Por José Gregorio Yépez
El politólogo sostiene
que el Gobierno de Maduro es más autoritario que el de Chávez y está empeñado
en construir un nuevo sistema político. Critica que la oposición haya
abandonado su infraestructura electoral. Sostiene que aún si Maduro resuelve
por arte de magia el problema económico del país, “si la gente tiene la opción
de cambiarlo lo hará”
Conversamos con Ricardo
Sucre el lunes pasado para analizar el escenario político venezolano y señaló
que, una de las habilidades del Gobierno para diluir el descontento que existe
ha sido lograr “que no todo el mundo se moleste al mismo tiempo”.
Habla de que ha sabido
surfear el rechazo de la gente dejando que un sector de la población se
dolarice y a su base popular “la atiende con su política asistencialista y así
se va bandeando. Por eso la oposición, dentro de sus errores, no ha podido
capitalizar los números negativos que las encuestas registran de la aceptación
de Maduro”.
La conversación avanzó
sobre el tema electoral y Sucre reflexionó sobre las fortalezas y debilidades
de los actores políticos en pugna, sin embargo, los anuncios del CNE de las
algunas condiciones obligaron a una llamada estratégica para la nueva consulta
actualizar la entrevista.
-¿Qué lectura le da al
anuncio del CNE?
-Al mirar la coyuntura,
lo que está claro es que el nuevo CNE busca ofrecer las elecciones lo más
potables posibles para tener la convocatoria del público. Después de la
designación de los rectores y las críticas al hecho, ha privado la discreción,
los rectores han bajado el verbo, llamaron a una reunión con los partidos y
anunciaron estas decisiones de mantener los circuitos electorales y cómo se reparten
los escaños del parlamento.
-¿Y es creíble el
planteamiento?
-Quedará en la
población darle credibilidad a ese esfuerzo. Y eso se irá validando día a día.
Es el reto que tiene ese CNE.
-¿Qué le parecen las
condiciones?
-Aumentaron a 277
diputados, de los cuales diputados 133 son nominales, 144 por lista de los
cuales, 48 van a ser electos por una lista nacional. Es decir, que habrá una
especie de “súper diputado nacional”. Esto introduce un elemento que se
asemeja, guardando las distancias, a los senadores del antiguo congreso y le da
un peso importante a las regiones.
¿Esto ayuda a destrabar
el conflicto político?
-Ese parlamento electo
tendrá un Gobierno autoritario al frente. La literatura indica que el Poder
Legislativo ante Gobierno autoritario no centra la discusión en las políticas,
sino en lo clientelar. Esto le quita presión al Gobierno central y el
autoritarismo se mantiene.
-Entonces nada que
esperar… tendremos una AN “colaboracionista”.
-No necesariamente. Hay
que esperar cómo será el caso venezolano. La oposición ha cometido el error de
trasladar la literatura política comparada al calco a Venezuela. Yo me inclino
a pensar que sería un parlamento pugnaz y no colaboracionistas, pero ese
capitulo está por escribirse.
En una parte de la
conversación, Sucre reflexiona y hace una abstracción para justificar su tesis
de que la población venezolana es partidaria de la alternancia en el poder.
“Maduro pone la
economía cero kilómetros. Es decir, cambia y por arte de magia soluciona los
problemas económicos, la gente si puede votar y cambiarlo lo hará”, sentencia
Sucre.
El oficialismo
En su conversación por
el teléfono se detiene y lanza una advertencia: “Hay algo que pareciera estar
pasando por debajo y conociendo al chavismo como lo conocemos va avanzar en sus
objetivos: la construcción de una Constitución a lo Maduro, que se está
configurando en la constituyente”.
“¿Cómo entra el nuevo
parlamento que será electo en este escenario?”, se pregunta el analista.
-¿Por qué promover el
llamado a las elecciones ahora?
-El Gobierno necesita
interlocutores políticos y tomar decisiones. Si me pongo en sus zapatos ,ellos
dirán que “podemos mantener la situación”, pero necesitan una tracción política
que no tiene en este momento. A principios de año estaban en la dinámica de las
elecciones, pero llegó el coronavirus y se detuvo. Ahora la intención es de
avanzar.
-¿El detonante fue el
fracaso de la Operación Gedeón?
