LUDMILA VINOGRADOFF / CORRESPONSAL EN CARACAS Día
22/08/2013
Renuncia en masa de los periodistas
independientes que fueron el bastión informativo de la oposición venezolana
A unos periodistas el gobierno de
Nicolás Maduro intentó comprarlos para que se quedaran y a otros les dieron un
portazo en sus narices para que no volvieran. En resumen, la cadena informativa Globovisión
luce una nueva cara esta semana: abiertamente a favor del
gobierno tras la renuncia masiva de sus periodistas y también la de
sus anunciantes publicitarios, además de su presidente oficialista Juan Domingo
Cordero.
El cascarón vaciado por los que le
dieron brillo durante 18 años fue llenado con informaciones oficialistas y
anuncios gubernamentales. Con notas sobre deportes y entretenimientos
nacionales e internacionales los nuevos dueños han cubierto las 24 horas de
programación del único canal informativo que existe en Venezuela y
que se encuentra sumido esta semana en la oscuridad desde que sus empleados
decidieron renunciar en masa por algo tan simple y complejo como la falta
de libertad de expresión.
La renuncia comenzó el pasado viernes
con Jesús Torrealba y sus programas «Radar de los Barrios» y
«Del Dicho al Hecho», seguido deLeopoldo Castillo y su «Aló
Ciudadano», que fue la estocada contundente para que se definiera el canal que
fue comprado por el gobierno en junio pasado.
Cuatro días después los periodistas
María Elena Lavaud, Norberto Mazza, María Isabel Párraga, Roberto Giusti, Ana
Karina Villalba, Román Lozinski (recibió un portazo), Alba Cecilia Mujica y
Gladys Rodríguez emitieron este martes un comunicado, a propósito de su
condición de ex trabajadores del canal de noticias Globovisión.
«En marzo pasado fuimos sorprendidos
con la noticia de la venta
irreversible del único canal informativo de Venezuela. Se nos dijo que en
manos de sus dueños fundadores, el proyecto era jurídica y económicamente
inviable. Cinco meses después, con pleno y absoluto conocimiento de causa,
tenemos que alertar a la población venezolana:Globovision es moral, ética y
periodísticamente inviable», dice en su comunicado.
«Progresivamente hemos visto cambios y
condiciones inaceptables para el libre ejercicio de nuestra profesión: la
promesa básica del equilibrio, que por cierto siempre hemos intentado tener, se
ha convertido en censura a noticias y programas; lista
negra de invitados; intentos de imponer preguntas a algunos periodistas;
irrespeto a la integridad; menosprecio al ejercicio profesional e injustificado
desequilibrio en el balance de los espacios de noticias. Vemos con estupor cómo
directivos del canal han manifestado su intención de eliminar 'la denuncia' de
la programación. Observamos con profunda tristeza y preocupación que los
programas de corte social están desapareciendo. La pantalla de hoy es
elocuente».
«¿Ante qué estamos? Estamos ante la
amenaza más seria que ha sufrido la libertad de expresión en los últimos
tiempos. No se trata del caso puntual de Globovisión. Se trata de que
Venezuela, en el momento más crítico de su historia política reciente, se está
quedando sin medios libres e independientes y a merced de una
sola visión de país», añade el comunicado.
Roberto Giusti, del programa «Grado 33», dijo que
«lo que debió ser una transición gradual, fue una transición brutal,
lo que cambiaron fueron los tiempos porque sabíamos que venían cambios, pero no
de este modo. Este cierre es más grave que el cierre de Rctv (2006)
porque cuando sucedió eso la población tenía la alternativa de Globovisión,
pero ahora ya ni eso, la gente no tiene de que manera obtener una versión
distinta de la realidad».
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