Por Saúl Jiménez
En nuestro País estamos
viviendo una situación económica, social y política difícil y que la gran
mayoría de la población no estaba preparada para ello, de allí que la
incertidumbre, desconsuelo, desesperanza nos pueda arropar a todos si no nos
detenemos a reflexionar y repensar nuestro futuro como Nación.
Dentro de esas
incertidumbres debemos ubicarnos que hay problemas de problemas, me refiero que
existen sectores de la población que están en una situación de mayor riesgo que
otras y que por lo tanto debemos prestar mayor atención a esos sectores y
tratar de que salgan de la zona crítica y empiecen a andar en el sendero del
desarrollo.
En ese sentido nos
debemos referir a los cordones de miseria que rodean las grandes ciudades y que
se encuentran desasistidos por los programas sociales que tienen los diferentes
niveles de gobierno dado que se tienen programas en forma general cuando
lo que requieren esas poblaciones más vulnerables es una asistencia
personalizada por familia, muchas de ellas no cuentan ni reciben de esos bonos
que entrega el gobierno nacional.
Si vamos revisando la
situación los sectores más vulnerables y que están en estos momentos en una
etapa de desnutrición crónica no tienen acceso a esos programas porque para
ello requieren acompañamiento tecnológico, es decir, además de sacar el
carnet de la Patria, es conectarse por internet con las páginas del gobierno,
tener una cuenta en un banco, requerir de un teléfono celular por donde
les hagan las notificaciones y demás pasos necesarios, sin embargo ellos no
tienen nada de esos conocimientos o apoyo en ese sentido.
Los funcionarios del
gobierno dan como un hecho que todos los ciudadanos venezolanos o que residen
en el País están siendo atendidos o tienen los mecanismos creados para
prestarle la debida atención porque ya desde Caracas se implementaron los
mismos, lamentablemente no es así, los sectores más vulnerables requieren de
una visita a sus casas, acompañamiento en la Esperanza, talleres de autoestima
y programas de desarrollo integral lo cual ningún programa de los diferentes
niveles de gobierno lo tienen, de allí que se gasta un dineral en programas
sociales y el pobre cada día es más pobre, el que milita o está cercano a los
centros de poder recibe los beneficios más seguidamente.
Los sectores más
vulnerables están siendo asistidos con todas las limitantes del caso, por no
contar con todos los recursos necesarios, es a través de los grupos de
apostolado cristiano de diferentes religiones sobre todo de los vinculados a la
iglesia Católica con Caritas a la cabeza, organizaciones de la sociedad civil
como el Grupo Social Cesap y sus asociadas en diferentes estados del País,
iniciativas de otras organizaciones que vienen asistiendo a los barrios en ese
acompañamiento.
Ahora bien es
importante no caer en el asistencialismo sino que es una necesidad y en eso
estamos trabajando, de ir hacia la capacitación para el trabajo en oficios
donde se puedan desempeñar e inicien la producción de sus propios recursos que
les permita adquirir sus alimentos y generar pequeños recursos económicos que
se puedan mover en el barrio y dinamicen su entorno.
Lograr este objetivo
indudablemente que requiere de mística, compromiso social, capacitación, mucho
voluntariado que nos permita abarcar más espacios en el menor tiempo posible
porque la desnutrición, las enfermedades, el decaimiento no espera, esa
problemática sigue avanzando cada día a pasos agigantados, al deterioro y la
desnutrición debemos buscar la forma de detenerlo en el menor tiempo posible
porque si no los daños son irreparables.
Debemos dar Gracias a
Dios porque cada día que pasa se nota la incorporación de nuevos grupos de
apostolados en las diferentes barriadas con programas de acompañamiento en La
Esperanza llevando no sólo insumos para la alimentación sino dándoles
seguimiento a las actividades realizadas que nos permita ir evaluando los
avances en ese sentido, llevando control de peso y talla para ir logrando tener
estadísticas valederas.
Por otro lado se va
diseñando e implementando cursos cortos de diferentes actividades prácticas
como tejidos, costura, electricidad, herrería y otras labores que nos permita
ir avanzando en paralelo al desarrollo integral de estos hermanos
Estamos conscientes
desde nuestras organizaciones que no debemos ni estamos en capacidad de
suplantar el papel y responsabilidad que le corresponde al Estado de atender a
la población más vulnerable para lograr su desarrollo y el desarrollo del País,
aun así tampoco poder dejar sólo a nuestros hermanos y que nuestra sociedad se
continúe deteriorando, de allí nuestro compromiso de poder dar una mano en ese
sentido.
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