Por Franz von Bergen
A dos meses de las
parlamentarias, el oficialismo ha empezado a desplegar medidas en 66,7% de
los circuitos electorales del país con miras a mantener el control de la
Asamblea Nacional. La táctica tiene impacto directo sobre 74,3% de las
circunscripciones con tendencia histórica reñida o levemente oficialista, los
sitios en los que se decidirá quién se queda con la mayoría de escaños en las
próximas legislativas
El 21 de agosto en la tarde
fue la última vez que Laidy Gómez, candidata de la MUD en el circuito 1 de
Táchira, pudo hacer un acto público de campaña. Pocas horas después del evento,
el presidente Nicolás Maduro apareció en cadena nacional desde el palacio de
Miraflores para decretar el estado de excepción en los seis municipios
tachirenses que conforman su circunscripción.
“Como se prohibieron las
concentraciones públicas, tuvimos que suspender las asambleas en los barrios y
comunidades para evitar que inventen que estamos desacatando la medida y eso
sirva de excusa para inhabilitar nuestra candidatura”, aseguró Gómez, luego de
que su circuito, compuesto por los municipios Bolívar, Ureña, Junín, Capacho
Nuevo, Capacho Viejo y Rafael Urdaneta, cumplió un mes con las garantías
restringidas y la frontera cerrada.
Gómez hizo una solicitud
informal ante el Consejo Nacional Electoral para que mediara en la situación y
su precampaña no se viera afectada. Sin embargo, el ente comicial le respondió
que el período de proselitismo comienza oficialmente el 3 de noviembre.
Pero no todos los dirigentes
políticos de la zona sienten el mismo temor a la hora de salir a la calle. El 5
de septiembre el gobernador de Táchira, José Gregorio Vielma Mora, realizó un
acto de masas en el municipio Bolívar, fronterizo con Colombia. Lo acompañaron
todos los candidatos del PSUV, incluido Néstor Sayago, el rival de Gómez, quien
desde entonces ha hecho varias concentraciones públicas, según se puede
corroborar por las fotos de su cuenta de Twitter, @Nestor_Sayago.
Esta medida especial y otras
que han sido activadas por el chavismo en varios estados pudieran terminar
decidiendo quién se lleva la victoria en los comicios legislativos el próximo 6
de diciembre, fecha en la que el PSUV aspira a mantener su control sobre el
Parlamento.
Existe una competencia
dispar entre los candidatos opositores, a quienes se les imponen restricciones,
y los del PSUV, que actúan con toda libertad. El caso del circuito 1 de
Táchira se repite con distinta intensidad en otras 9 circunscripciones, 10,3%
del total, afectadas también por la declaración de estado de excepción en 23
municipios de Apure, Táchira y Zulia. En la 2 zuliana, compuesta por las
alcaldías Jesús Enrique Lossada y La Cañada de Urdaneta, el opositor Avilio
Troconiz se está movilizando con cautela: “Intentamos que no haya más de 30
personas reunidas para no llamar la atención de las autoridades. Aun así,
algunas patrullas de la Policía Nacional Bolivariana nos han rodeado y
mantienen la vigilancia. Hasta ahora hemos podido hacer actividades, el anuncio
fue más mediático que otra cosa”, afirmó.
Seis de los nueve circuitos
afectados por el estado de excepción tienen una tendencia histórica de votación
reñida, por lo que la MUD está obligada a ganarlos para obtener la mayoría
parlamentaria. Si no lo hace, tendrá que vencer en más circuitos históricamente
chavistas en otros estados del país, lo que dificultaría sus opciones.
El 6-D no ganará quien
obtenga la mayoría de sufragios, sino quien consiga más diputados. Con 84 se
logra la mayoría y a partir de 101 se conquista la mayoría calificada, que otorga
un importante poder político.
Con un margen a su favor de
hasta 20 puntos porcentuales en intención de voto, el reto de la MUD es obtener
la mayoría calificada, mientras que al PSUV le bastan unos pocos diputados más,
gracias a la forma en que están distribuidos los circuitos electorales, que en
su mayoría tienen una tendencia histórica inclinada hacia el chavismo.
Ganar sin popularidad. Con
una intención de voto para los candidatos del PSUV que ronda 25%, según algunas
encuestas, la popularidad del chavismo se encuentra en el peor momento de su
historia y el panorama electoral es poco alentador. “Si esto fuera una elección
nacional, el gobierno casi no tendría opciones de triunfo”, advierte Félix
Seijas, director de la encuestadora Delphos. “Lo único que hoy los mantiene en
juego es su capacidad de manipulación y movilización de votos”, añade Alfredo
Keller, quien preside la firma de análisis de datos Keller y Asociados.
Además del estado de
excepción y del cierre de la frontera, en julio fue activada la Operación
Liberación y Protección del Pueblo (OLP), plan de seguridad que “busca
erradicar el crimen y células paramilitares e intervenir con especial atención
en urbanismos de la Misión Vivienda”, según los videos promocionales
presentados por el mismo gobierno.