-Sí, junto al contexto
general. El Gobierno dice que tiene capacidad de mantenernos en el poder, pero
necesita ampliar el juego político. Está con muchas cosas alrededor: sanciones,
coronavirus, los escenarios de insurrección. Necesitan un camino seguro para
canalizar diferencias políticas y que las diferencias políticas puedan ventilarse.
El Gobierno dijo que el momento es ahora. Superó el tema de la gasolina, va
lidiando con la pandemia, vienen elecciones en Estados Unidos, una oposición
debilitada por el estancamiento de la estrategia del quiebre.
Al analizar fortalezas
del chavismo en esta coyuntura destaca lo que denomina “liderazgo cohesionado”.
“Yo no creo en la tesis
de Maduro y Cabello peleando. Hay una cohesión en la cúpula con un trabajo
repartido”. Sostiene que según las encuesta que ha revisado, Maduro es
reconocido puertas adentro del chavismo con 80% de aceptación.
En segundo lugar, el
Gobierno siente y proyecta que ha superado pruebas como pasar el 2019, la
crisis de la gasolina; “tiene una estructura de base sólida y hay un respaldo
militar”
“Sus aliados
internacionales como China y Rusia han jugado cuadro cerrado con el Gobierno.
Ahora entró Irán. Los embajadores en sus tuits parecen activistas. Mucha gente
pensó que le estaban sacando el cuerpo, que Maduro era un peso para ellos. La
tesis Abrams resultó en lo contrario”, es el tercer punto del analista.
La oposición
-Los sectores populares
son los más afectados por la inflación y los problemas económicos.
– El país es otro. La
habilidad del Gobierno está en que ha permitido que un sector que se dolarizó
pueda tener una vida. Ese sector no es despreciable. A su base popular la
atiende con toda una serie de políticas públicas que adelanta. La lógica es
amortiguar y evitar que se construya un discurso del desagravio y allí entra
una falla de la oposición que se maneja con un lenguaje académico de
transición, corporación criminal. Nadie construye la narrativa sobre los
problemas de la gente. La habilidad del Gobierno está en hacer que la gente no
se ponga brava, toda al mismo tiempo.
-¿Diluir el
descontento?
-Sí. Un descontento que
se va diluyendo en un clima en que siente que no se puede hacer nada.
-¿Por qué la oposición
no es capaz de capitalizar el rechazo a Maduro que registran las encuesta?
-El factor más
importante es que desde el 2014 se tomó una estrategia de derrocar a Maduro,
que se centra sobre la lógica del quiebre. Se habla de la presión interna, pero
no tienes capacidad y entonces se traslada a la presión externa y se espera un
quiebre con sanciones
-Ahora es más
complicado con la pandemia que desmoviliza a la oposición.
-Pero también porque
abandonaron su infraestructura electoral y organizacional. Los partidos están
desmovilizados. Parte de la intervención de los partidos por el TSJ se da por
eso, más allá de si los compraron o no. A nivel de las regiones hay un descontento
con la estrategia nacional que dice, vamos a inmolarnos en la espera de un
quiebre. En algún momento Maduro caerá, pero eso puede pasar hoy, mañana o en
50 años.
-¿Los partidos de la
Mesa de Diálogo Nacional tienen la capacidad para canalizar el rechazo a
Maduro?
-Si es por el empaque
te diría que no. Son partidos conocidos, dirigentes conocidos, la gente dirá:
más de lo mismo. Pero hay otra arista. Es su desempeño. Vemos un grupo que dice
que la estrategia insurreccional no ha funcionado y vuelven a lo que fue una
estrategia de la oposición que la acumulación de fuerza y crecimiento. Si son
colaboracionistas, se verá cuando se haga la elección.
En este momento llama
la atención sobre las acciones de los partidos de la Mesa de Diálogo Nacional y
sentencia: “Están tomando el camino de la acumulación y crecimiento
y actúan como si estuviéramos en tiempos de Chávez y este es un Gobierno más
autoritario”.
Advierten que su éxito
dependerá de lo que hagan y pueden terminar siendo catalizadores de procesos
políticos para abrir espacios alternativos.
“Hay que esperar a
quienes van postular. ¿Serán los dirigentes grandes nada más? ¿Los cuadros
políticos? O van a hacer jugadas más atrevidas y postular sectores de la
sociedad, gente desconocida”, se pregunta y reflexiona Sucre.
01-07-20
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