EFE 06 de octubre de 2018
El
conflicto laboral en Venezuela llegó este viernes a su día 103, una jornada en
la que se realizaron pequeñas manifestaciones simultáneas en casi todos los
estados del país para reclamar al presidente Nicolás Maduro por la pobreza y la
severa crisis económica. EFE
Docentes,
enfermeros, electricistas, funcionarios del Parlamento y hasta jubilados se
agruparon para protestar ante las oficinas estatales del Trabajo y exigir
reivindicaciones laborales, pues denuncian la pérdida de beneficios tras las
medidas económicas del Gobierno.
Los
trabajadores entregaron ante las sedes de estas instituciones un documento para
exigir un aumento de sueldo que cubra la canasta básica familiar, ubicada en
20.000 bolívares (322 dólares, según la tasa oficial) y pese a que en agosto el
Ejecutivo decretó un aumento de 3.500 % en el salario.
Sin
embargo, dada la inflación diaria de 4 %, los trabajadores no ven mejoras con
este aumento de salario, que desde hoy se pagará semanalmente, según anunció el
jueves Maduro, “para que rinda más”.
El
incremento salarial fue anunciado como parte del nuevo plan de Maduro para
enfrentar la crisis, que también incluye la eliminación de cinco ceros a la
moneda, una devaluación de 95,8 %, una reforma fiscal, el control de precios y
un posible aumento considerable del valor de la gasolina en los próximos días.
En la
protesta de hoy los empleados, que contaron con el apoyo del opositor Frente
Amplio Venezuela Libre, pidieron además que se les respeten sus contratos
colectivos, que incluyen el pago de vacaciones, bonos nocturnos y escalas por
el nivel de profesión.
En
Caracas, la manifestación ocurrió frente al Ministerio de Trabajo, que estaba
custodiado por una cadena policial, y solo una representación de los empleados
fue recibida por el director de sindicatos, Juan Carlos de Arcos, sin que se
les diera una respuesta concreta.
La
presidenta del Colegio de Enfermeras de la capital venezolana, Ana Rosario
Contreras, consideró que esto es una evidencia de la “falta de intención” e
interés del Ministerio de Trabajo para resolver la situación, por lo que
reiteró que irán a una huelga si no atienden sus demandas.
Mientras
los empleados coreaban “nos vamos a huelga”, Contreras aseguró a los
periodistas que las protestas ocurrieron en 20 estados del país y que para el
próximo 18 de octubre habrá una actividad de “peso” a nivel nacional.
Contreras
dijo que los trabajadores se encuentran “aglomerando fuerzas” e incorporando a
la “lucha” a más trabajadores dependientes del Estado para hacer un llamado a
huelga.
Medios
locales informaron de protestas en al menos seis estados del país, incluido
Distrito Capital, Caracas, y los fronterizos Bolívar, Táchira , Zulia, así como
Carabobo y Lara.
En
cada una de estas regiones, los trabajadores además de denunciar que no les
alcanza el salario, señalan que también se ven afectados por los distintos
problemas que ha traído la crisis, como los apagones, la escasez de medicinas y
alimentos o la falta de producción de todos los productos.
Mientras
tanto, el chavismo exhibió hoy una nueva muestra de apoyo popular al jefe de
Estado con una marcha por el centro de Caracas que logró a reunir unos cuantos
miles de simpatizantes.
“Una
manifestación por la paz, una paz de verdad, una paz que garantice para los
venezolanos un horizonte de tranquilidad, de prosperidad”, dijo el presidente
de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y considerado número
dos del chavismo, Diosdado Cabello, a periodistas desde el punto de partida de
la marcha.
Según
Cabello, Venezuela ha sido víctima de “un acoso constante” por parte de
“agentes del imperialismo”.
“Como
a ningún otro país, quizás, se le ha atacado como se le ha atacado a Venezuela
en los últimos tres, cuatro años”, dijo Cabello, una afirmación que sostienen
casi a diario todos los altos cargos del Gobierno de Maduro.
En la
marcha en la que también habían grupos de motoristas y en la que predominaba el
color rojo, característico del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela
(PSUV), Cabello reiteró que el país no necesita el canal humanitario que pide
la oposición y en el que países de la comunidad internacional están dispuestos
a colaborar.
Por su
parte, la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, anunció hoy la creación
de la “policía migratoria” para atender la “realidad” en 72 puntos de control,
en fronteras, puertos y aeropuertos en un momento en el que el país pasa por
una severa crisis económica que ha llevado a miles de venezolanos a migrar.
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