Por Gioconda San Blas
Finlandia es reconocida
mundialmente como una nación que sobresale en la enseñanza a nivel secundaria
de matemáticas y ciencias, junto con Corea del Sur, Shanghai, Singapur y Hong
Kong. Así se deduce de los resultados de las pruebas del Programa Internacional
para la Evaluación de Estudiantes o Informe PISA que periódicamente se hacen a
nivel internacional en niños de 15 años de edad.
Hasta ahora Venezuela no ha
participado en evaluaciones de este tipo, en razón de la política del actual
gobierno de desestimular la competencia en un mal entendido igualitarismo hacia
abajo, que tacha de elitista cualquier evaluación cuantitativa del aprendizaje.
En la única evaluación parcial PISA hecha por el Gobierno de Miranda en 2009,
el estado se ubicó por debajo de Chile, Uruguay y Costa Rica y por encima de
México, Colombia, Brasil, Argentina, Panamá y Perú en comprensión lectora,
matemáticas y ciencias.
A pesar de los excelentes
resultados obtenidos por Finlandia a lo largo de los años, el hecho de haber
sido superada por países o ciudades asiáticas en las más recientes pruebas ha
hecho que el gobierno finlandés prepare un cambio radical para mejorar aún más
en 2016 la calidad de sus escuelas a partir de la sustitución de clases
tradicionales de matemáticas, literatura y ciencias por proyectos temáticos, en
un método conocido como Phenomenon-basedLearning (PBL, aprendizaje basado en los
fenómenos).
De acuerdo con las
autoridades finlandesas, en la forma tradicional de educación impartida en
materias separadas no se está preparando a los niños para el futuro, cuando
necesitarán una capacidad de pensamiento inter- y transdisciplinaria, mirando a
los mismos problemas desde distintas perspectivas, con el uso de herramientas
diversas.
La experiencia finlandesa en
PBL, repetida en otros lugares del planeta, ha significado un esfuerzo especial
para reentrenar a los docentes en los nuevos enfoques curriculares. Todo supone
un replanteamiento de la educación y rediseño del sistema, que proporcione a
los niños las habilidades que se necesitan para hoy y mañana. Así, los estudiantes se convierten en planificadores,
exploradores, investigadores, ejecutores y evaluadores
de todo el proceso; y siempre se trabaja desde la colaboración entre todos los
agentes que intervienen en el proceso.
Todo esto me ha venido a la
mente al leer el “Proceso de transformación curricular en educación media”,
publicado recientemente por el Ministerio del Poder Popular para la Educación,
en ánimo de actualizar un currículo que ha permanecido invariable por casi 40
años. En esta propuesta local, un poco al estilo de PBL, se plantea también la
“educación en ciencias naturales como un espacio de integración de saberes
(Biología, Química, Física, Ciencias de la Tierra, Antropología, Tecnología,
Economía, Política, Salud, Educación, Pedagogía, Didáctica General, Didácticas
Específicas, Currículo, Planificación).
Sin embargo, el proyecto cae
en lo grotesco al politizarlo dentro de los objetivos históricos del Plan de la
Patria, adecuando “los planes de estudio en todos los niveles para la inclusión
de estrategias de formación de valores socialistas y patrióticos, vinculados
con la vida y la cotidianidad”.
Por el momento, se habla de
un plan piloto en 127 escuelas bolivarianas a partir de este año escolar. Los
docentes tendrán que apurarse a ser reentrenados en estas nuevas destrezas,
mientras se enfrentan a lo “intradisciplinar, interdisciplinar,
transdisciplinar, cosmogónico, cosmológicos, pachamámicos, pluriversales”
(sic), a los que dirige en farragosa redacción el extenso documento de
Educación.
De manera que mientras los
estudiantes finlandeses disfrutan de los beneficios de un sistema educativo de
altísima calidad, a nuestros niños se les niegan oportunidades similares de
excelencia dentro de un sistema que esconde la castrante politización a que nos
tiene acostumbrado el régimen en todas sus actuaciones. Con un revocatorio en
puertas estaremos en mejor posición para una propuesta educativa más acorde con
el mundo moderno al cual queremos pertenecer.
TUITEANDO
En 1961 la Organización
Mundial de la Salud declaró a Venezuela libre de malaria. En el primer semestre de 2016 la cifra de pacientes
superó los 125 mil casos.
En Venezuela embarazos precoces bajan a la edad de 10 a
11 años , segundo país en América Latina con mayor número
de casos.
Un estudio realizado por More Consulting reveló
que entre 8 y 9 millones de la población sólo está comiendo una vez al día.
15-09-16
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