad de sostener no sólo a un gobierno, sino a la Constitución y a la república. Los verdaderos estadistas y los generales victoriosos no se dejan enceguecer por los problemas previstos o los “sobrevenidos”. Mantienen la cabeza fría, analizan y toman decisiones que son necesarias aunque luzcan difíciles. Los dirigentes del chavismo se están dejando poner contra la pared y toman decisiones de muy remota legalidad, y ni siquiera se atreven a ejecutar las instrucciones que el propio Hugo Chávez les dio en una recordada cadena de radio y televisión. Allí les marcó el camino que ahora no se atreven a andar.
En tiempos de emergencias, ganar tiempo no siempre es la mejor salida, muchas veces es la peor, la más peligrosa. Como el cáncer, que detectado y atendido a tiempo, es las más de las veces curable y el enfermo recuperable. La lógica de forzar normas para correr la arruga a ver si se produce un milagro es absurda, altamente riesgosa, muy difícil de manejar y, por eso, absolutamente ilógica. El miedo a la realidad es un pésimo consejero.
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