Pero cuando se analizan los
lugares en los que se ha aplicado la OLP, queda claro el trasfondo electoral de
lo que se ha vendido como una simple política pública para combatir la
inseguridad.
Según un registro de los
anuncios oficiales hechos por el Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia
y Paz en Twitter y en la web hasta el 28 de septiembre hubo operativos en 53
circuitos. 23 de ellos son de tendencia histórica reñida o levemente chavista,
65,7% del total de espacios de ese tipo, los cuales definirán el resultado de
la elección de diciembre. Del resto, 23 son fuertemente chavistas (57,5% de ese
total) y 7 opositores (58,3% de ese total).
Sondeos de opinión indican
que la inseguridad es el segundo mayor problema para los venezolanos, por
detrás de las dificultades económicas, por lo que la meta del oficialismo es
mejorar su imagen promoviendo mano dura contra el crimen. Según Hinterlaces,
más de 80% de los encuestados en agosto respaldó la aplicación de la OLP, cifra
que se elevó a 97% entre los autodenominados chavistas.
Si se suman los datos de la
OLP y la declaratoria de estado de excepción, hasta finales de septiembre se
aplicaron medidas especiales para influir directamente sobre el electorado de
58 circunscripciones, 66,7% del total. 26 de ellas son de tendencia levemente
oficialista o reñida (74,3% del total de ese tipo), 25 son fuertemente
chavistas (62,5% de ese total) y 7 opositoras (58,3% de ese total).
Al profundizar sobre los
circuitos fuertemente chavistas y opositores en los que se activaron las
medidas, el objetivo electoral queda todavía más claro.
Entre los primeros hay
circunscripciones de estados como Apure y Portuguesa, donde el gobierno afronta
el riesgo de derrotas inesperadas por divisiones, y zonas como los Valles del
Tuy, en Miranda, donde algunos estudios revelan que la ventaja del PSUV es
mucho más débil que en otros años.
En lo que respecta a los
circuitos de tendencia opositora, cuatro de los siete están en Carabobo, Miranda
y Zulia, los tres estados en los que se eligen tres diputados por método
proporcional, por lo que ganar la entidad implica añadir un parlamentario y por
eso es indispensable reducir las ventajas de la oposición en sus feudos. Entre
los tres restantes está el circuito 3 de Caracas, importante para triunfar en
la capital y con influencia sobre la circunscripción 2, que es reñida.
“Lo que estamos viendo es el
chavismo impactando con fuerza sobre algunos circuitos específicos para evitar
que la oposición llegue a la mayoría calificada. Al final son unas 24
circunscripciones las que serán la diferencia entre ganar o perder”, indica
Oswaldo Ramírez, especialista en campañas electorales y director de ORC
consultores.
Dakazo. En 2013 la
aprobación de gestión de Nicolás Maduro venía cayendo progresivamente desde que
ganó las presidenciales el 14 de abril. El panorama lucía tan gris que muchos
auguraron que el chavismo tendría un mal resultado en las municipales de ese
año. Sin embargo, todo cambió un mes antes de los comicios.
Con la intervención de
varias tiendas de electrodomésticos, entre ellas Daka, el presidente logró que
gran parte del electorado chavista e independiente responsabilizara a los
comerciantes de la especulación de precios y creyera en la guerra económica.
Esto provocó que la aprobación de su mandato subiera 9,5 puntos, según cifras
de Datanálisis, y que el PSUV aumentara su intención de voto para terminar
ganando 72,2% de las alcaldías. El “dakazo” alimentó la leyenda de que el
chavismo es capaz de reponerse antes de cualquier elección activando medidas
extraordinarias de última hora.
Es lo que busca ahora: si al
cierre fronterizo y al estado de excepción logra sumar una mejora del
abastecimiento, explotará el argumento de que las mafias fronterizas eran las
culpables de la escasez, y con ello aumentar su popularidad e intención de
voto, señalan expertos.
Esta idea será sometida a
prueba en diciembre. Basándose en los últimos datos de las encuestas, algunos
analistas ponen en duda esa teoría. “Creo que solo 10% del electorado estaría
dispuesto a cambiar de opinión y apoyar al gobierno en los dos meses que quedan
antes de los comicios”, advierte Seijas.
Ramírez es incluso más
pesimista: “Viendo los últimos estudios, considero que el impacto positivo de
medidas como la OLP y el cierre de la frontera apenas podría ser de entre 3% y
8% del electorado en circuitos específicos. En los lugares que están perdiendo
muy holgadamente, eso no cambia nada”.
Enrique Márquez, dirigente
de Un Nuevo Tiempo y miembro del comando de campaña de la MUD, agrega que las
medidas no han sido exitosas, por lo que no atraerán al electorado. “En la
frontera sigue el desabastecimiento de alimentos y la OLP no van a resolver
realmente el tema de la inseguridad porque es un simple operativo más”, afirma.
