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martes, 13 de septiembre de 2016

Golpe con votos, por @OmarBarbozaDip



Omar Barboza Gutiérrez 12 de septiembre de 2016

Lo ocurrido el 1º de Septiembre es la más contundente ratificación por parte del pueblo venezolano de lo que ya había expresado el 6 de Diciembre del 2015, con motivo de las elecciones parlamentarias nacionales. En esta oportunidad, ocurrió la más multitudinaria manifestación popular que se conoce en la historia de Venezuela y que la Agencia Internacional de Noticias Reuters estimó en más de un millón de personas, además de haber sido realizada en paz y sin miedo para exigir cívicamente el respeto al derecho constitucional de revocar un gobierno que junto con derrochar una gran fortuna proveniente del ingreso petrolero, es cada día más corrupto, ha quintuplicado la deuda externa, tiene al pueblo pasando hambre y sufriendo la escasez de medicamentos, y una pavorosa inseguridad ciudadana.

Definitivamente los venezolanos y el mundo están convencidos, de que los problemas económicos y sociales de nuestro país no tienen solución mientras Maduro y su macolla permanezcan en el poder; es decir, es una precondición el cambio político para que podamos, uniendo a las mejores voluntades nacionales, afrontar la gran tarea de reconstruir a Venezuela, tanto en sus políticas públicas, como en sus instituciones, y en el rescate de los mejores valores de la venezolanidad.

Pudiéramos dar muchos ejemplos que demuestran la incapacidad de Maduro para conducir la rectificación de este rumbo anti-nacional que él le ha dado a este gobierno, pero nos limitaremos a sus actuaciones más recientes: anuncia que va a solicitar una investigación sobre el lenguaje y el contenido del discurso de Ramos Allup y termina mentándole la madre en cadena nacional; hace un llamado a la paz y ordena detener a más de 100 personas para boicotear las marchas de la oposición; ante el cacerolazo de Villa Rosa en Margarita, se volvió como loco y decidió enfrentarse físicamente con los manifestantes que expresaban, de esa forma pacífica, el rechazo a su gestión.

Y pretende ir más allá en su vocación autoritaria, al anunciar una consulta a su Sala Constitucional para suspender por Decreto la inmunidad parlamentaria de los diputados ante la Asamblea Nacional, que en su gran mayoría están con el cambio político. En su desvarío se olvida de que eso no es posible constitucionalmente porque la misma Carta Magna establece el único procedimiento para suspender la inmunidad, y que en definitiva depende de la mayoría de la propia Asamblea Nacional.

Se olvida también de que la inmunidad parlamentaria no es una protección a la persona del diputado como un privilegio individual, sino que fue concebida por los creadores de la democracia en el mundo, como la manera efectiva de proteger el derecho que tienen los electores a que los diputados que ellos elijan, puedan ejercer esa representación sin el temor precisamente a las presiones de quienes ejercen el poder, o de cualquier interés que vaya en contra de los derechos de sus electores.

Maduro igualmente se olvida, en su intento de buscar justificaciones de su fracaso en otras partes distintas a su propia actuación, de que el Artículo 5º de nuestra Constitución dispone que la soberanía se encuentra intransferiblemente en el pueblo que la ejerce directamente o a través del sufragio, y que a ella están sometidos todos los poderes del Estado, incluido él como Jefe del Poder Ejecutivo, y que la representación legítima de esa soberanía popular la ejerce la Asamblea Nacional, ya que cada uno de sus integrantes ha sido electo por el pueblo, para que el Poder Legislativo, como Poder del Estado, ejerza plenamente su deber y mandato constitucional de controlar la Administración Pública Nacional, y defender todos los derechos del pueblo venezolano. Para un gobierno incapaz y corrupto como éste, es muy incómodo un Poder Legislativo que lo controle, porque eso le estorba en su propósito claro de terminar de raspar la olla sin control constitucional real. Eso no lo vamos a permitir, allí permaneceremos cumpliendo con el mandato de nuestros electores y defendiendo los intereses de la nación.

Lo más importante del 1º de Septiembre es que quedó establecido un plan de movilización nacional permanente hasta lograr este año el ejercicio del derecho constitucional a revocar al Presidente de la República.

Esperamos que las Rectoras del CNE hayan oído claramente el mensaje que les envió el pueblo venezolano, y den los pasos perfectamente posibles para realizar el revocatorio en el 2016. Ya estamos cansados de excusas dilatorias y mentiras. No pueden explicar cómo, luego del fallecimiento del Presidente Chávez, se organizó y realizó una elección presidencial en 39 días, y ahora no se puede realizar un Referendo Revocatorio en 6 meses, cuando es una elección mucho más sencilla. No deben abusar de la paciencia del pueblo sino actuar con honestidad.

Omar Barboza Gutiérrez

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