Ayatola Núñez 10 de enero de 2021
@miliderayatola
Hernando
Isea regresó a Venezuela durante la pandemia. En el país tiene 6 meses sin
trabajar. Tampoco puede cubrir su tratamiento médico.
Hernando Isea, paramédico de profesión en Venezuela y
agente de seguridad en Perú, había planificado desde el 2019, que en marzo del
2020 volvería a su natal Socopó (estado Barinas), pero de visita. Quería
reencontrarse con su mamá, esposa e hija que ya tenía dos años sin ver.
El plan iba según lo planificado. En enero le
aprobaron la residencia especial, luego que expirara su PTP y con el Carnet
de Extranjería tenía la posibilidad de entrar y salir del Perú sin
restricciones.
El 28 de febrero renunció a su empleo formal, con
todos los beneficios de ley y el 15 de marzo estaría cobrando su liquidación
para cumplir con el siguiente paso. Pero, el 16 de marzo se decretó la
cuarentena, tras conocerse que un incipiente virus, que más tarde fue bautizado
como Covid -19, amenazaba con esparcirse por todo el Perú.
Fue entonces cuando los planes de Isea se vieron
abruptamente cancelados pues los espacios terrestres y aéreos fueron
clausurados de manera indefinida y las calamidades empezaron ocurrir.
“Ya me estaban desalojando porque no tenía plata
para pagar la renta. No podía seguir aguantando esa situación y decidí
volver a Venezuela“.
De regreso por los caminos verdes
En medio de la conmoción que había por el arrollamiento de un grupo de caminantes que hicieron
una parada en la provincia de Barranca, que recién acababa de ocurrir el
primero de mayo del 2020, Isea comenzó su periplo 10 días después.
Tardó un mes y 14 días. En ese periodo compartió
recorrido con diferentes personas desconocidas hasta llegar a Cúcuta. Una vez
en el puente Simón Bolivar fue atendido por las autoridades del régimen de
Nicolás de Maduro, de las cuales asegura, recibió bien trato, aunque en cada
uno de los refugios había limitaciones en lo relativo a la comida.
EL primer lugar al que llegó fue a casa de su mamá “no
sabíamos qué hacer. Nos miramos, lloramos y por último nos abrazamos.
Después fui a ver a mi mujer y mi hija”
El choque con la realidad
Isea cuentas que encontró un país mucho más destruido
de lo que él había dejado y el deterioro seguía en ascenso. Al mes de
haber llegado decidió volver, pero entendió que no hacerlo por los embates de
la pandemia. “En enero me regreso a Perú, como sea”, fue la fecha que escogió y
pronto iniciará los preparativos para volver.
Dice que la luz llega solo por dos horas luego que
estar sin ese servicio de 7 a 8 horas. “La cosa está muy fuerte, es horrible.
La economía es imposible de calificar. Todo se paga en peso y en dólares, por
eso hay que volver a salir. En mi caso, la opción es regresar al Perú para
echarle pierna y sacar mi familia adelante. Estoy convencido de que en
este país no hay futuro”, afirma.
Otro de los grandes problemas que Fernando enfrenta es
que tiene 6 meses sin trabajar. “Sobrevivo de la ayuda de algunos amigos que me
pasan dinero, pero así no se puede vivir”.
Isea añade que a su situación hay que sumarle que debe
tomar medicamentos para la alergia que en Venezuela no se consiguen y, cuando
los hay, son imposibles de pagar.
Aunque se siente feliz de estar de nuevo en casa, la
intranquilidad que le genera que nada en Venezuela lo llevará de nuevo a poner
en riesgo su vida para llevar el pan del día a su casa.
Isea es uno 31 mil venezolanos que retornó a su país
durante la cuarentena general que vivió el Perú marzo y julio. Durante ese
Periodo 89% de los extranjeros fueron despedidos y 39% desalojados de los hogares que habían rentado.
Tomado de: https://venezuelamigrante.com/noticias/en-enero-me-regreso-a-peru-como-sea/
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