Los últimos sondeos
demuestran que más de 70% de la población no cree en la guerra económica y
menos de 10% responsabiliza al sector privado de los problemas, el grupo que
sirvió de chivo expiatorio en 2013.
Keller cree que en esta oportunidad
la ciudadanía reaccionará con mucho menos entusiasmo ante iniciativas de última
hora. “Será así por tres razones: 1) la credibilidad del gobierno es
extremadamente baja, 70% de los encuestados no le creen nada, 2) existe ya una
convicción general de que tiene las elecciones perdidas y 3) el único problema
que se enfrenta no es la escasez. Puede llegar la comida, pero los precios
siguen siendo cada vez más altos y eso no lo podrán detener”, argumenta.
Carlos Hurtado, vocero del
grupo Clase Media Socialista, es uno de los chavistas descontentos. “Es
lamentable que se espere a una coyuntura electoral para tomar medidas de
seguridad y económicas que son necesarias desde hace mucho. Desde los
movimientos sociales tenemos tiempo haciendo propuestas y no se nos había hecho
caso. Podemos partir de la buena fe de que se busca combatir la delincuencia y
el problema económico, pero no se puede actuar solo antes de los eventos
electorales”, reclama Hurtado, que ahora también es miembro de Marea
Socialista.
Jugar duro. Aunque
analistas dudan del impacto nacional que pueden tener las medidas del
oficialismo, consideran que mantienen el potencial de influir sobre el
resultado de algunos circuitos específicos en los que afectan directamente el
desarrollo del proceso electoral, como ocurre con el estado de excepción.
“Vamos a acudir al CNE y a
distintas instancias regionales para que se respeten los derechos de todos lo
candidatos y cesen las limitaciones, que han sido especialmente fuertes en
Táchira”, advierte Márquez.
El decreto restringió
expresamente seis garantías constitucionales en los nueve circuitos afectados.
Cuatro de ellas influyen directamente sobre las actividades de campaña: el
secreto y la inviolabilidad de las comunicaciones privadas, protegidos por el
artículo 48 de la Constitución; la libertad de tránsito, que está en el
artículo 50; la posibilidad de realizar reuniones públicas, en el artículo 53,
y el derecho de manifestar pacíficamente, artículo 68.
“Esto te quita la libertad
de realizar actos de tierra como caminatas, volanteo y caravanas. Para todo eso
habría que pedir permiso a la autoridad única de la zona, que termina teniendo
el poder de interferir sobre la campaña”, opina Ramírez.
Debido al crecimiento de la
hegemonía comunicacional del gobierno en los últimos dos años, la oposición
cuenta cada vez con menos espacios mediáticos para difundir sus mensajes. Por
consiguiente, depende más del contacto directo con la gente en la calle. La
situación especial de estas circunscripciones limita eso y deja a los
candidatos de la MUD en una posición muy comprometida.
“En circunstancias anómalas
como esta tiene ventaja la organización con la estructura más fuerte, y en eso
el chavismo es superior a la MUD, que no tiene un ejército electoral. La
situación podría influir incluso el día de la elección durante la movilización
de votantes”, agrega Ramírez.
La superioridad que el
estado de excepción le da al gobierno en términos organizativos es tan alta que
el consultor político advierte que pudiese ser extendido a otros estados
fronterizos o costeros, como Bolívar y Anzoátegui, con el argumento de que se
busca eliminar el contrabando.
El 22 de septiembre Maduro
anunció que también activaría el estado de excepción en Amazonas, entidad
compuesta por un circuito electoral de tendencia reñida. Sin embargo, la medida
todavía no se ha concretado.
Por su parte, el 16 de
septiembre el alcalde de Punto Fijo, Alcides Goitía, adelantó la posibilidad de
que la medida se tomara en la península de Paraguaná para detener el
contrabando.
Sin embargo, el comando de
la MUD duda que el Gobierno esté en capacidad de extender la medida mucho más.
“Creemos que enfrentarían problemas logísticos importantes porque la Fuerza
Armada también está afectada por los distintos problemas que tiene el país.
Incluso, en Zulia ha venido declinando la presencia militar”, asegura Márquez.
En total, Venezuela tiene 12
circuitos que limitan con Colombia o Brasil y en ellos se elige a 13 diputados,
de los cuales 10 se escogerán en espacios con tendencia histórica reñida. Si a
eso se suman los circuitos costeros, esta medida pudiese extenderse a otros 22
circuitos con 30 curules, lo que afecta la elección de hasta 43 parlamentarios
nominales, 38,1% de los que se seleccionarán por ese método. De esos, 26 se
eligen en sitios clave para la victoria opositora.
13-10-15
http://electiovenezuela.com/2015/10/13/asi-intenta-ganar-el-chavismo-las-elecciones-con-menos-votos/

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico