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martes, 13 de septiembre de 2016

La toma de Caracas cambió la historia de Venezuela, por @omarvillalbag



Omar Villalba 12 de septiembre de 2016
@omarvillalbag

El pasado jueves 1ero de septiembre, contra todo pronóstico, los ciudadanos, la MUD, a través de su convocatoria, logramos uno de los objetivos que se había planteado hace un mes: realizar una concentración en la ciudad de Caracas con personas provenientes de todos los rincones del país. Esta convocatoria se realizó de la segunda semana del mes de agosto, y como todo evento anunciado con antelación estuvo signado por la incertidumbre.

Dado que la marcha fue anunciada, casi tres semanas antes, el gobierno tuvo la oportunidad de plantear un sinfín de escenarios, difundir un montón de matrices de opinión, cada una más apocalíptica que la anterior, pero, el resultado les fue adverso, la estrategia del miedo, y la persecución, sirvieron de vertedero para llenar los corazones de quienes iban a marchar. La situación se hizo inocultable cuando desde el Estado Amazonas partieron cerca de 2000 indígenas hacia Caracas dispuestos a participar en la toma de la ciudad. A este grupo se le sumaron otras iniciativas, grupos de médicos, discapacitados en sillas de rueda, recorridos como el del sacerdote Lenin Marcano, grupos pequeños de ciudadanos que sortearon un recorrido entre a pie, colas, aventones, y mucha paciencia en las alcabalas, entre otros.

Mientras la fecha llegaba a su día, el gobierno tomaba una actitud más autoritaria, la incertidumbre se intensificaba, las amenazas se volvían en persecución, con guiones harto conocidos por todos, esta vez, insisto, le salió al revés la estrategia que por muchos años se hizo práctica. Las acciones fueron diversas, desde cerrar acceso, colocar alcabalas, hasta detener a políticos por la supuesta posesión de cordones para explosivos. Sean ciertas o no, y muy a pesar de las acciones adelantadas por la revolución, la gente, los ciudadanos marchamos con la MUD, la mesa unitaria, una dirigencia concentrada, que reafirmó que su liderazgo tiene que estar de frente con los venezolanos, no arriba ni atrás, sino al mismo nivel de todos aquellos que entregamos nuestro esfuerzo para que Venezuela retome el rumbo de la prosperidad, la seguridad, la honestidad, educación y ética.

La toma de Caracas superó todos los obstáculos planteados, se realizó en un ambiente de total civismo y consciencia superior. Los venezolanos hemos despertado de un letargo que nos distrajo por muchos años. El 1ro de septiembre, los hombres y mujeres de esta patria, cambiamos la historia del país por décadas enteras, caminamos despiertos, alertas, pero con la certeza que el liderazgo está en nosotros, no afuera, afuera solo podemos exigir, que se nos respete, que nos escuchen y que las decisiones que la dirigencia tome, sea para el equilibrio y bienestar de todos por igual. Ya el 6-D, habíamos dado un pasito, temerosos aún, pero en estos meses, nuestra confianza aceleró nuestra certidumbre, la verdad se hizo fuerte y clara, el gobierno ya no tiene la fuerza que lo regía, pues a medida que hemos despertado, le hemos restado la fuerza que lo mantenía en el poder.

Como es de esperar, la heterogeneidad de quienes conformamos al país, se manifestó, algunos sectores esperaban grandes discursos y manifestaciones de tarima, con mensajes desafiantes y altisonantes, pero, la gente, la mayoría, salió a unirse a un paso de colmar las calles, la mayoría, que caminaron kilómetros y kilómetros, no necesitan mensajes incendiarios, ellos son sus propios líderes, ellos inspiraron a muchos, los que marchamos desde nuestras casas, sin autobuses, sin carros, ni motos, ancianos, jóvenes que abandonaron sus mochilas, para cambiarlas por manos vacías, y consignas de paz, HEMOS CAMBIADO! Lo estamos haciendo diferente, todos juntos aprendiendo día a día, a rescatar nuestro derecho a manifestar en paz, en calma y dentro de la Constitución.

Toda manifestación pacífica, es válida. Marchar, cacerolear, concentrarse pacíficamente, es un derecho que los gobernantes nos escuchen, y por ello el gobierno se empeña en su estrategia de siempre, desunirnos, en la voluntad inquebrantable de revocarlos, por la vía de la manifestación pacífica y constitucional.

Desde el gobierno son los mismos, eso no es materia, aquí quienes tienen que trabajar por la Venezuela que amamos, somos todos y cada uno de los venezolanos que estamos echándole toda la energía y fuerza a nuestros oficios, los que creemos que sí es posible la reconciliación, la prosperidad y la justicia.

Es tarea pendiente aún, que la MUD, nos dirija a nuevos retos cívicos, los venezolanos ya despiertos y alertas, estamos listos para encontrar la vía de la manifestación pacífica y contundente, tenemos derecho al Referendum Revocatorio, a llevarlo a cabo sin demoras, y la vía, sin duda, es la presión popular.

Lo ocurrido el viernes en Villa Rosa, Estado Nueva Esparta, es la demostración fehaciente de que cuando un pueblo despierta, conscientemente, cuando reconoce que son los ciudadanos quienes tienen el mandato, a los gobernantes le sale escuchar humildemente “el regaño”, la caceroleada a Maduro, la escuchamos más nosotros que el propio Presidente, eso es bueno, pues nos empodera, lo que creen que cacerolear es una pendejada, los invito a ver con humildad la fuerza de todas las protestas pacíficas en el mundo, en el pasado, todas, sin excepción dieron frutos, mejores que la violencia.

Para cerrar por hoy, mi estima y honra, a todos los venezolanos de buena fe, mi confianza a la MUD, y mis mejores vibras a aquellos que aún mantienen el velo de la oscuridad. Vamos Venezuela, sí es posible! Juntos somos más!

Omar Villalba
@omarvillalbag

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