Julio César Arreaza B. 25 de agosto de 2019
@JulioCArreaza
Venezuela
ha sido secuestrada por una corporación criminal que apareció en escena el
tristemente célebre 4-F, hoy su territorio se encuentra ultrajado por el
negocio-mata-juventud del narcotráfico y por la instalación de mafias
provenientes del eje del mal que tienen como fin la brutal explotación de
nuestros recursos naturales sin importarles para nada la legislación
restrictiva de protección del medio ambiente. Increíblemente cuentan con la
permisividad de sus socios, quienes hoy se encuentran usurpando el poder de
nuestra abusada patria.
El
narcorrégimen es el mayor traidor en la historia nacional al permitir
delincuencialmente la ocupación del territorio por fuerzas irregulares de la
guerrilla y de la droga, nunca nadie había ultrajado la soberanía de manera tan
indigna y antivenezolana como la mafia gobernante. Los estados Bolívar y
Amazonas son ejemplos protuberantes de la acción destructiva de la ignominia.
Sus habitantes carecen de todo y se encuentran reducidos y diezmados por las
epidemias que volvieron con el adefesio del siglo XXI. Los usurpadores
depredadores tendrán que dar cuenta por cada uno de estos crímenes cometidos.
La
voz del pueblo clama por el establecimiento de la república que llevará a
enfrentar y superar cada uno de estos males. Con libertad, orden, justicia,
honestidad, disciplina, libre pensamiento y poderes autónomos e independientes
se le pondrá fin a esta olla mondonguera llena de los más perniciosos
ingredientes. Insistimos que es mediante la instauración de la república que
vamos a encontrar el camino de la superación nacional. Después de este
sacrificio que ha costado 20 años de la vida de todos, no nos vamos a conformar
con un barajo en la que tengan cabida algunos facinerosos responsables del daño
infringido y al cabo de poco tiempo veamos rebrotar la infección y de vuelta
los criminales al poder.
Nos
preocupa sobremanera la insistencia en la participación de unas elecciones que
no serán libres mientras no tengamos república con la mediocre pretensión de
creer que se van a ganar unas elecciones como sea, aún en medio de tentáculos
del usurpador.
El
presidente Guaidó debe advertir que este es el camino de la perdición de
siempre. Tiene que escuchar a los líderes disidentes con el empecinado
planteamiento, pero que fueron vitales en la construcción del camino que lo
llevó a la presidencia constitucional. Qué tiene de malo que se digan las cosas
y se adviertan los peligros y las trampas. Obnubilados con la idea de unas
elecciones como sea, tratan de excomulgar a los que se niegan.
Pongamos
el tímpano en lo que exige el pueblo, que no es un cambio para que nada cambie,
el cese de la usurpación es la ruta que llevará a la instauración de la
república y dentro de este ambiente será posible llevar a cabo unas elecciones
libres.
¡No
más prisioneros políticos, torturados, asesinados ni exiliados!
Julio
César Arreaza B.
@JulioCArreaza
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