TEODORO PETKOFF 20 de agosto de 2013
¿A cuenta de qué pide
Maduro una Ley Habilitante? El pretexto aducido es el de que le hace falta para
luchar contra la corrupción. El pretexto mismo es inmoral
¿A cuenta de qué pide Maduro una Ley
Habilitante? El pretexto aducido es el de que le hace falta para luchar contra
la corrupción. El pretexto mismo es inmoral.
El país no necesita más leyes contra
la corrupción porque ya las tiene, en particular una con ese nombre. Lo que el
país reclama es que las leyes sean aplicadas.
Si esto es así ¬y así es¬, entonces,
¿para qué exige Maduro que le sean otorgados poderes especiales? ¿Acaso una
nueva ley, paralela a las existentes, va a lograr el milagro de que sean
aplicadas? Aquí hay gato encerrado.
Sin embargo, lo más insólito del
asunto es que Maduro asevera que el blanco de su cruzada es la corrupción ¡de
la oposición! Esto ya no es cinismo sino la más rampante sinvergüenzura.
Una gente que tiene en sus manos todos
los poderes del Estado, 20 de 23 gobernaciones de estado, más de 200 alcaldías
de 335, mayoría parlamentaria, es decir, una ancha sabana donde pueden pastar a
su gusto todos los corruptos del mundo, tiene los riñones de acusar de
corrupción a una oposición que cuenta tan sólo con 3 gobernaciones y menos de
un centenar de alcaldías. Sin embargo, este no es el punto.
El punto es que la oligarquía chavista
ha aprovechado con sin igual rapacidad la infinita longaniza de las
instituciones que controla para robar a más y mejor, con una impudicia de la
cual la mayor muestra es precisamente la que hemos citado: lanzar sobre sus
opositores las toneladas de su propia inmundicia.
Un recuento breve, hecho al azar de la
memoria, de las cuentas del hamponato chavista arrojaría la siguiente lista
pestilente.
Comencemos con Pdval, bautizada por la
gente (por algo será) como Pudreval.
Según la Fiscalía se perdieron 2.200
millones de dólares. Aunque el caso salpicó a un familiar directo de Rafael
Ramírez, los tres únicos imputados ¬chinitos de Recadi¬ esperan juicio en
tranquila libertad.
Illaramendi: quien se declaró culpable
de la "desaparición" de 540 millones de dólares del Fondo de
Pensiones de Pdvsa. El responsable de los movimientos bancarios de Pdvsa es
Rafael Ramírez. Anunció investigación pero, como de costumbre, no ha habido
nada.
Vamos a acelerar, sólo enumerando:
Cadivi, denunciado hasta por Giordani, Betancourt y Mario Silva; comisiones
milmillonarias con sobreprecios de Corpolec, Plan Bolívar 2000; los
multisápidos guisos en las empresas de Guayana; Diosdado Cabello, que necesita
él solo una Contraloría; Bandes, descubierto gracias al Imperio; el maletinazo
de Antonini y sus 800 mil dólares para la pana Cristina; fraude de las notas
estructuradas; el central azucarero de Barinas; el avión presidencial, comprado
sin partida presupuestaria; la lista interminable de las tropelías, abusos de poder
y casos de corrupción de la familia Chávez en el estado Barinas.
La lista es varias veces más larga
pero se agotó el espacio del editorial, así que aquí dejamos esta muestra para
que Maduro la tome en cuenta a la hora de que se lleve a cabo el debate sobre
la corrupción, que él mismo propuso, si es que no se raja.
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