Julio César Arreaza B. 24 de noviembre de 2019
@JulioCArreaza
Después
de un primer semestre movido políticamente, caímos en una fase de estancamiento
en lo que respecta a la dinámica opositora al régimen usurpador. Luce
conveniente reajustar la estrategia si se quiere rescatar la convocatoria de
una mayoría que está allí, a favor de la democracia, pero que hoy se ha
desmovilizado.
La
fotografía de esta hora es distinta a la del G4 que domina la AN, lo que
determina la necesidad de incluir a otros sectores representativos, para
delinear la nueva estrategia, ejecución y seguimiento.
La
incorporación de los ex diputados chavistas a la AN causó enorme rechazo
ciudadano y crea confusión al considerarse la designación de un CNE
contaminado: Maduro no va a aceptar un ente imparcial que lo conduzca a perder
las elecciones. Se corre el riesgo que la actuación criminal de un maletín
verde produzca la conformación de una junta directiva con factores cuestionados
afectos al régimen. Es sabido que al caer la narcotiranía, caerán muchos
políticos equilibristas que siempre se han mantenido en la cuerda floja.
Como
corolario se ve el juego abierto de Maduro impulsando las parlamentarias y
armando sus estructuras en diferentes estados. En esta jugada pactada
soterradamente, las elecciones presidenciales quedarían por fuera como la
guayabera, lo cual sería un golpe noble a quienes han dado todo en estos 20
años.
Pasamos
a hacer un balance de la situación: lo político continúa determinando lo
económico, el crecimiento y bienestar de la gente se mantiene en un segundo
plano. La economía ha perdido 60% de su tamaño en los últimos 3 años, tal cual
como una persona que pesaba 100 kilos, ahora pesa 40. Somos más pequeños que
Perú, Ecuador y Colombia en términos del PIB. Hay una caída abrupta en el
consumo: el Bolívar no se recuperará. Los subsidios se están acabando junto con
el Estado que protege. La soberanía se pierde al perderse la confianza en la
moneda.
La
dolarización que exalta ahora el régimen, no ha sido programada, no está
admitida en el cuerpo legal. Para abrirse a la dolarización, tiene que entrar
capital y no está entrando. Un promedio de 10 millones de venezolanos no están
consumiendo, porque necesitan empleos decentes para poder consumir.
En
un ambiente de destrucción de las instituciones se establecen redes de
complicidades que se orientan al debilitamiento del adversario. El hombre nuevo
radica en seres humanos que han perdido su condición humana. Es el momento de
hacer valer la humanidad que queda en nosotros. No podemos sucumbir a ser un
animal sino a mantener la humanidad. No ceder ante el mal.
Los
usurpadores convirtieron a Venezuela en un desestabilizador de la región con
millones de refugiados. El Foro de Sao Paulo prende la chispa para acabar con
el pluralismo. El mismo guion. Venezuela fue el experimento.
¡No
más prisioneros políticos, torturados, asesinados, ni exiliados!
Julio
César Arreaza B.
@JulioCArreaza
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