Por Oscar Bastidas Delgado
Está demostrado que el
emprendimiento, sea individual o asociativo pero particularmente éste, es
aliado clave del desarrollo socio – económico y que las naciones reconocidas
como desarrolladas prestan especial atención a su aplicación e impactos, La
misma OIT habla de impulsar el cooperativismo en la organización de los
trabajadores autónomos e interesantes estudios universitarios y de organismos
internacionales muestran sus bondades. En América Latina se desarrollan
interesantes esfuerzos en pos de impulsarlo y toman forma propuestas generadas
por organizaciones sociales, ciertos gobiernos y variadas universidades.
Es de precisar que él no se
restringe a la creación de nuevas organizaciones (start-up), existe el
Emprendimiento Corporativo, aquel realizado al interior de organizaciones en
marcha para introducir transformaciones y pudiese tener dos opciones, la de
creación de nuevos negocios o actividades (corporate venturing) y la de
transformar o introducir mejoras novedosas de productos o servicios (intrapreneurship).
Éste aborda diversas perspectivas según el nivel en que se origine.
El origen común del
emprendimiento en las organizaciones burocráticas está en los niveles
jerárquicos elevados que lo imponen en cascada (top – down). Otros orígenes
pueden existir y estarán directamente relacionadas con las modalidades
participativas que la organización realice, pudiendo obedecer a sugerencias de
trabajadores, proveedores o clientes (coinfluencia), a innovaciones sociales o
técnicas de trabajadores sin o con participación monetaria en los ahorros o
ganancias que generen.
Un eje clave en esta
modalidad, ríjase la organización por la lógica del modelo burocrático, el
participativo o el autogestionario, lo constituye el tipo de liderazgo que la
impulse. El líder o equipo que lo lidere puede reservarse para sí la iniciativa
e imponerla o sembrar la semilla del emprendimiento en sus colaboradores y
oportunamente cosechar frutos en innovaciones y éxitos.
La vía de la siembra es la
utilizada por las empresas con mayores éxitos. Crece el número de ellas que
contratan personas con condiciones especiales y horarios super flexibles solo
para que piensen y propongan innovaciones
Esta línea de emprendimiento
corporativo asociativo se torna interesante en la medida en que varias OESs,
vía intercooperación e integración, con la lógica de unir voluntariamente
esfuerzos y recursos en función de enfrentar problemas comunes mediante una
empresa de propiedad colectiva y gestión democrática, compartan el
emprendimiento cosechado en beneficio de todas y lo socialicen trascendiendo
los limites individuales. Los casos son infinitos; un claro ejemplo lo tenemos
en el Servicio de Protección Social de la Central Cooperativa Nacional de
Venezuela (Ceconave) y sus Centrales Cooperativas Regionales (CCRs) con el aún
servicio funerario más grande del país.
En una Venezuela arrasada
por la destrucción sistemática del 80% de las empresas que existían al momento
de la llegada al gobierno del fallecido Chávez más las constituidas en estos
veinte años (proceso similar a la destrucción sistemática casa por casa de
Polonia por los nazis), destrucción que aumenta con los altos montos de capital
establecidos recientemente para la constitución de empresas), la resiliencia
socio – económica pasa porque asociemos nuestros limitados esfuerzos y pocos
recursos en: 1.- nuevos emprendimientos realistas y factible, y 2.- en
emprendimientos corporativos para recuperar o relanzar empresas cerradas o a
punto de hacerlo. Acá se impone la formulación de planes de fortalecimiento.
Por causa del cementerio de
cooperativas que el fallecido llevó a su tumba, Venezuela tiene una deuda con
el cooperativismo mundial y debe pagarla. Emprender acá pasa también por la
recuperación de las cooperativas salvables, eliminar las falsas y las de
maletín y constituir masivamente otras sobre valores y factibilidad socio –
económica formando cooperativistas antes de formar cooperativas como afirmaba
el cooperativista caraqueño Francisco Díaz. Pasa en fin por “O inventamos
o erramos” como bien dijo Simón Rodríguez, maestro de El Libertador.
Es de recordar que la Polonia
destruida por los nazis se recuperó gracias a cooperativas. Hoy por hoy, el
emprendimiento asociativo debe inscribirse en el Plan País como “Política
de Estado hacia las Economía Social”,término éste de nivel constitucional
incluido por el cooperativismo en la actual Constitución pero jamás considerado
por los militaristas.
23-08-19
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