Por Héctor Silva
Michelena
Escuché el buen
programa Con Tres Puntos, dedicado a las infelices declaraciones de
Padrino López el 5 de julio pasado. Leedlas “Mientras exista una Fuerza Armada
como la que hoy tenemos, antiimperialista, revolucionaria y bolivariana, nunca
podrán ejercer el poder político en Venezuela. Yo creo que es bueno que lo
entiendan”. ¡Puro fascismo!
Destaco las
intervenciones de Vanessa Davies, resumidas así: ese voto es inútil, de todos modos,
ganaremos, fraude incluido. Es un mensaje a García, y no sé por qué tanta
periquera en ese debate. La pregunta que debe hacerse la oposición es
leninista: ¿Qué hacer? Mi respuesta no tiene rollos: iré a votar, aun en mi
silla de ruedas.
Vladimir, amigo,
escucha: yo creo que todo el mundo sabe que la oposición no tiene poder de
fuego alguno, solo tiene una única esperanza y es el voto. También es claro que
el gobierno no se dejará sorprender como en diciembre de 2015. Pero si la
cantidad de votos opositores es abrumadora, ¿qué podrán hacer los tiranos o su
FAN? Pero, ¿qué es el fascismo? Es una doctrina de carácter totalitario y
nacionalista. Muy reaccionaria y cruenta.
A continuación,
reproduzco un artículo significativo de Erik Encinas. Salvo algunas costillas,
miro con los mismos ojos. Escribe en Panampost:
La intervención militar
en Venezuela es necesaria
Venezuela no puede
sola. Pensar que el dictador Nicolás Maduro se irá por las buenas es de
ingenuos. Para empezar, Maduro no sabe ni lo que es la democracia, ya que en su
mentalidad está perpetuarse en el poder a toda costa, con el pretexto de
continuar el legado revolucionario que inició el chavista Hugo Chávez. Una
revolución que lo único que ha traído es miseria, hambre y muerte al pueblo
venezolano.
La situación actual de
Venezuela es tremendamente caótica, pero los venezolanos solos no pueden
enfrentarse a la narcodictadura. No obstante, la resistencia venezolana en el
exterior se está reunificando a pasos agigantados y eso es muy positivo para que
se tumbe de una vez por todas a este régimen sanguinario, culpable de miles de
asesinatos directos e indirectos.
Por lo tanto, ahora más
que nunca el pueblo venezolano debe seguir sumando fuerzas hasta vencer a esa
élite que literalmente los tortura y mata de diferentes maneras con el apoyo de
la dictadura cubana, una de las grandes interesadas del que régimen comunista
se mantenga. Por lo tanto, una intervención estaría más que justificada en
defensa propia. Ahora es incuestionable que en este escenario cobra más fuerza
que nunca. La Junta Patriótica de Venezuela precisamente propone la vía
cívico-militar para frenar el calvario de una vez por todas. Lógicamente para
ello es clave el apoyo internacional, pero, sobre todo, como plantea la
administración de Donald Trump, la unión de la oposición venezolana es
fundamental, dado que esta será la manera más efectiva y contundente de
combatir al gorila rojo y a los suyos
No serán batallas
fáciles y costarán más sangre, sudor y lágrimas, ¿pero no les parece que hay
motivos de sobra? Personalmente pienso que es la hora de romper las cadenas del
pueblo venezolano, y estoy prácticamente convencido de que, si cae el régimen
venezolano, más tarde caerán otros, dado que son dependientes unos a otros. El
objetivo debe ser liberarlos a todos de las garras del comunismo tan brutal que
se ha impuesto allá donde gobiernan bolcheviques con el nombre de sandinistas,
castristas o chavistas.
Ante todo este panorama
desolador, aunque a la vez con más ganas de reconducirlo que antes, es vital
que la resistencia grite al unísono y tome todas las medidas de manera conjunta
para que llegue cuanto antes el día de la victoria y todos los millones de
venezolanos, nicaragüenses y cubanos que han huido puedan vivir otra vez en su
tierra, sabiendo que la lucha contra los tiranos no fue en vano. Y no se
olviden, el pueblo si se levanta ganará, nadie puede parar a un pueblo deseoso
de romper sus cadenas, así que ya pueden enviar tanquetas o espías, que los
chavistas serán vencidos frente a una resistencia mayúscula.
Sin duda, el momento se
acerca y cambiará la historia de Venezuela, influyendo también en el panorama
internacional. Y la muy probable reelección de Donald Trump también influirá de
manera destacada en el rumbo de los venezolanos. Recordemos que hasta su
llegada nadie había sancionado tan duramente a la narcodictadura chavista. En
este eventual escenario, creo personalmente que Trump sería merecedor del Nobel
de la Paz por su lucha contra las dictaduras que vulneran derechos y libertades
fundamentales.
Erik Encinas Ortega es
graduado en Periodismo por la Universidad Pompeu Fabra. Miembro del Colegio de
Periodistas de Cataluña. Colaborador en diferentes medios de comunicación,
entre ellos, Radio Rubí, Mediterráneo Digital, VAVEL deportes y Radio Las
Palmas.
11-07-20
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