Páginas

domingo, 25 de agosto de 2013

Instancias de la tolerancia

FÉLIX PALAZZI* sábado 24 de agosto de 2013
Doctor en Teología Dogmática
@felixpalazzi

Cuando un gobierno necesita falsear la verdad, incurre inevitablemente en la injusticia

La tolerancia no es un valor abstracto. Ella posee instancias concretas que la hacen posible y fomentan el reconocimiento mutuo. No existe tolerancia sin el arduo ejercicio del reconocimiento en la verdad y la justicia. Este reconocimiento evita que la tolerancia se confunda con la complicidad, la resignación o la claudicación de nuestra esperanza. Evocar el valor de la tolerancia desde la mentira y la injusticia no es sino una forma educada de sumisión.

Nos queremos referir a las instancias de la tolerancia porque es un ejercicio necesario para construir los espacios posibles que nos permitan fortalecerla y hacer de ella un objetivo común. Muchas veces claudicamos ante la intolerancia por maximizar el rol y papel de una de estas instancias. Las grandes instancias de la tolerancia a las que haremos referencia son cuatro: la gubernamental, la Iglesia o credos de fe, la educación y la colectividad civil o política. El reconocimiento de estas múltiples instancias permite recuperar el equilibrio perdido y el fortalecimiento de un objetivo sociopolítico común.

La instancia gubernamental debería ser una clara referencia como ente garante y promotor de la tolerancia. Existen gobiernos que se han propuesto llevar procesos de reconciliación nacional. Estos procesos exigen la conformación de iniciativas y comisiones de la verdad que, sin privilegiar intereses particulares, permiten lograr acercarse a aquellas realidades que la falsearon sembrando el odio y la división. Es imposible vivir en tolerancia sin el empeño plural y común por la búsqueda de la verdad que nos atañe a todos y el compromiso por la justicia que implica la protección e igualdad de oportunidades sin distinción de la orientación política, religiosa, sexual o social.

Reconocemos la hipertrofia de las instituciones estatales cuando el poder es usado para el beneficio de un proyecto único o intereses particulares que terminan distorsionando la propia naturaleza y fin de esas instituciones que deberían velar por el bienestar del colectivo. Cuando un gobierno necesita falsear la verdad, incurre inevitablemente en la injusticia. A su vez, cuando la justicia omite el empeño por la verdad, se transforma en el brazo ejecutor de la intolerancia.

Otro signo evidente de la deformación del papel del Estado se refleja cuando las instancias que deberían servir como espacio plural y de reconocimiento en el diálogo nacional sólo sirven para realizar interminables monólogos por la conquista del poder.

La hipertrofia de una instancia, aún cuando esta sea importante para la construcción de la tolerancia, no debe llevarnos jamás a la claudicación o a pensar que la realización de la tolerancia es un horizonte imposible. Antes bien, debemos ubicar, fortalecer y reconocer otras instancias que hagan de la tolerancia un valor común realizable, pues sin ella no hay paz o futuro posible.

Tomado de: http://www.eluniversal.com/opinion/130824/instancias-de-la-tolerancia

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico