EFE / CARACAS Día 28/10/2013
Las previsiones, según
distintos expertos, chocan con el bajo crecimiento, el desabastecimiento y la
inflación más alta de la región
El Gobierno de Venezuela presentó la
semana pasada su presupuesto para 2014basado en previsiones de crecimiento e
inflaciónque, a ojos de los economistas, aparecen optimistas y corren el riesgo
de chocar con una fuerte alza del coste de la vida y temores de devaluación
economía marcada por una .
El primer presupuesto del Gobierno de Nicolás
Maduro prevé que la inflación bajará a casi la mitad y que la economía crecerá
a un ritmo sólido el año próximo, a partir de un presupuesto calculado sobre un
precio del petróleo de 60 dólares por barril.
«Algunos se ríen» , reconoció el
ministro de Finanzas, Nelson Merentes, al presentar ante el Parlamento el
presupuesto, en una afirmación que parecía dirigida a políticos opositores y a
economistas que tildan de «irreales» las previsiones establecidas en el
proyecto de ley.
De acuerdo con el plan presupuestario,
la inflación se situaría al cierre de 2014 entre un 26 % y un 28 %, casi la
mitad del índice cercano al 50 % que acumula en los últimos 12 meses y por
debajo del 38,7 % de los primeros nueve meses de este año.
Además, el proyecto prevé que la
economía crezca un 4 %, lo que representara una fuerte aceleración frente a la
tímida expansión del 1,6 % del primer semestre de este año.
La baja proyección de inflación y la
alta estimación para el crecimiento representan un intento del Gobierno por
sugerir que la economía mejorará el próximo año tras un 2013 en el que ese fue
uno de sus mayores dolores de cabeza.
Ingresos extraordinarios
El precio presupuestado para el barril
de petróleo, muy inferior al valor de la cesta venezolana en los mercados
internacionales, le permite disponer de ingresos extraordinarios que podrá usar
de forma discrecional, una práctica que se ha vuelto una constante en los
presupuestos de los últimos años.
Sin embargo, economistas han
calificado de «irreales» e «ilusorias» estas estimaciones y no han escondido su
poca confianza en que puedan cumplirse en un 2014 señalado por el arrastre de
la alta inflación experimentada este año y la posibilidad de una nueva
devaluación del bolívar.
«En el presupuesto de este año ninguna
de las premisas se cumplió, desde la meta de inflación o el tipo de cambio, y
menos se cumplirán en 2014», dijo el economista Luis Oliveros, profesor de la
Universidad Central de Venezuela.
Las principales críticas se centran en
la previsión de inflación.
Consultoras privadas como Econométrica
esperan un alza del coste de vida del 55 % para el próximo año, alentada por la
inercia de este año, demandas salariales y una elevada liquidez monetaria.
El Gobierno se defiende diciendo que
debe ser prudente, y su viceministro de Finanzas, Gustavo Hernández, afirmó que
el presupuesto contiene «unas premisas que reflejan la prudencia y la
responsabilidad en la realización del presupuesto».
«En 2013 en ningún caso hubo realmente
coincidencia con lo que fueron las bases originales del presupuesto, lo que nos
pudiera llevar a pensar que para el año 2014 vamos a tener un comportamiento
similar», dijo a Efe el economista César Aristimuño.
Parte de las críticas se dirigen
también al tipo de cambio de 6,3 bolívares por dólar estimado en el presupuesto
para 2014, en momentos en que el mercado cree posible una devaluación que
podría llegar tras las elecciones municipales del 8 de diciembre.
El monto del presupuesto, estimado en
550.632 millones de bolívares (87.401 millones de dólares), está además en el
centro de las dudas de los economistas, que estiman que se quedará corto y sólo
alcanzará para cumplir las necesidades del primer semestre del año.
El incremento del gasto público podría
encontrar un respiro el año próximo, dado que no hay previstas elecciones, pero
igualmente el Gobierno enfrentará presiones para satisfacer demandas sociales
como aumentos salariales.
Debilitado
tras las elecciones
En medio de una economía que muestra
signos acelerados de deterioro, entre el bajo crecimiento económico, la
inflación más alta de la región y frecuentes picos de desabastecimiento que han
provocado escasez de bienes como papel higiénico, el Gobierno se enfrenta a las
elecciones municipales.
Si el resultado es adverso, el
Gobierno podría quedar debilitado y condicionar su margen para contener el
gasto.
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